“Llorón, cursi, hinchado y
visiblemente desesperado”
Hugo Chávez volvió a ser noticia mundial. Con el Nazareno tras él pero siempre en foco para no perder lo teatral, la figura religiosa era el decorado perfecto para el hombre victimizado por la enfermedad que esta vez reconoció.
Las redes sociales reventaban con informaciones que decían de un deterioro grave, de un avance del cancer indetenible, de extremas condiciones.
Fidel, el Che, Raúl, Bolívar, Cristo… Se metió entre los “majaderos” mencionados por Bolívar. Bajo una tolda, el ambiente de flores, con los personajes oportunos. La madre de un lado, sin escatimar caricias. El padre, un poco más sobrio, del otro lado. La familia entera, el cántico celestial. El cura absoluto cómplice del evento. Asentía sonriente a todo lo que decía el actor principal, aun cuando rebatía a la misma Iglesia: “¿Quién va a creer que la mujer fue creada de la costilla de un hombre? Eso es subestimarla!” Recordó lo que Fidel, el descreido, el carnicero de credos, el enemigo de la Iglesia, le dijo: “Dios ayuda a los amigos de Chávez”. ¿Qué significa eso? Entonces….¿Dios es bueno?
Dijo: “Hoy siento necesidad, Padre, de decir lo que he venido sintiendo desde hace un año cuando comencé a asumir que dentro de mi había una enfermedad muy maligna y que como sabemos es una verdadera amenaza que le marca el fin del camino a mucha gente”.
Pero eso no lo contuvo de quitarle al Padre el micrófono. Y ya no se lo volvió a dar. Y despues, la súplica llorosa: “¡Dame vida porque todavía me quedan muchas cosas por hacer!”
¿Y qué le queda por hacer a Hugo Chávez? ¿Cuántas empresas quedan por expropiar? ¿Por hacer suyas? ¿Cuántos venezolanos quedan por insultar, acusar, condenar? ¿Cuántas violaciones constitucionales por efectuar? ¿Cuanta corrupción por activar? ¿Cuántos venezolanos por sufrir todavía por la lista Tascón? ¿Cuantas inhabilitaciones políticas por ordenar? ¿Cuantos sueños por matar? ¿Cuantas mentes por adoctrinar?
Como si nada, comulgó. Ss tragó “el cuerpo del Señor” sin pestañear. Como si fuera puro y respetuoso. Dos veces divorciado, sin confesión previa. “No me lleves todavía”. Un reconocimiento incuestionable a la justicia divina. Sin pataleos, sin contradicciones, sin habladera de pendejadas válidas, Hugo Chávez asumió quien manda en la vida.
Hay otras opiniones. Entre ellas las de los pueblos. Al azar, encontré ésta en un diario de hoy: “Ojalá y Dios lo escuche y pueda salvarse. Será de la única forma que podrá presenciar cómo se recupera Venezuela después de que abandone el poder. Si se muere, se irá con la equivocación encima, pensando que era el salvador de Venezuela. Además que viva para que vea cómo la historia y la justicia lo condenan por haber violado los derechos de todos los venezolanos. Claro que todavía hay algunos que piensan que porque les dan un mercado, este tipo es el mesías. Mientras tanto los campos son improductivos, los medios de comunicación amordazados, la delincuencia creciente, los opositores amedrentados… ¡Que Viva Chavez, para que el mismo pueblo lo condene.! No es bueno que se vaya sin conocer el infierno…!”
El infierno que hemos vivido los venezolanos que le adversamos durante casi catorce años.
Por: Isa Dobles
Politica | Opinión
sabado 07 de abril, 2012
