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ZULIA: Alexander Quintero protesta dentro de un ataúd por el asesinato de su hijo

Un año y nueve meses lleva el llamado caminante de la paz esperando castigo para los culpables del crimen de Alexis Quintero.

“Cuando la justicia no llega…”

 

A las puertas del Ministerio Público, cerca de la avenida 5 de Julio de Maracaibo, estado Zulia, se encuentra Alexander Quintero, un hombre de 59 años de edad que lleva un año y nueve meses esperando que se haga justicia por el asesinato de su hijo Alexis Quintero Montiel que fue perpetrado, según él, por funcionarios de la Policía del Municipio San Francisco. Desde la semana pasada mantiene una protesta muy particular: está dentro de un ataúd en huelga de hambre y dice que no desistirá hasta que los responsables sean encarcelados.

“Es una pesadilla lo que se vive cuando te matan a un hijo o un familiar y nadie te da respuesta. Te sientes impotente, no crees en el Gobierno, no crees en la justicia, no crees en las instituciones. Sólo crees en Dios, que hace justicia”, es uno de los mensajes que se puede leer en la tapa del féretro y que ha llamado la atención de las personas que pasan por allí, incluso de los mismos trabajadores del edificio gubernamental. “¿Cómo se siente, qué le han dicho?”, le preguntó un funcionario sigilosamente.

Su esposa, Minerva de Quintero, y John Quintero, uno de sus hijos, lo acompañan en su manifestación. Vive en el sector Fundabarrio de la parroquia Los Cortijos del municipio San Francisco y a cualquiera que pregunta le cuenta lo que pasó con Alexis Quintero. Todo comenzó el 27 de marzo de 2010, cuando a las 2:00 pm una comisión de la Policía de San Francisco detuvo al joven porque supuestamente no tenía cédula de identidad. A la vista de todos lo montaron en una patrulla y se lo llevaron.

“Se fueron por detrás del mercado de Fundabarrio, le robaron su Blackberry, la cartera, el reloj, una cadena de oro y sus zapatos, y allí le dispararon. Recibió un tiro en el pecho, aunque la comunidad escuchó varias detonaciones. Le sembraron un arma y droga, y hay testigos de eso. Lo agarraron y lo llevaron al CDI de la vía a Perijá, pero ingresó sin signos vitales. Después trasladaron el cuerpo a la morgue, donde me lo descuartizaron”, relata Quintero con voz entrecortada.

El hombre, que también es conocido como el caminante de la paz por manifestar contra las políticas del presidente Hugo Chávez, como la reforma constitucional de 2007, acudió al día siguiente a la comandancia de la Policía de San Francisco porque le habían dicho que su hijo estaba allí detenido. Afirma que cuando entró al recinto y preguntó por Alexis Quintero uno de los funcionarios le contestó: “Te lo mandaron a matar para que dejaras de caminar en contra de Chávez”.

El comisario de la Policía de San Francisco, Danilo Vílchez, declaró a los medios que Alexis Quintero se había enfrentado con una comisión después de haber robado la panadería Nuevo Renacer, lo que posteriormente fue desmentido por el propio dueño del establecimiento en la Fiscalía, asegura Quintero. Después, el funcionario lo señaló como violador y azote de barrio, lo que también fue desmontado por la comunidad de Fundabarrio. Al final, el propio organismo policial admitió que se había tratado de una equivocación.

“Yo acuso a Danilo Vílchez, me amenazó”, dice el caminante acostado en su urna, a la que le colocará ruedas para llevarla por todas las fiscalías del país.

Sin respuestas:

Quintero indica que en agosto del año pasado la titular del Ministerio Público, Luisa Ortega Díaz, nombró al fiscal nacional Alejandro Méndez para que llevara el caso, pero éste supuestamente engavetó la orden. Otro obstáculo también ha sido la fiscal superior del Zulia, Adamelis Brason Duque, ya que Quintero asevera que no ha querido suministrar las pruebas que están dentro del expediente. “No me levantaré hasta no obtener justicia y si es necesario pondré mi urna en toda la calle”, asegura.

Agrega que han sufrido mucho y que cuando les toca dormir a las puertas del Ministerio Público las patrullas de la Policía de San Francisco pasan por el lugar para amedrentarlos. “La mayoría de los policías de ese cuerpo son unos choros.

Yo pienso que los que ajusticiaron a mi hijo estaban drogados porque no puedo creer que hayan cometido un acto tan horrendo”, apunta.

Minerva de Quintero, madre de Alexis, siente impotencia de que en el país no haya justicia y porque todos los días matan a personas inocentes. “Los hijos le duelen a la madre, por eso hay que defenderlos con las uñas. Esto es un dolor que no se quita con ningún medicamento y yo descansaré cuando me muera porque este vacío no lo llena nadie”.

El caminante de la paz finaliza diciendo: “Si aquí matan un cubano traen a la Disip y a quien sea para que el crimen sea resuelto, pero para el hijo del panadero o el pollero nada”.


Por: JOSÉ JAVIER MORONTA
ZULIA | MARACAIBO
Seguridad | Ciudadana
EL NACIONAL