Artillería de Oficio
■ Le queda mal a Diosdado Cabello el papel de Poncio Pilatos.
Es un actor mediocre que no logró convencer cuando pretendió salvar de responsabilidades al Gobierno en los hechos violentos ocurridos el pasado fin de semana en el 23 de Enero.
Hugo Chávez y su equipo son mantenedores y propulsores de una serie de colectivos, algunos visiblemente armados, que han impuesto sus propias leyes y se han adueñado hasta de las sombras manteniendo en jaque, en asedio, a los habitantes de esa parroquia: “Toque de queda, nadie sale, nadie entra”, gritan cada vez que hay un ajuste de cuentas entre bandas.
No hay forma de que la Guardia Nacional y otros cuerpos de seguridad logren entrar para desmantelar el arsenal de guerra que manejan algunos colectivos que actúan con total impunidad. No hay voluntad, disposición, ni acción gubernamental para enfrentarlos, porque son brazos de la revolución liderada por Chávez y pertenecen a su proyecto político. Objetivamente, por omisión, es el gobierno de Chávez el que propicia el caos y la violencia que se desarrolla en las narices de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo.
Cuando les viene en gana, los líderes de esos grupos paramilitares, guapos, apoyados y financiados, traspasan la frontera de su territorio y hacen acto de aparición con efectos truculentos como el de llevar en sus carrozas fúnebres a los dos miembros del colectivo La Piedrita, asesinados el sábado, que produjeron la violencia extrema en el sector La Marina del 23 de Enero; algunos de ellos, estaban encapuchados frente a Globovisión para amedrentar a sus trabajadores y amenazarlos con ser juzgados por los tribunales del pueblo. Su consigna atiende a ese culto loco “Patria o muerte”, y ese fue el saludo de despedida después de leer un comunicado del Secretariado de la Revolución.
Valentín Santana. El líder del colectivo La Piedrita, Valentín Santana, con un “envidiable” prontuario por delitos de homicidio, tiene expresas órdenes de captura, libradas por la Fiscalía General de la República. Sin embargo, goza de plena libertad y se da el lujo de dar sermones revolucionarios en iglesias de la parroquia, como sucedió en enero, en la iglesia San Pedro Clavel, durante el sermón ecuménico para celebrar la caída de la dictadura Marcos Pérez Jiménez.
Es tal la indemnidad con la cual actúa, que hace tres años, en entrevista concedida a la periodista Sebastiana Barráez de Quinto Día, amenazó de muerte a Marcel Granier, y fue tal el escándalo que el presidente Chávez se vio en la imperiosa necesidad de pedir que lo apresaran, porque “no era posible que un grupo armado amenazara de muerte a un ciudadano”. A Santana le dieron todas las facilidades para mantenerse en la clandestinidad y hasta que pasara unas vacaciones en Cuba, aunque después apareció en actividades “non santas” por el estado Apure.
Hace pocas semanas, cuando circularon por el mundo fotos de Valentín Santana acompañado de niños armados con las AK-47 que el Gobierno le compró a Rusia, Chávez, de la boca para afuera, como siempre, volvió a pedir que lo arrestaran.
El colectivo La Piedrita cumple su papel en el guión de la violencia planificado para impedir que el candidato de la unidad democrática, Henrique Capriles Radonski, pueda entrar en algunas parroquias del municipio Libertador. Después de la balacera con la cual lo recibieron en Cotiza, será cuesta arriba que el candidato haga campaña en el 23 de Enero y en otras zonas consideradas “territorios chavistas”. A falta de protección del Estado, hay que preservar la integridad física del candidato y no exponerlo a las hordas ¡hordas! que quieren atentar contra su vida.
Por: MARIANELLA SALAZAR
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