“Chávez el dilapidador..”
■ Cayeron el empleo y la producción agrícola mientras las importaciones llegaron al nivel más alto.
Un retrato de quienes han estimulado el enfermizo culto a su personalidad nos ofrece el Dr. Herrera-Vaillant en un magnífico artículo (EU 12-01-2012) en el que relata lo frecuente que es encontrarnos con mandatarios que comienzan a perder el poder político antes de que ellos mismos lo perciban. Hitler llegó al final de sus días delirando como si aún tuviera aquel poder absoluto con el que casi destruye Europa, aunque en realidad ya era “una bestia acorralada”. Gadafi creyó hasta sus trágicos momentos finales que el pueblo libio le amaba masivamente. La lista incluye al dictador peruano Velasco Alvarado (admirado por Chávez) y Cipriano Castro. “Hasta el día que por su salud o baja popularidad -dice lapidario el articulista- dejaron de ser útiles a sus guardias pretorianas”.
A juzgar por sus declaraciones en las que jura no ser culpable de las terribles cifras de inseguridad e inflación, Chávez cree estar viviendo aún aquellos tiempos de fervor popular cuando la multitud gritaba “con hambre y desempleo, con Chávez me resteo”. Después de 13 años de creciente inseguridad y enormes ingresos, con más de 19 mil muertes violentas en 2011, con abundante armamento militar en manos de los delincuentes mientras policías mal pagados solo tienen una pistolita, ¿quién va a creer que Chávez no tiene la culpa de la inseguridad reinante si asigna un presupuesto para la seguridad personal seis veces inferior al que derrocha en equipos militares para una guerra imaginaria con El Imperio? ¿A quién pretende convencer acusando a gobernadores de oposición del incremento de la inseguridad, si cifras del Cicpc comprueban que en el municipio Libertador, comandado por el rojo Jorge Rodríguez, las muertes violentas en 2011 fueron 30% más altas que las del Edo. Miranda, al duplicar la tasa promedio de asesinatos con 95 víctimas por cada 100 mil habitantes? Los jueces que Chávez controla apadrinan una impunidad superior al 90% de los crímenes cometidos y en el estado Vargas, con un gobernador rojito, la impunidad alcanza el 93%, dado que en 2011 hubo más de 430 homicidios y solo 15 detenidos (EN 11-01-2012)? ¿No es Chávez quien llama “buenandros” a los “malandros” y permite el arsenal de guerra de los grupos irregulares que bajo el manto de la Revolución hacen guarida en el 23 de Enero? ¿No ungió como héroe a Kevin Avila, quien vejó a la rectora y destruyó bienes de la UCV? ¿Y los malandros en nóminas oficiales equipados con poderosas armas y motocicletas para aterrar a quienes disienten? ¿Y la asignación de un “salario” a cada preso superior a las becas estudiantiles, en vez de construir y humanizar las cárceles e intentar rehabilitar a los reos para incorporarlos a la sociedad, como hacen los países civilizados?
El Chávez dilapidador de más de $70 mil millones en fondos paralelos, que le quitó 3 ceros a la moneda y la devaluó hasta convertir el salario en sal y agua, es el que pretende negar la culpa de que suframos la inflación más alta del continente y una de las más altas del mundo. El 2011 cerró con 27,6% de inflación, los alimentos se dispararon al 33,6% (impuesto monstruoso para los más pobres) y con 24% de escasez de productos básicos. Por eso en 2011 aumentó el índice de miseria en Venezuela a causa de la inflación y el desempleo (EN 13-01-2012). Cavidea, registró en 2011 “niveles históricos de escasez”: faltaron leche en polvo, aceite de maíz, harina precocida, carne, café y queso hasta 40%y la escasez presiona al alza la inflación. Los alimentos son hoy 21 veces más caros que en 1998. La devaluación encareció 65% la importación de insumos, e hizo insostenible la producción de aceite, margarina y otros. ¿Y no fue Chávez quien devaluó para gastar más bolívares? El Gobierno aumentó precios de la cesta básica entre 19% y 60% en 2011. La escasez en Pdval se ubicó en 48,2% y en Mercal 50%. El Ejecutivo controla 42% de harina de maíz, 75% del café, 40% del arroz, 25% del aceite y 25% de leche, que escasearon casi todo el año.
Chávez atribuye los altos precios a “la especulación” y los expertos a la emisión de dinero inorgánico del BCV, endeudamiento creciente, control de precios y caída de la producción a causa del acoso al sector privado y las “expropiaciones”, todas causales atribuibles a Chávez. La toma de fincas del Sur del Lago para dárselas a Rusia, desplomó 60% la producción de carne, leche y plátanos. Mientras Chávez siga con las confiscaciones destructoras de la producción, la inflación y la pobreza seguirán subiendo. Cayeron el empleo y la producción agrícola mientras las importaciones llegaron al nivel más alto de tres años según cifras del BCV. La Revolución inepta le dijo adiós a los cuentos del “desarrollo endógeno” y de la “soberanía alimentaria” para dar paso a las importaciones masivas y la inflación desatada. (¡”Así, así es que se gobierna”!)
Por: MARTA COLOMINA
mcolomina@gmail.com
domingo 15 de diciembre de 2011