“El acuerdo entre Capriles y
López sorprendió a muchos..”
Incluidos los comandos de los precandidatos a las primarias y a ellos mismos. Pero bien, eso no le quita legitimidad y, mucho menos, el derecho que tienen todos los grupos integrados en la MUD de, antes del 12 de febrero, de acuerdo con las circunstancias y posibilidades que tenga cada uno de ellos, buscar alianzas para fortalecer sus opciones de triunfo.
De hecho, ya antes los partidos políticos apoyaron a determinados candidatos, sin que ello causara ningún revuelo ni reacciones desproporcionadas. Al fin y al cabo, la democracia se sustenta dentro de la sana y, a veces, subida de tono, discusión y formas de pensar diferente en la búsqueda permanente y continuada de consensos, hasta donde sea posible.
Vistas las cosas así, entonces, a nadie le puede extrañar que distintas organizaciones políticas busquen aproximaciones beneficiosas para ambas.
Obviamente, esto no le puede agradar a otros contendientes que se sientan perjudicados por tales decisiones. Pero, como todo en la vida, la política tiene sus bemoles, cuando se trata de la lucha por el poder.
Por eso digo, sin ambages ni mojigaterías, bienvenido el debate plural. ¡Ah!, pero sin llegar a descalificaciones desproporcionadas, producto de momentos de tensión que generan reacciones impulsivas, por decir lo menos o, peor aún, basadas en intereses individuales del momento.
Utilizar como excusa la alianza Capriles-López para, de nuevo, jugar a la antipolítica y arremeter contra los partidos (cómodamente desde fuera), resulta un juego muy peligroso y deleznable que, solamente, beneficiaría a Chávez. Eso sería servirle armas al enemigo para que actúe en contra del muy bien logrado acuerdo de la MUD, construido con constancia, mucha paciencia, laboriosidad, responsabilidad y un profundo sentimiento venezolanista.
Quienes hagan el papel de trabucaires, disparando contra la unidad y la esperanza de salir del marasmo en que se encuentra Venezuela, deben ser rechazados, ya que nos retrocederían a etapas ya superadas que tantos problemas causaron en su momento. Por cierto, gracias a esas posturas es que, en su momento, Chávez llegó, sin mayores contratiempos, al poder. Se lo pusieron inconscientemente en bandeja de plata.
Pensar que alguien se arrogue para sí la “última palabra”, es negar de plano la discusión abierta, la confrontación de ideas, es negar la democracia.
Para eso ya basta con Chávez.
Imitarlo desde la oposición es un despropósito imperdonable. En todo caso, el compromiso final es la unidad que algunas personas, muy sensatamente, califican como “unidad superior”.
Bienvenido el debate plural, bienvenido sin dudas. Pero sin que las aguas se salgan de su cauce que, hasta los momentos, ha dado tan buenos resultados. Pocas veces la oposición le ha arrebatado la agenda nacional a Chávez. Pues, bien, este es uno de ellos, aprovechémoslo para motivar al colectivo para que vote masivamente el próximo 12 de febrero. La coyuntura actual no está para juegos florales, por eso creo, fielmente, que lo ocurrido animará un proceso que ya se perfilaba fastidioso y repetitivo, lo que ponía en juego la participación.
Entonces, a meter la cabeza en un tobo de agua bien fría, para que cada quien replantee sus estrategias y líneas de acción a la luz de lo acontecido. En todo caso, sólo faltan 16 días para iniciar el duro camino hacia el triunfo. ¡Que nadie lo empantane!…
Por: FREDDY LEPAGE
@freddyjlepage
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