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Thursday, November 21, 2024
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Fernando Luís Egaña: Un país en guerra


Venezuela tiene las cifras de muertes violentas de un país en guerra.

Venezuela, de nuevo en
“lista negra” de CIDH

 

Venezuela es un país en guerra, pero no contra una fuerza, estado o potencia extranjera, sino consigo misma en una guerra interior.

En la retórica del oficialismo siempre está presente el tema de la guerra como inminente amenaza extranjera o imperialista. Llevamos más de 13 años con el mismo cuento, mientras el señor Chávez esté en el poder no dejaremos de oírlo ni un solo día.

Pero la verdadera guerra venezolana es otra, y no se trata de una amenaza eventual sino de una realidad destructiva a lo largo y ancho del país. Es la guerra socio-política de la revolución bolivarista en contra de la nación venezolana, tanto de manera deliberada o frente a sus críticos, como de forma consecuencial por su concepción delirante y hegemónica del poder.

Y esa guerra tiene una expresión concreta en la explosión de violencia criminal que viene padeciendo la nación en el siglo XXI. Según estimaciones del Observatorio Venezolano de la Violencia, en Venezuela se produjeron 19.336 asesinatos en el 2011; y en ese mismo año, en Colombia hubo 13.520.

¿Quién está más en guerra, Colombia o Venezuela?

Se acepta que México está padeciendo una guerra interna entre los carteles del narcotráfico y el Estado, y la tasa de homicidios es de 10 por cada 100.000 habitantes. Y qué puede decirse de Venezuela, cuya tasa de homicidios es de 48 por 100.000 –en cifras oficiales, y cerca de 68 por 100.000 en las estimaciones de reputadas oeneges.

Pero la guerra venezolana no es una de tipo convencional, sea de enfrentamiento entre campos militares o la llamada guerra civil, sea de conflictos entre grupos subversivos y el poder estatal. No. Es otra cosa, es una guerra en la base misma de la sociedad venezolana, atizada por el odio social y político que emana del régimen imperante, y por sus patrones de mandonería y arbitrariedad.

El viejo Domingo Alberto Rangel ha escrito con mucha autoridad sobre la guerra venezolana, aunque desde la perspectiva del pensamiento marxista y revolucionario. Otros han reconocido la gravedad de la situación de la violencia nacional, pero sin profundizar en sus fuentes y catalizadores políticos. Y no faltan los que hacen las veces del avestruz, o minimizan el asunto como si se tratase de un problema meramente técnico-policial.

Pero es mucho más que eso. Cuando se van destruyendo las instituciones, comenzando por el mínimo de estado de Derecho; cuando la delincuencia organizada va colonizando diversas estructuras del Estado, en sus ámbitos civiles y militares; cuando se apela

incesantemente a la división y enfrentamiento entre venezolanos como fórmula de polarización, intimidación y control, ¿qué termina ocurriendo, más temprano que tarde?

Pues lo que acontece en esta Venezuela en guerra consigo misma. Una denominada revolución en guerra contra todo lo que se le oponga. Una población acosada por la guerra delictiva. Un hampa que gana la guerra por la complicidad y la impunidad. Un país hastiado de la violencia, en el que muchos no quieren o no pueden entender las causas políticas de la guerra endógena.


Por: FERNANDO LUIS EGAÑA
flegana@gmail.com
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