“No basta salir en televisión
y decir que está sano…”
Ya veremos. Hace falta algo más.
A las ocho de la noche, micomandantepresidente dio la orden para que el caballito brincón diera inicio a la cadena, denominada por el chavismo, Chávez vivito y coleando seguirá mandando, con la que el eterno candidato arrancaba formalmente la campaña 2012. Con un encendido discurso delineó su programa y dejó impresas sus promesas básicas.
La transmisión es desde Miraflores con gabinete y miembros del PSUV invitados, público, visitantes tarifados y demás mirones de palo en la calle vía pantalla gigante. Fuegos artificiales, aplausos y lloriqueos debidamente grabados y editados. Sin más preámbulos, micomandantepresidente, el candidato mediático, la palabra infinita, la voz:
“Cooooompadreeeeeeeessss, coooomaaaaadreeeessss. Tengan todos muy buenas noches revolucionarias. Aquí estoy bien curao. Listo para asumir, una vez más, el sagrado compromiso de dirigir los destinos. El que quiera patria que venga conmigo.
¿Qué vamos hacer durante los próximos seis años? La cosa será difícil, pero como decía Napoleón: ¡a lo que vinimos! Hay que enseriar las finanzas públicas. Debemos acabar con esa locura que fue quitarle la autonomía al BCV, crear esa retahíla de fondos sin control, sincerar el presupuesto, ponerle el precio del petróleo que corresponde, entregar a las regiones su plata completa. Vamos a levantar gradualmente el control de cambio y el control de precios. No más leyes centralizadoras. Debemos otorgar a los empresarios buenas garantías para sus riesgos. No más expropiaciones, ni invasiones ni tomas. Ya basta de utilizar los poderes públicos contra medios, empresas y adversarios. Nunca más. Los militares, con todo respeto, a sus cuarteles y a cumplir sus funciones naturales. La reelección indefinida al cesto de la basura. Hay que impulsar a las empresas generadoras de empleos. Limitaremos leyes y cargas económicas que se lo impiden. No más intervencionismo ni entreguismo. Revisaremos los acuerdos con Cuba y terminaremos con la política de Venezuela para los cubanos. Igual cosa con los chinos. Hay que revisar esas contrataciones leoninas. Debemos devolver la autonomía y sus recursos a las universidades. No más presos políticos ni listas criminales de exclusión. Trabajo para todos según méritos y experiencia y no según la franelita que se pongan. A los delincuentes que se esconden en barriadas afirmando que son colectivos ideológicos, les aviso: o deponen armas y negocian la normalización o serán perseguidos y encarcelados. Amarraremos de verdad, verdad a los locos motorizados. Impondremos como política de Estado dar prioridad a las necesidades del país y no a las de presidentes amigos… “.
Sí, como que está curao.
Por: ELIDES J. ROJAS L.
erojas@eluniversal.com
@ejrl
EL UNIVERSAL
miércoles 22 de febrero de 2012