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INSEGURIDAD: “Él quería ser escolta de Chávez, pero se le apagaron sus metas”

Alumnos del colegio Manuel Díaz Rodríguez estuvieron presentes en el entierro del niño asesinado.

La abuela del niño de 12 años de edad
aseguró que éste era un luchador

 

“Él quería ser escolta de Chávez, pero se le apagaron sus metas”.

Los seres allegados al pequeño, que murió por una bala perdida, le rindieron un homenaje antes del sepelio.

Una multitud de gente caminaba en el Cementerio General del Sur el miércoles pasado a las 11:30 am, para despedir a Ulises Daniel Riatiga Morillo, de 12 años de edad, el niño que murió el domingo 26 de febrero en la noche a causa de una bala perdida que recibió en el tórax, en el barrio La Quinta de la Cota 905.

Ese día dos bandas se enfrentaron en el lugar y, aunque el muchacho intentó resguardarse acostándose en una cama de su casa, el proyectil perforó una lámina de zinc y le quitó la vida.

“Él quería ser escolta de Chávez, pero se le apagaron sus metas. La delincuencia me quitó a mi nieto. En la comunidad todos están consternados por su muerte. La mejor prueba es la cantidad de gente que vino al entierro. Era buena persona, luchador, obediente y nunca reprochaba nada”, dijo Georgina Fosai, la abuela del niño, sentada en una tumba que estaba próxima al lugar en donde enterrarían a Ulises Riatiga.

No sólo los familiares y vecinos del pequeño se presentaron en el sepelio. Los compañeros de clases del joven, junto con sus profesoras, acudieron ese día para homenajear a la víctima y apoyar a sus allegados. Incluso, las actividades del curso de sexto grado de la Unidad Educativa Manuel Díaz Rodríguez, donde estudiaba el menor de edad, fueron suspendidas los tres días posteriores a su muerte.

Los compañeros de estudio del niño vistieron sus uniformes, pese a que ese día no fueron a clases. Muchos prefirieron pensar que en lugar de no tener más a Ulises entre ellos, iban a darle una grata despedida. Pero la actividad fue en vano. Aunque los menores de edad intentaron ocultar su dolor, lo demostraron con las silenciosas lágrimas que corrieron por sus rostros.

Una de sus maestras, Noemí Espinoza, lamentó la pérdida, pues aseguró que Ulises era un muchacho noble y sano que siempre aportó buenas ideas para el desarrollo de las actividades académicas y especiales que organiza el colegio.

“Ulises era un niño, niño, es decir, que a diferencia de muchos que se van por el camino del mal, era una persona sana, pura y emprendedora, que tenía un futuro por delante, pero que lamentablemente no los quitó la inseguridad”, lamentó la docente.

Espinoza agregó que el pequeño era un alumno brillante.

“Fue muy inteligente y analítico. Para nosotros es muy duro pasar por esto, porque estamos organizando las actividades para el acto de promoción de los alumnos de sexto grado.

Nunca olvidaré cuando un día rezamos por varias cosas y él me pidió que pidiésemos por la seguridad, pues me comentó que a veces los malandros no lo dejaban salir de su casa; y así fue, murió cuando apenas estaba abriendo los ojos al mundo”.

En sus tiempos libres, el menor de edad aprovechaba para jugar básquet y realizar otras actividades con sus vecinos.

“Era muy bueno en ese deporte, pero también disfrutaba mucho jugar ajedrez, perinola, metras, y volar papagayo”, puntualizó la abuela del niño con los ojos llorosos, mientras contemplaba unas flores que le iba a poner en su tumba.

Ulises Riatiga era amante de la música, en especial de la salsa y del reguetón. Para sus allegados es difícil recordar un mal momento con él, pues todos coinciden en que se trataba de una persona dulce y especial que siempre les brindó una sonrisa y experiencias dignas de ser recordadas como anécdotas. Yelkin Ocanto, una de sus vecinas, dijo que los residentes del barrio La Quinta de la Cota 905 extrañarán ver al chico jugando en las calles.

“Era un muchacho muy colaborador, respetuoso, tranquilo y buen estudiante. Siempre fue un niño de su casa, una excelente persona que le dio muchas razones a sus familiares para estar orgullosos de él”, dijo la mujer.

Aunque el miércoles los familiares y amigos de Ulises estaban consternados, organizaron un ritual para recordarlo con la alegría que lo caracterizaba.

Jugaron básquet alrededor de la urna y después bailaron junto al féretro. Posteriormente, lo despidieron con la canción “Yo te extrañaré”, que interpreta el dúo de música cristiana Tercer Cielo.


Por: ANGÉLICA LUGO
alugo@el-nacional.com
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Lunes 05 de Marzo de 2012