El fanatico asesino de Toulouse solo
lamenta «no haber matado más»
■ Un yihadista francés entrenado en Pakistán.
■ Tres explosiones en la casa del asesino confeso de Toulouse.
■ La dirección de un ordenador y un negocio de motos llevaron al asesino.
■ La policía tuvo que cruzar millones de datos telefónicos para identificarlo.
■ El presunto asesino de Toulouse dice que aceptó una misión de Al Qaeda de atentar en Francia.
■ El presunto autor de la muerte de siete personas es un francés de origen argelino, detenido en Afganistán en 2007, de donde escapó pocos meses después.
■ La fiscalía dice que el sospechoso se disponía a atentar esta mañana contra un militar y dos policías. “No tiene remordimientos, sino que se lamenta por no haber asesinado a más gente”
Tres violentas explosiones han sacudido poco antes de medianoche el edificio de Toulouse donde se halla Mohamed Merah, autor confeso de las muertes de siete personas en esta ciudad y la vecina Montauban (suroeste del país), lo que podría indicar un asalto inminente de la policía. El edificio donde reside Merah había sido sitiado por la RAID, una unidad de élite de las fuerzas de seguridad francesas, a las 3 de la madrugada, pero la señal de que el desenlace era cuestión de horas se produjo en torno a las diez de la noche, cuando fue apagó el alumbrado público en torno a la vivienda. Tras las detonaciones no se ha producido ningún intercambio de disparos entre las fuerzas de seguridad y Merah.
Según aseguró hoy Nicolas Sarkozy, Merah “se disponía a matar” esta misma mañana. La fiscalía ha asegurado que los objetivos eran un militar y dos policías. El presidente, durante el funeral, ha afirmado: “Esta no es la muerte para la que [los soldados asesinados] estaban preparados, no es una muerte en el campo de batalla, es una ejecución terrorista”.
Más temprano:
Una dirección IP, el número por el que se puede saber desde dónde ha accedido a Internet un determinado equipo. Y un concesionario de motos al que el sospechoso acudió para pedir que le desconectaran el mecanismo que permite localizar a los vehículos en caso de robo. Estas fueron las dos pistas clave que permitieron al fiscal jefe de la investigación, François Molins, encontrar los nexos que llevaron a la policía francesa a identificar y después localizar al supuesto asesino. Un “trabajo colosal”, elogió el fiscal a sus más de 300 colaboradores, que consistió en cruzar siete millones de datos telefónicos, 700 conexiones de Internet y cientos de respuestas al anuncio de venta de una moto, con el cual los investigadores identificaron el barrio donde se encontraba el sospechoso desde el 17 de marzo.
El hilo que llevó a los más de 200 policías desplegados hasta la vivienda del lobo solitario saltó al detectarse el nombre de la madre de dos conocidos de las fuerzas de seguridad locales: Adbelkader Merah, quien había introducido yihadistas en Irak, y su hermano menor, Mohamed. Este era el hombre más buscado de Francia.
La primera respuesta la dio la dirección IP. Su primera víctima, el paracaidista Imad Ibn Ziaten, había colocado un anuncio en Internet para vender su moto Suzuki. El que iba a ser su asesino le contestó solicitando un encuentro. El paracaidista fue abatido de dos balazos durante la cita, pero su ordenador acabó revelando la dirección del que pretendía ser el comprador de la Suzuki. Era la IP de Abdelkader, el hermano de Mohamed.
La Direction Centrale du Renseignement Intérieur (DCRI), los servicios de inteligencia interior franceses, conocían los dos viajes de Mohamed a Pakistán y Afganistán y tenían fichados a los hermanos. El martes, al día siguiente de la matanza en la escuela judía, tras descartar otras pistas investigadas, como la de los paracaidistas neonazis, la DCRI centró sus sospechas en Merah. De hecho ya tenía su casa bajo vigilancia desde el lunes. La razón principal fue la IP, pero también estaba la moto que utilizó en los atentados. Los investigadores lograron localizar un concesionario Yamaha en el que el sospechoso había preguntado a un empleado cómo desconectar el tracker, un dispositivo electrónico instalado para localizar el vehículo en caso de robo.
Un empleado facilitó a la policía el nombre de la persona que había pedido anular el dispositivo. Todo estaba listo para cerrar la trampa sobre el principal sospechoso. A las 23.00 del martes, más de 300 policías cercaron la vivienda de Mohamed Merah.
Un vecino que vive enfrente de la casa cercada por las fuerzas de seguridad, el portugués Adao Barbosa, contó a los periodistas agolpados ante el cordón policial que su hija, de 14 años, llevaba unos días sospechando de su joven vecino, al que identificaba con las pistas que daban los medios de comunicación. “Había visto la moto blanca hace días enfrente de casa. Y me decía: ‘Papá, tiene que ser él porque tiene una cicatriz en la cara’. Ayer me dijo que llamáramos a la policía pero no me atreví porque creía que podía estar equivocada”.
Finalmente, nadie confirmó que Mohamed Mehar tenga una cicatriz o un tatuaje en la cara. Es uno de los misterios que deben resolverse todavía. Irónicamente, el lugar que ayer permanecía rodeado por las fuerzas especiales de la policía se encuentra solo a tres kilómetros del colegio judío donde el lunes el pistolero asesinó a tres niños de cuatro, cinco y siete años y al rabino de la escuela, de 30 años. Los dos barrios son modestos, populares, bastante parecidos. En el fondo, Mohamed Mehar era un joven como los millones que hay en Francia. Que se convirtiera en uno de los asesinos más despiadado del país es otro enigma que quizá nadie sea capaz de descubrir del todo.
El yihadista francés:
Mohamed Merah, el presunto autor de los asesinatos que han sacudido Francia en los últimos días, es un yihadista francés de origen argelino de 24 años que luchó contra las tropas de la OTAN en Afganistán y se fugó de una prisión en Kandahar donde había sido detenido por fabricar explosivos. Merah era aficionado al fútbol y a salir de fiesta y llevaba una vida “normal” han explicado a Reuters amigos y vecinos del presunto asesino que no sabían que Merah había estado en Afganistán.
Las autoridades francesas señalan que el sospechoso ha viajado a Pakistán dos veces, en 2010 y en 2011. Anteriormente, en diciembre de 2007, fue detenido por las fuerzas de seguridad afganas en Kandahar, bastión de los talibanes. Afganistán informó a las autoridades de la detención de Merah. Ghulam Faruq, director de prisiones en Kandahar, declaró a la agencia Reuters que Merah había sido detenido por fabricar artefactos explosivos y condenado a tres años de cárcel. Faruq sostiene que Merah logró escapar de la prisión meses después en una huida masiva de un millar de presos, entre ellos unos 400 talibanes.
El Ministerio del Interior español investiga el posible viaje de Merah a Cataluña para participar en un encuentro salafista, informa Mónica Ceberio Belaza. Hay constancia de que la policía francesa paró a Merah en un control fronterizo cuando él regresaba de España, antes de viajar a Afganistán en 2007.
Según el diario Le Monde, Merah fue entrenado por talibanes paquistaníes antes de haber sido enviado a luchar contra las tropas de la OTAN en Afganistán. Fuentes de los servicios secretos franceses han dicho a Reuters que al menos otros 30 ciudadanos franceses fueron entrenados por los yihadistas para luchar contra la OTAN.
Merah también era un conocido de la policía de Toulouse. Fue detenido en tres ocasiones por varios delitos, según publica el diario francés Le Figaro. Según Le Point, las autoridades le han imputado 18 hechos delictivos, varios de ellos con violencia. Merah fue encarcelado dos veces, en 2007 y 2009.
Un vecino que vive en el mismo inmueble que el presunto asesino lo describe como un “barbudo discreto”, que no había hecho nada llamativo hasta ahora. Otros, sin embargo, señalan que les había alarmado verle rezar en el medio de un campo e fútbol. Merah estuvo trabajando como aprendiz en un taller mecánico y, según la prensa francesa, había en el pasado intentado entrar en la Legión Extranjera gala.
El ministro del Interior, Claude Guéant, ha explicado que Merah “se declara un muyahidín y un miembro de Al Qaeda que quiere vengar a los niños palestinos y castigar a las Fuerzas Armadas francesas por sus intervenciones en el exterior”. Guéant ha añadido la “radicalización” del joven francoargelino se fraguó cuando ingresó en un grupo salafista y que se “reforzó en dos viajes que realizó a Afganistán y Pakistán”.
Los hermanos de Merah han sido detenidos por la policía para averiguar su papel en los asesinatos. Uno de ellos es “conocido por tener convicciones radicales”. La madre del joven rechazó la propuesta de los agentes de hablar con su hijo para conseguir que se entregue a las autoridades. “Su madre dijo que no quería hablar con él [Merah] porque no cree que pueda convencerlo”, ha señalado Claude Guéant.