Ana Quintero, madre de Roxana
Vargas, rechazó la decisión
■ Fiscales que llevan el caso desconocen por qué la sala 4 de la Corte de Apelaciones otorgó la medida.
“Es una injusticia que le den casa por cárcel al asesino de mi hija”, dijo Ana Teresa Quintero, madre de la estudiante de Comunicación Social Roxana Vargas, de 19 de edad, quien fue asesinada el 12 de julio de 2008 por el psiquiatra Edmundo Chirinos.
“Esa decisión me dolió muchísimo porque él tiene que pagar lo que hizo. No tuvo piedad para matar a mi hija y para abusar sexualmente de ella y de sus pacientes. Roxana y muchas de sus víctimas eran inocentes e indefensas pues sus familiares se los llevaban por problemas mentales y de depresión”, manifestó la mujer entre lágrimas.
Han pasado casi 4 años del homicidio de Vargas, y su madre mantiene vivo el dolor que le causó la pérdida de su hija, quien 2 días después de estar desaparecida fue localizada sin vida, el 14 de julio de 2008, en el sector Parque Caiza del estado Miranda.
En agosto de ese año, la Fiscalía acusó a Chirinos por el delito de homicidio intencional, y en septiembre de 2010 fue condenado a 20 años en el Centro Penitenciario de Yare III. Sin embargo, el pasado jueves en la tarde la sala 4 de la Corte de Apelaciones de Caracas le otorgó una medida de casa por cárcel por su avanzada edad.
Quintero sólo espera que se haga justicia. “Mi esposo murió un año después de lo ocurrido porque no superó la muerte de mi hija. Le dio un ACV y no lo resistió. He podido superar todo esto porque Dios me ha dado la fortaleza.
Entendí que Roxana vino al mundo a hacer justicia. Si no hubiese muerto, no se conocieran todos los delitos que ese psicópata cometió”, dijo.
Se conoció que la medida habría sido otorgada por presuntos problemas de salud del psiquiatra. No obstante, hasta ayer los fiscales del caso desconocían las causas por las que la Corte de Apelaciones tomó la decisión, pues sólo habían recibido la notificación el jueves en la tarde. Para el 12 de marzo se tiene previsto que los funcionarios revisen el expediente para conocer más detalles al respecto.
El peso de la ley:
Chirinos tiene 77 años de edad. De acuerdo con lo establecido en el artículo 75 del Código Penal, a la persona que se le ejecuta un hecho punible, si es mayor de 70 años, no se le impondrá pena de presidio sino que se aplicará un arresto que no excederá de 4 años.
El abogado Luis Izquiel considera que el Código Penal debe ser modificado pues no se adapta a la realidad y, en lugar de contribuir a solucionar algunos casos que son investigados, propicia la impunidad.
“La columna vertebral del Código Penal data de finales del siglo XIX, cuando se hizo una copia del código penal italiano de esa época. Para ese entonces, una persona de 70 años de edad no tenía tantas probabilidades de cometer un delito, pero hoy en día alguien de esta edad es adulto pero activo, que tiene probabilidades de matar a cualquier persona”, indicó el especialista.
Izquiel piensa que en caso que a Chirinos se le haya otorgado la medida de casa por cárcel por problemas de salud, la decisión se habría tomado de acuerdo con lo establecido en el artículo 245 del Código Orgánico Procesal Penal.
“Las medidas cautelares se entregan cuando las personas tienen una enfermedad, sólo si está en fase terminal y si debidamente fue comprobado. En este caso, se tendría que saber cuál es el estado de salud del psiquiatra”, señaló.
Visión desde Sangre en el Diván:
La periodista Ibeyise Pacheco escribió el libro Sangre en el Diván, en el que plasmó su investigación sobre el caso del psiquiatra Edmundo Chirinos, y en la que narra sus conversaciones con él. Pacheco considera que la decisión tomada por la Corte de Apelaciones de Caracas demuestra que hay una mala interpretación de la ley, pues no es la única persona que a esa edad paga condena en la cárcel.
“Chirinos dijo públicamente que tenía cómo fugarse y que tenía los recursos. Imagino que el juez valoró esas afirmaciones y es quien tiene la potestad de tomar la decisión. Es un beneficio que él venía activando en sus relaciones con el Gobierno. Aunque en la sentencia se le prohibía ejercer la psiquiatría, en Yare III lo hacía. Cuando lo entrevisté, me dijo que la seguiría ejerciendo. Nada nos puede sorprender”, dijo Pacheco.
Aseguró que aunque Chirinos había amenazado con demandarla, nunca se sintió intimidada.
Por: ANGÉLICA LUGO
alugo@el-nacional.com
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