Masacrados dos oficiales por Cicpcs
borrachos en la morgue de Cabimas
■ El Gobernador Pablo Pérez repudió el doble homicidio y exigió justicia.
■ Los asesinos huyeron y mataron a un motorizado en un brutal arrollamiento.
■ Sus colegas de los 21 municipios enviaron condolencias y exigieron que se haga justicia.
■ Desgarradoras escenas de dolor se vivieron ayer en el velatorio de los dos oficiales de la Policía del Zulia, quienes serán enterrados hoy en Santa Bárbara, la tierra que los vio nacer.
■ A las 11:00 de la noche del Domingo de Ramos dos funcionarios de la Policía Científica tirotearon sin compasión a David Urdaneta y a su hermano Héctor Orozco Urdaneta a la vista de enfermeros y visitantes.
■ De acuerdo con testigos, los hombres del Cicpc y los de la Policía del Zulia coincidieron en el sitio donde yacía el cadáver de un amigo común ultimado horas antes por gatilleros a sueldo en el municipio Santa Rita.
Los funcionarios del Cuerpo de Policía del Estado Zulia murieron a tiros a las 11.00 de la noche del domingo, en las inmediaciones de la morgue del hospital General de Cabimas. Por el hecho señalan a dos detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, quienes al parecer, se encontraban ebrios cuando ocurrió el hecho.
La comisaria Odalis Caldera, secretaria de Defensa y Seguridad Ciudadana, manifestó, que antes de ocurrir la tragedia, los funcionarios del Cpez, el supervisor David Julio Urdaneta, de 24 años, y el oficial agregado Héctor José Orozco Urdaneta, de 26, hermanos, se encontraban en la morgue del Hospital “Dr. Adolfo D’Empaire”. “Héctor había soltado su guardia a las 10:30 de la noche y su hermano, estaba franco de servicio”, dijo.
Los hermanos estaban en la morgue porque horas antes ingresó el cuerpo de un conocido de ambos, el prestamista Javier Eduardo González Bracho, de 26, asesinado de diez balazos en el municipio Santa Rita, a las 6.30 de la tarde.
Urdaneta y Orozco eran naturales de Santa Bárbara del Zulia, con residencia en Cabimas. Los cuerpos de los policías fueron llevados ayer en la tarde a “Santa Bárbara”, donde se realizará el velatorio.
Por una foto:
Según fuentes policiales, a la morgue llegaron dos detectives de del Cicpc de la subdelegación de Ciudad Ojeda, Hernán Daniel Rodríguez Vílchez y Albert Enrique Rondón Rodríguez, quienes estaban libres y de civil. Caldera, reveló que los Cicpc llegaron con una mujer y pretendieron tomarle algunas fotos al cuerpo del prestamista acribillado, ante lo cual los oficiales del Cpez se opusieron.
Apuntó Caldera, que cuando surge la discusión por la foto, interviene el oficial de servicio del HGC y trata de mediar entre los dos grupos. El oficial Urdaneta le había quitado las armas a los dos funcionarios del Cicpc por su estado de ebriedad.
“Lamentablemente, luego, creyendo que ya estaba la mediación, el oficial de servicio del hospital le sugiere a Urdaneta, que les devuelva las armas a los funcionarios del Ci-cpc. En fracciones de minutos hubo un intercambio de palabras entre los cuatro policías y la información que manejamos es que los funcionarios del Cicpc accionaron las armas contra la humanidad de Orozco y de Urdaneta”, detalló la comisaria.
Los hermanos les reclamaron a los Cicpc que no molestaran al personal con preguntas y que cesaran de tomar fotos. Los Cicpc altaneros y groseros insultaron a los Cpez y uno de éstos desarmó a los detectives.
Luego, por intercepción del jefe de turno de la morgue les entregaron las armas.
Allí comenzó el calvario.
No se ha determinado de manera fehaciente que Urdaneta haya disparado, “se presume que pudo haber accionado su arma en defensa, sin embargo debemos esperar los resultados de balística”, aseveró Caldera.
Héctor Orozco murió en el sitio y David Urdaneta había sido auxiliado en la emergencia del HGC, donde falleció a los minutos de su ingreso. En cuanto al estado de embriaguézs de los Cicpc, Caldera manifestó que será el Ministerio Público, el que determine ese resultado a través de los análisis toxicológicos.
“Hay que esperar los resultados de estos exámenes”, agregó.
Batalla campal:
Ante la irregularidad, una comisión del Cicpc-Cabimas llegó a la morgue y enfrentó a los efectivos de civil, a quienes probablemente los confundieron con delincuentes. Diez minutos duró el enfrentamiento que terminó con la fuga de los Cicpc y en su huída, mataron a un motorizado, el acompañante resultó herido. Médicos, enfermeras y visitantes se resguardaron de las balas lanzándose al piso sin saber qué pasaba. En el lugar se recolectaron al me-nos 80 conchas de bala, durante las inspecciones del Cicpc de Maracai-bo y del Ministerio Público.
Investigaciones:
A la morgue se presentaron la noche del domingo, la secretaria de Seguridad y Orden Público, Odalis Caldera y el comandante general del Cpez, comisario Jesús Cubillán. También acudió la fiscal VII del Ministerio Público, coordinando las investigaciones en la morgue del HGC, donde estuvo hasta las 5:00 de la mañana.
La comisaria Caldera se refirió a la colaboración que prestaron los jefes del Cicpc del Zulia, Maracaibo y Ca-bimas, quienes, agregó, procedió a la detención de los efectivos de la cientí-fica, acusados del doble homicidio.
Roberto Gutiérrez, de 22 años, fue la persona que murió arrollada por la unida que manejaban los Cicpc en su huída.
Cuando llegaron funcionarios del Cpez al HGC, una persona que iba con una dama en una moto colisionó contra el vehículo, resultando herida.
Se le auxilió, fue ingresada al hospital y a las tres horas falleció.
Homenaje:
En el Centro de Coordinación Policial de Ambrosio, Cabimas, los funcionarios David Urdaneta y Héctor Orozco fueron objeto de un sentido homenaje.
Ante el dolor que embarga a familiares y compañeros de armas, las urnas de ambos efectivos se encontraban en la entrada de la sede policial.
El llanto se apoderó de los presentes, quienes lamentaron la tragedia. Ninguno de los presentes podía creer lo sucedido en medio de la oscuridad reinante en la morgue. Ellos eran muy apreciados por la comunidad policial, por su entrega a la hora de desempeñarse en su trabajo.
En homenaje a Urdaneta y Orozco se hizo una breve misa, a donde acu-dieron amigos, allegados y algunos familiares de las víctimas.
Después de realizarse el homenaje a los policías caídos, fueron tras-ladados en horas de la tarde de ayer hasta Santa Bárbara.
Por: Oscar Andrade Espinoza
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Maracaibo, martes, 3 de abril de 2012