“La corrupción junto
a la impunidad..”
La cifra sigue en aumento, los casos se triplican, el modus operandi puede ser desde el más simple hasta el más planificado, es así como lo que algunos describen irresponsablemente “sensación de inseguridad” sigue ganando la batalla en Venezuela. No hay distinción de ningún tipo, roja, blanca, cristiana, evangélica, mujeres, hombres o niños, sencillamente cuando te toca, te toca.
Expresar un punto de vista sobre el tema de la inseguridad pareciera ser repetitivo, pero es preferible serlo que resignarse a ver cómo es asesinado minuto a minuto el valor a la vida, cómo tener un celular, zapatos o carro puede ser elementos que en vez de progreso son sinónimos de peligro y muerte. Lamentablemente la impunidad le da fuerza a la resignación.
A pesar de la existencia de diversos cuerpos policiales, la corrupción en muchos funcionarios hace que la desconfianza hacia ellos crezca, es común ver a personas que expresan “la policía es peor”. La extorsión, el dispare primero y pregunte después son algunos de los factores que van en detrimento de la credibilidad policial, existen casos donde algunos funcionarios participan en delitos como el secuestro o también oficiales que se han hecho la vista gorda cuando presencian una situación irregular. Pero si está apoyado por otros de mayor rango viene la desgraciada impunidad y nada se puede hacer.
Cada fin de semana entre 30 y 50 personas son asesinadas en Caracas, no sabemos los nombres de todas las víctimas, pero si es alguien conocido el tema cala en la opinión pública y surgen algunas propuestas para luchar contra el hampa pero lamentablemente se desvanecen con el paso de los días, es que el problema es tan complejo que a veces uno no encuentra por dónde empezar.
Otro aspecto de alarma es que en Venezuela, quien menos uno cree tiene una pistola, a pesar de los supuestos controles por parte del Gobierno en el otorgamiento de los permisos o porte de arma, cualquiera puede tener una a través del “mercado negro”, es por ellos que las discusiones pasaron de ser argumento vs. Argumento, a disparo por disparo.
La politización de la inseguridad es otro ingrediente para el problema, esta semana desde el Gobierno intentan crear una matriz de opinión sobre la delincuencia la cual, a su juicio, es exclusiva del estado Miranda. Absurdo, siendo Caracas la meca de la violencia. Desde la oposición se culpa al Gobierno, mientras las acusaciones van y vienen, los delitos y sus víctimas crecen.
El Gobierno estadounidense emitió un alerta a sus ciudadanos para que tomen la máxima precaución si viajan a Venezuela, sostienen que desde que pisas el aeropuerto de Maiquetía empieza el peligro, pues hasta personas con uniformes oficiales son parte de bandas organizadas para atentar contra los turistas. La respuesta oficial no se hizo esperar, irresponsablemente afirmando una atrocidad que da pena recordarlo.
Ya para el momento de la publicación de este artículo muy probablemente haya familiares de las víctimas de la violencia a las afuera de la Morgue de Bello Monte. La fe y las peticiones a Dios parecen ser el escudo más viable contra la inseguridad, anhelar que la resignación, la individualidad y la corrupción junto a la impunidad no se conviertan en la cotidianidad de la sociedad que sueña con paz.
Por: ORIAN BRITO PEÑA
orianjesusbrito@gmail.com
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EL UNIVERSAL
sabado 31 de marzo de 2012