Triunfalismo que podría reducir el
interés por acudir a las primarias
La alianza entre UNT y AD -a la que después se unieron Copei y otros partidos- desató las críticas de los sectores más cercanos a Henrique Capriles Radonski. Se entendió en ese momento que la alianza era un golpe mortal para la candidatura del gobernador de Miranda y que sería suficiente para permitir que Pablo Pérez triunfara en las primarias del 12 de febrero.
La visceralidad con la que se criticó ese acuerdo entre partidos es similar a la que se emplea ahora para desestimar la alianza entre Capriles Radonski y Leopoldo López. En ambos casos se dijo -desde los sectores afectados- que estos acuerdos formaban parte de decisiones de cogollos, interesados en mantener cuotas de poder.
Esta sobrerreacción demuestra que los venezolanos estamos desacostumbrados a situaciones que son muy normales en política: alianzas y pactos para ganar elecciones y garantizar gobernabilidad.
La unión de Capriles Radonski y López -bautizada en las redes sociales como Capoldo- refuerza los análisis que sobre las primarias se habían realizado hasta el 23 de enero. Según la última encuesta de Consultores 21, si sólo se considera la intención de voto de las personas decididas a votar el 12 de febrero -según C21 la cifra es de 28% del RE- el gobernador del estado Miranda obtendría 51% de los votos, el gobernador del Zulia capitalizaría 30%, mientras López sería apoyado por 11% y María Corina Machado alcanzaría 3%.
En este estudio se señala que en caso que López se retirara 60% de sus votos podrían migrar a Capriles Radonski, 20% optaría por apoyar a Pérez y 6,3% a Machado.
Si quien abandona la carrera por la nominación presidencial es Machado, 41% de sus votos serían para el gobernador del estado Miranda y 23% para el gobernador de Zulia.
¿Le basta a Capoldo para ganar por sí solo?
Quienes apoyan la candidatura de Pérez afianzan su percepción de triunfo en la maquinaria de UNT -especialmente en el estado Zulia- y la estructura partidista de AD, la única organización de oposición que posee verdadera estructura nacional.
Sus cálculos son sencillos: La alianza principal entre AD, UNT y Copei le debería reportar a Pérez hasta 1,7 millones de votos; suficientes para evitar que la movilización espontánea a favor de Capriles Radonski sea un factor decisivo.
Desde la perspectiva del bloque socialdemócrata este impacto es suficiente para ganar, especialmente si se considera que -al margen del dato de participación de C21 que la propia encuestadora reconoce como alto- la participación estimada que genera mayor consenso es la que indica que asistirá 10% del RE (1.7 millones de personas). Un segundo escenario sugiere que la participación será de 16% del RE (2,7 millones) y el escenario más optimista sugiere una participación de 20% (3,5 millones).
Si se analiza por ámbitos geográficos, las regiones Capital (19%), Central (20%) y Zuliana (21%) registran los mayores índices de participación. La menor motivación -y esta es un alerta para la oposición de cara a la elección presidencial- se encuentra en los llanos, en donde apenas quieren votar 3%, en la región Oriental 5% y los Andes 9% (un teórico bastión de López y Voluntad Popular).
El peso de la maquinaria en Zulia -y la disciplina partidista- pareciera indicar que es definitorio; sin embargo, los estudios de opinión pública indican que, aunque Pérez gana en su terruño, la ventaja no es lo suficientemente amplía como para compensar la ventaja que exhibe Capriles Radonski en la zona capital y central del país.
En un enfrentamiento cara a cara en el estado Zulia entre los dos gobernadores Pérez obtiene 57% y Capriles Radonski 40%.
Por otra parte, la ventaja más amplia para el gobernador del estado Miranda se registra en la zona capital (80%-18%) y en los llanos (69%-23%). En el caso de la zona central del país 61% de los electores, dispuestos a participar en las primarias, dicen que votarán por Capriles Radonski y 37% lo harían por Pérez.
Aunque López no posee una maquinaria nacional que ceder a Capriles Radonski de cara a las primarias, su alianza es un soporte determinante para el gobernador de Miranda. La candidatura de Pérez se fortalecía -como es evidente- a medida que López pudiese restar electores a Capriles Radonski. Otro factor a considerar es el impacto que puede tener la estructura de Proyecto Venezuela en la zona central del país, inicialmente comprometidos con la candidatura de López.
Visto el panorama previo al 23 de enero se puede concluir que las opciones de triunfo de Pérez se fundamentan en una participación escasa el 12 de febrero (lo que amplificaría el efecto maquinaria); mientras las opciones de Capriles Radonski están asociadas a la participación espontánea y a la despartidización de los votos. Lo tiene precisado el gobernador del estado Miranda cuando insiste en que se necesita una amplia participación el día de las primarias. El principal handicap de la nueva alianza se encuentra en el exacerbado triunfalismo en las últimas horas. Triunfalismo que podría reducir el interés por acudir a las primarias entre quienes hasta la fecha declaran que votarán por el gobernador del estado Miranda.
La alianza con López aumenta el favoritismo de Capriles Radonski, sin embargo aún no ha ganado las primarias, mal harían sus votantes en cantar triunfo anticipadamente y desmovilizarse.
* Eugenio G. Martínez: Periodista especializado en la cobertura electoral. Comentarista de RCR (750 am) Profesor universitario y consultor organizacional.
Por: EUGENIO G. MARTÍNEZ
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EL UNIVERSAL
jueves 26 de enero de 2012