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MARIANELLA SALAZAR: Pase lo que pase, unidad


Artilleria de Oficio


Todo lo que atraiga la participación electoral en las primarias fortalecerá a la oposición. El Gobierno está tan desesperado con la convocatoria que pueden tener los precandidatos de la Mesa de la Unidad Democrática que amenazó y prohibió a la militancia del Partido Socialista Unido de Venezuela concurrir a votar en las elecciones de este domingo, cosa que francamente dudo.

Ha sido un llamado innecesario, porque en el Partido Socialista Unido de Venezuela no se practica la democracia interna, allí impera la fuerza sobre el diálogo, es un partido anacrónico que no puede soltarse del lastre doctrinal que lo coloca fuera del tiempo y de la historia. No hay libertad y lo único libre es el miedo. En el PSUV hay que acatar la línea del partido o, de lo contrario, acarrea la expulsión, el repudio, el escarnio y el ajuste de cuentas. La desesperación es tal, que hasta Fidel Castro, a quien Chávez le ha dado velas hasta para su propio entierro ­político­ se inmiscuye en las elecciones primarias, porque sabe muy bien que son una verdadera tribulación para el chavismo.

Aunque el llamado de la MUD es a todos los ciudadanos (más de 28 millones, según el último censo), si concurren 1.500.000 personas será considerado como un “exitazo”, según declaraciones recientes del secretario general del partido Acción Democrática, Henry Ramos Allup. Tenemos que remitirnos a la experiencia hace 4 meses del PSF, Partido Socialista Francés ­octubre de 2011­, donde fue elegido el candidato Francois Hollande, representante de “la izquierda blanda” que se enfrentará el próximo mes de abril al presidente Nicolás Sarkorzy. Se trató de la primera vez en la historia que el PSF realiza unas primarias y fue una consulta abierta. A la votación estaban convocados todos los ciudadanos, 65 millones de habitantes, de los cuales votaron 2.800.000.

A pesar de que sólo movieron 1% del electorado, esas elecciones fueron consideradas sumamente exitosas. Fue el mismo mecanismo democrático de elecciones primarias seleccionado por la MUD en Venezuela.

El otro hecho democrático de gran importancia en las primarias socialistas francesas fue la conducta del presidente Sarkozy, que se mantuvo al margen del proceso, no arremetió con insultos ni descalificaciones a los precandidatos socialistas, y mucho menos chantajeó a los electores señalando que si ganaba el candidato opositor “habría caos en el país”.

Independientemente del número de electores que concurran a estas primarias, lo que planteamos es la posibilidad misma de votar con corrección, es decir, elegir a un candidato o candidata que sea capaz y tenga las condiciones para derrotar a Chávez el 7 de octubre. Será imprescindible usar la imaginación. Debemos pensar en el futuro, adivinar cómo estaremos dentro de ocho meses a consecuencia del que elegiremos este domingo.

Si por culpa de no saber confrontar al responsable de la destrucción de un país, terminemos con una derrota predecible. Todos los precandidatos son estimables y valiosos, pero no se trata de un proceso electoral normal, pondremos en las manos de alguien el destino y la salvación del país. Es algo tan elevado y definitivo como el salmo que repite Cristo en la Cruz: “En tus manos encomiendo mi espíritu”.

Hay tiempo para reflexionar y evitar que el fruto de estas elecciones primarias ­cuyo resultado nos comprometemos a apoyar­ sea desastroso.

La experiencia aconseja apartarnos de decisiones previas que conduzcan a un resultado errático. Desligarnos de lo que opinamos antes no es una traición. No hacerlo puede ser una traición a sí mismos.


Por: MARIANELLA SALAZAR
msalazar@cantv.net
Política | Opinión
EL NACIONAL