HomeActualidadESCASEZ: En nueve años de controles la inflación acumula salto de 528%

ESCASEZ: En nueve años de controles la inflación acumula salto de 528%

Al igual que durante el gobierno de Jaime Lusinchi el control de precios ha venido acompañado de escasez de alimentos básicos.

Regulación a la compra de divisas
no logró frenar la devaluación

 

Los efectos de la regulación se resumen en un ciclo económico en el que el Gobierno nacional se ha visto obligado a escoger entre escasez o aumentos de precios.

Entre febrero de 2003, mes en el que se empezó a aplicar el control de precios, y diciembre de 2011, la inflación acumula un alza de 528% que ha mermado el salario y los trabajadores compran hoy 15% menos que en 1998. Expertos dicenqueel control fracasa porque no combate la causa real de la inflación: el alza de la cantidad de dinero por encima de la productividad.

Recientemente Hugo Chávez aseguró que el control de precios, que hoy cumple nueve años de haber sido implementado con la convicción de que frenaría la inflación, “es necesario, forma parte de una estrategia de intervención del Estado en la economía y es uno de los elementos que conforman la transición del capitalismo hacia el socialismo”.

Pero la política de que tres ministerios fijen el precio de cientos de alimentos, medicinas, pañales, pasta dental y demás productos básicos con la idea de acabar con la “especulación de los empresarios” no ha tenido éxito. Entre febrero de 2003 (mes en que comenzó a aplicarse el control) y diciembre de 2011, la inflación acumula un alza de 528% que ha mermado el salario y los trabajadores compran hoy 15% menos que en 1998.

El fracaso no debería causar sorpresas. Durante el Gobierno de Jaime Lusinchi la inflación anual pasó de 15,7% en 1984 a 40,3% en 1987, en plena aplicación del control de precios y con un agresivo plan de multas y cierres a los empresarios que se consideraban especuladores.

Los economistas Robert Schuettinger y Eamon Butler son los autores de un trabajo donde analizan cien casos, ocurridos desde dos mil años antes de Cristo hasta 1978, en que gobernantes de treinta países intentan, infructuosamente, librarse de la inflación a través de los controles de precios.

La conclusión de este premiado estudio es que si bien algunos controles de precios han tenido efecto positivo por un corto período de tiempo, en el largo plazo siempre han fracasado, porque no combaten la causa real de la inflación: el incremento de la cantidad de dinero por encima de la productividad.

El control ha puesto en marcha un ciclo donde el Gobierno debe escoger entre escasez o aumentos de precios.

Para evitar la inflación el Ejecutivo no permite incrementos, entonces, cuando las empresas no pueden cubrir los costos dejan de producir y los consumidores no encuentran los productos en los mercados, forzando a los ministros a aceptar el alza de los precios.

El resultado de este proceso es que en 2011 los productos controlados aumentaron más que los sometidos al libre juego de la oferta y la demanda.

El año pasado la Academia Nacional de Ciencias Económicas publicó un estudio donde analizó las causas de la inflación y propuso un plan para que Venezuela abandone la lista de los pocos países que todavía sufren un acelerado y constante incremento de precios.

El estudio, publicado en el libro Propuestas a la Nación, resalta que el resto de los países de América Latina logró domar la inflación con “mayor responsabilidad en el manejo de las políticas fiscales, separación y autonomía en la política monetaria, avances en el diseño de instituciones que permiten estabilizar el gasto público, desmantelamiento de los controles e intervenciones que restan flexibilidad a los mercados y políticas que minimicen los desestímulos a la inversión”.

Analistas coinciden en que Venezuela es una economía donde los controles, las expropiaciones de empresas y el déficit de inversión frenan la oferta mientras que el alza del gasto público y la emisión de billetes por parte del Banco Central impulsan la demanda, creando una ecuación perfecta para el incremento de los precios.

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Bolívares débiles:

Junto al control de precios la administración de Hugo Chávez instauró un férreo control de cambio a fin de disminuir la galopante demanda de divisas y, en teoría, darle estabilidad al bolívar.

No obstante, en los últimos nueve años el precio del dólar registra un salto de 169% desde 1,6 bolívares hasta 4,30 bolívares y bancos de inversión como Creditt Suisse consideran que en 2013 será inevitable una nueva devaluación.

Básicamente el Gobierno ha tratado de mantener un tipo de cambio estático con alta inflación y la moneda está sobrevaluada, un desequilibrio donde los productos importados son más baratos que los elaborados en el país y por tanto las compras en el exterior crecen velozmente.

Con el tiempo el desequilibrio se torna insostenible, la alta demanda de divisas es imposible de satisfacer y el Gobierno no tiene más alternativa que devaluar la moneda.

Otro factor a tomar en cuenta es que mientras la demanda de divisas aumenta rápidamente la producción de Pdvsa no ha crecido y hay barriles que se venden con descuento, por lo tanto, el ingreso de petrodólares es limitado.


Por: VÍCTOR SALMERÓN
Política | Economia
EL UNIVERSAL
lunes 30 de enero de 2012