Observan a Jaua y a Cabello sin
peso ni carisma en oficialismo

■ La lista de eventuales sucesores incluye también a Tareck el Aissami, Aristóbulo Istúriz, José Vicente Rangel y al hermano del Presidente.

Antes de irse a Cuba, Hugo Chávez rogó por la unidad en el oficialismo y alertó de una campaña que pretendía dividirlos. “Irreverencia en la discusión, lealtad en la acción”, dijo al citar a Toby Valderrama.

“Hay temor de una diáspora por la enfermedad del comandante”, señaló una fuente del PSUV. Por eso Adán Chávez (hermano del Presidente y gobernador de Barinas) pidió fidelidad como en el pasado ­dijo- Simón Bolívar a la patria, el mariscal Antonio José de Sucre y Ezequiel Zamora; e instó a no emular a José Antonio Páez.

“Lo contrario a la lealtad es la traición; la violación de compromisos asumidos, a un proyecto de vida y a principios ideológicos. La traición se enmascara, disfraza principios y sentimientos para lograr beneficios personales y grupales; es incapaz de sentir amor e incuba el odio, el egoísmo y la crueldad”, escribió el gobernador de Barinas en la columna “Sentir Bolivariano”, publicada en Aporrea el 26 de febrero. “Esa es la lealtad revolucionaria ­afirmó- que necesitamos elevar en la conciencia y en el corazón de todos los revolucionarios. Lealtad a nuestro máximo líder; y por tanto, a la revolución bolivariana (…) La lealtad compartida que se complementa: del pueblo hacia su líder y de éste hacia su pueblo (…) Vacilar sería perdernos, camaradas; el compromiso de hoy no puede permitirse otro personaje como José Antonio Páez”.

Fe no transferible:

El Presidente admitió que su enfermedad acarrea preocupación por el futuro de “la revolución”, en especial, cuando aún no se visualiza un sucesor porque, al igual que Rafael Caldera, se encargó de impedir el crecimiento de “delfines”. En noviembre de 2011, cuando Nicolás Maduro repuntó en las encuestas como opción presidencial, lo designó candidato en Carabobo.

El director de Datanalisis, Luis Vicente León, señaló que la “población chavista” mantiene su fe en Chávez. Sin embargo, al preguntársele a la militancia del PSUV, Jaua aparece con 15,7 % de apoyo.

“El vicepresidente no es percibido como un líder popular, sino como un sustituto natural que, al ocupar el segundo cargo en importancia en el Gobierno, tiene la potestad constitucional de suplir al Presidente”, indicó León.

En la lista está Maduro con 9,8%; Tareck el Aissami, 4,9%; Aristóbulo Istúriz, 2,8%; Diosdado Cabello, 2,8% y José Vicente Rangel, 2,6%.

“Las cifras varían según las encuestas. Maduro tuvo puntos altos porque tiene un propio performance. Es popular, es visto como alguien cercano a Chávez. Cabello está en tercer lugar, luego que recobró poder al ser designado vicepresidente del PSUV y presidente del Parlamento. En último lugar está Adán Chávez, con 8%, que sube intermitentemente y tiene a su favor que es hermano del Presidente. Le ayuda `la marca de apellido’; no es un actor fuerte”, explicó León.

Un informe de Infolatam coincide con Datanalisis e incluye al ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez. “Jaua carece de peso político en el chavismo”, aseguran.

El diario argentino La Nación señaló en un reportaje: “Jaua ­un izquierdista civil, ortodoxo, fiel a la revolución- no cuenta con el apoyo militar. Cabello tiene el respaldo de cuarteles, pero los votos no le alcanzaron en 2010 para ser directivo del PSUV. Ninguno de los dos, además, tiene un carisma comparable con el del líder. Y lo peor: hasta al momento, a ninguno le ha dado su apoyo”.

Andrés Oppenheimer describe tres posibilidades: “Uno, Chávez que sigue en la contienda sólo para lograr el `efecto lástima’. Dos, designa un sucesor. Y tres, acude a una intervención militar o al escenario egipcio al quedar incapacitado o si muere durante los próximos meses, y los militares toman el poder bajo la excusa de impedir una ola de violencia”.

Aló, ministros:

El tradicional Aló, Presidente fue sustituido por el tren ejecutivo del Gobierno, que fiel al mandato del máximo jefe de la revolución llevo a cabo varias actividades en el país, en el horario del programa dominical.

Poco antes del mediodía, Venezolana de Televisión realizó el primer pase a Falcón, donde la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, participó en una jornada de inscripción de la Misión Saber y Trabajo. Seguidamente, el ministro de Industria, Ricardo Menéndez, hizo lo propio desde Portuguesa. Luego desde el Teatro Catia, en Caracas, los ministros de Vivienda, Ricardo Molina, y de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck el Aissami, hablaran de los logros de la misiones Vivienda y Amor Mayor y de nuevas promesas. Sin excepción, todos se encargaron de recordar ­aunque sin dar detalles del estado de salud del Presidente- la labor encomendada por el comandante Chávez.

PSUV: Pretenden inhabilitar al Presidente.

Representantes del Partido Socialista Unido de Venezuela calificaron de “absurda” e “improcedente” la posibilidad de revocatoria de la Ley Habilitante que fue otorgada por la Asamblea Nacional por 18 meses al presidente Hugo Chávez.

“No es factible”, alertó el vicepresidente de la Comisión de Defensa del Parlamento, Néstor León Heredia, sobre la propuesta que hará el diputado del MAS José Antonio España mañana en la plenaria.

“No prosperará de ninguna manera; somos mayoría. ¡Cuidado si no le aprobamos otra ley habilitante!, a partir del 17 de julio cuando vencen los poderes”, afirmó León Heredia.

El militar retirado y constituyente en 1999 cree que España esconde una supuesta maniobra: “La oposición trata, por todos los medios, de debilitar al Presidente. En primer lugar pedían que delegara sus atribuciones al vicepresidente, no sé con qué fin; ahora tratan de inhabilitar al mandatario.

Desde que llegó al poder y hasta ahora, con la enfermedad, buscan afectarlo”. Agregó que el plan de la Mesa de la Unidad Democrática será acudir a todas las instancias legales para cerrarle el paso a Chávez. “Primero fue en el Tribunal Supremo de Justicia, donde Pablo Medina y Hermann Escarrá pidieron que se integrara una junta médica que evaluara al Presidente y así sacarlo del juego. El segundo paso es ir al Parlamento para quitarle atribuciones. El PSUV rechaza estas maniobras y, a diferencia de la oposición que se fue a la campaña y abandonó el Parlamento, trabajará para hacer leyes inexorables y controlar la gestión pública a través de las comisiones”.

Por: HERNÁN LUGO-GALICIA
LIGIA PERDOMO
hlugo@el-nacional.com
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