El año pasado mataron a 84 agentes

Dos delincuentes le dieron cinco balazos a policaracas, a pocos metros de su residencia, para robarle el arma de fuego.

El oficial de Policaracas, Reinaldo José Mata Malavé, asesinado de cinco tiros, ayer a las 6:30 am, a pocos metros de su residencia, en el sector Fe y Alegría, entre el barrio Moscú y la avenida Morán, en Artigas, es el agente número 26 asesinado este año en la Gran Caracas y el noveno ultimado cerca de su casa para despojarlo del arma de reglamento.

Ayer, como todos los días, Mata Malavé salió vestido con el uniforme del cuerpo policial.

En la mano derecha llevaba la lonchera de su hija, de cuatro años de edad, a quien llevaría a la guardería. Iba a buscar la patrulla que tenía asignada como integrante de la Brigada de Proximidad Comunal, para bajar la cuesta y recoger a la niña.

La actividad que debía cumplir el oficial de Policaracas fue frustrada por los cinco disparos que recibió en la cara, brazos y abdomen. Dos delincuentes que tripulaban una moto de alta cilindrada le pusieron fin a la vida del hombre, que desde hacía cuatro años formaba parte de la policía del municipio Liberador. Egresó en la promoción 2007-2008. El objetivo del homicidio fue despojarlo del arma de reglamento, una pistola Beretta.

Fue una acción rápida del hampa:

Las detonaciones que oyeron los vecinos ­cerca de 10 tiros­ también se escucharon en casa de los Mata Malavé. Un miembro de la familia se asomó y vio el cadáver en el piso; un poco más allá estaba la lonchera rosada. En la vivienda también estaba el hijo del agente, de 7 años de edad.

A esa hora, la esposa de Mata Malavé cumplía sus labores en un hospital.

Llanto y dolor:

En cuestión de minutos la noticia llegó a Policaracas. Un centenar de uniformados acudieron al sitio del suceso, incluyendo al director del organismo, Robinson Navarro.

La tristeza y la indignación se reflejaban en los rostros de los compañeros de Mata Malavé.

Es el primer policía de esa institución asesinado este año.

Mientras comisiones del Cicpc examinaban el cadáver e iniciaban las pesquisas, se repetían las escenas de dolor de los familiares de la víctima, que llegaban de diferentes sectores de la ciudad.

América Montilla, allegada a los Mata Malavé, se llevó a su casa a los dos hijos del policaracas.

Mano dura. Montilla se detuvo en los primeros peldaños de la escalera de la casa de la víctima y señaló que en la zona no hay vigilancia policial.

La mujer elogió a Mata Malavé por su comportamiento como padre, vecino, ciudadano e hijo.

“Era un buen muchacho, dedicado a su trabajo y su familia. Hay que poner mano dura porque están matando a muchos inocentes”. Expresó su desacuerdo con que los policías salgan de sus casas vestidos con el uniforme y en patrullas.

“El Cicpc engaveta los casos y no los resuelve”, opinó. Citó como ejemplos el homicidio de un hijastro, hace seis meses, en El Cementerio, y la muerte de su sobrino, Byron Herrera, a la entrada de la estación Caño Amarillo del Metro. “El Cicpc sabe quienes son los responsables. Queremos que se haga justicia”.

Por: SANDRA GUERRERO
sguerrero@el-nacional.com
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