“Ahora vive en nosotros y se
llama Jesús de Nazaret…”
Muchos se quedaran atónicos con lo que voy a comenzar a escribir al comienzo de la semana de pascua o semana santa. Por la cual me uno a esta celebración y cambio el tema de lo político a lo espiritual. Cada año en esta temporada siempre escribo este artículo con el mismo titulo pero distinto contenido, pero lo hago esperando que llegue a los hombres y nos pongamos a reflexionar de ese hombre que cambio al mundo.
Siempre me hago una pregunta dentro de mí y la reflexiono para todas las personas que me leen en las diferentes vías de comunicación sobre algo que he tenido en un pedestal que es “El hombre que cambió al mundo”. Un hombre que dividió la historia el antes y el después en nuestra era. Nació en Belén, Judea.
“Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna”
Jesús de Nazaret.
La infancia del personaje nos demuestra en los evangelios de san Mateo y san Lucas recogen datos sobre el nacimiento, e incluyen su genealogía, que se remonta hasta Abraham y David (Mt. 1,1-17; Lc. 3,23-38). Se supone que la descripción de su genealogía se hizo para probar el mesianismo de este personaje. Según Mateo (1,18-25) y Lucas (1,1-2,20), fue concebido por su madre, que “aunque desposada con José, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo” (Mt. 1, 18). Nació en Belén, donde José y María habían acudido para cumplir con el edicto romano que obligaba a inscribirse en el censo.
Mateo es el único que describe (2,13-23) el viaje a Egipto, cuando José y María se llevaron al niño lejos del alcance del rey Herodes el Grande. Sólo Lucas relata el cumplimiento de José y María con la ley judía que requiere la circuncisión y presentación en el templo de todos los recién nacidos de Jerusalén (2,21-24); el mismo evangelista también describe su siguiente viaje (2,41-51) con el personaje ya todo joven al templo para la fiesta de la Pascua. Los Evangelios omiten la vida de este personaje desde que tuvo 12 años hasta que empezó su ministerio público. Este hombre comenzó a predicar a los treinta años de edad, los Evangelios sinópticos (los tres primeros, llamados así porque, en general, presentan una visión similar de la vida de Cristo) relatan que el ministerio público de este hombre comienza tras el encarcelamiento de Juan Bautista y se prolonga casi un año.
El Evangelio según san Juan describe su labor, que comienza con la elección de sus primeros discípulos (1,40-51) y se prolonga quizá unos tres años. Los tres describen el bautismo en el río Jordán por Juan Bautista y su retiro durante 40 días de ayuno y meditación al borde del desierto, que algunos exegetas consideran como un tiempo de preparación ritual, donde el demonio (o Satán) trató de tentarle. Mateo (4,3-9) y Lucas (4,3-12) añaden la descripción de las tentaciones. Después del bautismo y el retiro en el desierto, volvió a Galilea y visitó su hogar en Nazaret (Lc. 4,16-30).
Se trasladó a Cafarnaúm y comenzó a predicar. Según los sinópticos, fue entonces cuando nombró a sus primeros discípulos, “Simón, que se llama Pedro, y su hermano Andrés”, “Santiago el de Zebedeo y Juan, su hermano” más adelante, cuando el número de sus seguidores creció, escogió a doce discípulos para que le ayudaran. En compañía de sus discípulos, estableció su base en Cafarnaúm y viajó a los pueblos y aldeas cercanas para proclamar la llegada del Reino de Dios, como hicieron muchos profetas hebreos antes que él. Cuando los enfermos de cuerpo o espíritu se acercaron a él en busca de ayuda, los curó con la fuerza de la fe.
Insistió en el amor infinito de Dios por los más débiles y desvalidos, y prometió el perdón y la vida eterna en el cielo a los pecadores siempre que su arrepentimiento fuera sincero. La esencia de estas enseñanzas se encuentra en el sermón de la montaña (Mt. 5,1-7), que contiene las bienaventuranzas y la oración del Padrenuestro. El énfasis de este personaje en la sinceridad moral más que en la observancia estricta del ritual judío provocó la enemistad de los fariseos, que temían que sus enseñanzas pudieran incitar a los judíos a rechazar la autoridad de la Ley, o Torá.
Otros judíos se mostraron recelosos ante las actividades de este gran hombre y sus seguidores porque podrían predisponer a las autoridades romanas contra una eventual restauración de la monarquía.
Cerca de la Pascua, viajó a Jerusalén por última vez (Juan menciona numerosos viajes a Jerusalén y más de una Pascua, mientras que los sinópticos dividen el ministerio público en las provincias de Galilea y Judea, y mencionan sólo una Pascua después abandonara Galilea para ir a Judea y Jerusalén) y el domingo de víspera entró triunfante en la ciudad donde le recibió una gran muchedumbre que le aclamó. El jueves, celebró la cena de Pascua con sus discípulos y les habló de su inminente traición y muerte como sacrificio por los pecados de la humanidad. http://bit.ly/cZfd9D Durante la cena bendijo el pan ácimo y el vino, llamó al pan su cuerpo y al vino su “sangre de la alianza, que será derramada por muchos para remisión de los pecados” (Mt. 26,27), y pidió que lo repartieran entre todos. Desde entonces, los cristianos recuerdan este ritual, la eucaristía, en oficios de culto que constituyen el principal sacramento.
En esa misma noche fue capturado por los romanos y fue llevado hacia Pilatos donde (Mt. 27,24) ordenó su ejecución. El papel real de Pilatos ha sido muy debatido por los historiadores. La Iglesia antigua tendió a culpar más a los judíos y a juzgar con menos severidad al gobernador romano. Fue crucificado y sepultado y al tercer día resucitó entre los muertos…
La vida y enseñanzas de este hombre fueron muchas veces objeto de disputa y de interpretaciones diferentes en la historia del cristianismo. En las primeras épocas de la Iglesia, por ejemplo, fue necesario regularizar las creencias sobre su papel, para facilitar la conversión y responder a los cristianos que adoptaron opiniones inaceptables para los dirigentes de la Iglesia cristiana. Definir la naturaleza de este personaje se convirtió en el objeto de una disciplina llamada cristología. No hay comparación con este hombre que tan solamente duro tres años su ministerio y que ahora vive en nosotros y ese hombre se llama Jesús de Nazaret…
Cualquiera información o sugerencia por mis direcciones electrónicas robertveraz@hotmail.com robertveraz@gmail.com grsndz629@gmail.com o bien por mí teléfono 0414-071-6704.
¡Hasta la próxima semana, Dios los bendiga!
Por: Robert Alvarado
www.robertveraz1.galeon.com
robertveraz@hotmail.com
robertveraz@gmail.com
Tlf. 0414-071-6704
@robertveraz