La gente lo siente; no lo ve,
y tratan de atar cabos
Se están buscando las razones por las cuales la sociedad se moviliza y al mismo tiempo se propone desmontar la polarización política. El chavismo no entiende al gobierno o el gobierno no entiende al chavismo. En el caso del Gobernador de Monagas, José Gregorio Briceño, entró en conflicto con la dirigencia de su partido PSUV, por el derrame petrolero en el río Guarapiche, porque se negó a darle agua “contaminada” a su pueblo. Pocos días después, la periodista de Globovisión confesó que cuando los chavistas la atacaron en el acto de Henrique Capriles en el sector de Cotiza en Caracas, fueron sus colegas de la prensa oficialista, quienes la protegieron para salir del sitio.
Algo se mueve por dentro. Las declaraciones del Vicepresidente de la República por los acontecimientos registrados en los últimos días, no tienen el mismo tono ni el mismo mensaje que ofrece el Presidente de la Asamblea Nacional, quien al mismo tiempo es el primer Vicepresidente del PSUV. No son estilos diferentes, sino conductas diferentes. Pareciera que la formación civilista del primero, lucha porque no aumenten las probabilidades de un final violento, mientras el segundo justifica y manifestó apoyo a sus compañeros en el acto violento de Cotiza. Lo que realmente se observa es que mientras más se acerca la fecha de las elecciones presidenciales en Venezuela, más nervios sienten en el estómago los que ostentan el poder, con el agravante que sus palabras en cada ocasión pierden más credibilidad de quienes en algún momento creyeron en ellos.
Entretanto, algunos deben estar reflexionando sobre el silencio de la Fuerza Armada, pero en honor a la verdad ese silencio es sabio, es un buen signo. La Fuerza Armada asumió una conducta valorada como positiva en las elecciones primarias de la oposición, y en los últimos días se ha manejado con sensatez y prudencia ante la gravedad del estado de salud del Presidente de la República. Se siente y se espera que la garantía de la República esté en sus manos y mantenga la institucionalidad, incluyendo la garantía de las elecciones del 7 de octubre cuando habrá de elegirse a un nuevo Presidente. El nerviosismo que se observa en el gobierno, es porque la sociedad se está movilizando y se señala que las protestas públicas vienen de los propios empleados públicos y de las empresas del Estado, exigiendo una calidad de vida más digna. Hay unos que están disfrutando de los placeres del poder, y otros sufriendo. Esa es la verdad.
La oposición ha entendido el problema. Está proponiendo una participación más expedita del ciudadano común en la campaña electoral presidencial, para que fluyan más los canales de participación. Desde la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se prepara acelerar la participación del voluntariado y se estima que serán estructuras totalmente distintas a las organizaciones tradicionales. Serán niveles intermedios de organización que actuarán de manera directa con el elector. Ya fueron creadas las redes de luchadores sociales con Capriles y vendrán las redes de trabajadores del campo y de las ciudades. Ya se organizó Juventud Activa y se comprometieron con la tarea de llevar a inscribir en el Registro Electoral a los que ya cumplieron los 18 años, en vista de que el proceso de inscripción cierra el 15 de abril. Cuando todo se vea, nos enteraremos que la unidad iba por dentro y la periodista de Globovisión recordará siempre con agrado el apoyo de sus colegas en la trifulca de Cotiza.
Por: Lenín Valero
(Periodista)
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