ALTO
Sin desperdicio de una sola letra nuestra columna del 20 de diciembre y el análisis sobre Diosdado Cabello y su designación el 11 de diciembre como Primer Vicepresidente del partido de Gobierno. No han pasado siquiera cuatro semanas -apenas 25 días-, el ahora “mano dura” del partido es también el presidente de la AN. Sea quien sea el designado por Chávez para la Vicepresidencia de la República, no hay ni habrá en el país hombre más poderoso que el teniente Diosdado Cabello, después del propio Chávez por supuesto. Así de simple, sin importar que los caza nubes y fracasados del Frente Francisco de Miranda sigan haciendo asambleas y creando batallones, los ineptos que por 13 años y desde el Gobierno sólo sirven para llenar escenarios de las transmisiones presidenciales, y los boliburgueses y bolichoros continúen haciéndose millonarios arropados en las banderas de la revolución.
Las primeras declaraciones de Diosdado como presidente de la AN son perfectas, de librito: arengas a favor del ídolo, del Jefe, pero a quien ahora puede públicamente mirar a los ojos sin pestañear, cara a cara. Este operador del partido de Gobierno (diciembre) es el mismo que ahora (enero) revisará la letra chiquita de los créditos adicionales, los contratos petroleros, dispondrá de sistemas de inteligencia y espionaje propios, de recursos, de una burocracia que nadie audita y, extremadamente importante, con entrada franca, diurna y nocturna, al Fuerte Tiuna. Como si fuera poco, la campaña presidencial está por arrancar y Diosdado ocupa dos cargos de los que prácticamente ahora resulta inamovible, a menos que se quiera dar una pésima señal política.
Insistimos en lo que nos han señalado nuestras fuentes en el chavismo: a Cabello se le puede acusar de muchas cosas, menos de ideólogo, no anda con teorías como la del “árbol de las tres raíces”, ni “la isla de la felicidad”, ni que “todo empresario es vendepatria y pitiyanqui”, ni que “el comercio regional se basará en una moneda que se llama Sucre”. A Diosdado se le ha oído decir claro y reiteradamente -y los sistemas de inteligencia de Miraflores así lo registran- “Yo no soy comunista”. ¿Será verdad aquella teoría de que en efecto existió, existe y crece un chavismo sin Chávez? ¿Tendrá esa unción algo que ver con la salud del Caudillo? ¿Qué análisis ha hecho Chávez para hacer este doble nombramiento? Por ahora, a expertos y honestos chavistas (!los hay..!), gracias por la pertinencia y validez de la información.
Estas fuentes nos señalan que la sorpresiva designación de Diosdado como obvia “mano derecha” al momento de iniciarse “la batalla de las batallas por la presidencial” ha llenado ambientes rojo rojitos, de caras largas, diálogos pesados, y el nerviosismo, como la tos y el dinero, se hacen difíciles de esconder. Apenas se supo la noticia, los analistas de CNN hicieron un especial. En medio de una discusión generada por Eva Golinger -la panfletaria abogada internacional tarifada del chavismo- que acusaba de sesgada a la cadena de noticias, el periodista interrogó a su audiencia: “¿Estamos ante el relevo? ¿Será el potencial candidato de la revolución bolivariana?”. Cerrando la columna, un destacado analista me llama dejándome estas cuatro interrogantes: ¿Pudo Diosdado cuidar la presidencia en el 2002 sin Baduel en Maracay, o pudo hacer Baduel lo que hizo en Maracay de no haber contado con Diosdado en Caracas?; Fidel, Fidel, ¿dónde está el asesor, el maestro de maestros de Chávez, a la hora de este doble nombramiento? ¿También estará enfriada la relación con Fidel? y, finalmente, ¿tú crees que estos nombramientos son un síntoma de fortaleza o de debilidad en Chávez? Decir que Cabello es el líder político del ala militar del chavismo es un refrito. Basta revisar la incompetente pero compleja y sólida burocracia militar que caracteriza nuestra administración pública.
Como observadores permanentes de lo que ocurre en la banda chavista, no podemos pasar por alto que no habían pasado 24 horas del ascenso de Cabello a la Presidencia de la AN cuando Chávez anuncia la designación de Henry Rangel Silva como ministro de Defensa. Alguien muy cercano al Presidente me indica: “… Son decisiones producto de la soledad. Pareciera ir hondo, solo, hacia su propio laberinto… ” ¿Por qué?, pregunto. “Pues porque la designación de Rangel Silva es una provocación innecesaria a la oposición y al país civil, independiente, apolítico, que nada tiene que ver con nuestras luchas internas y al que necesitamos para ganar en octubre.
Recordemos que Rangel Silva es quien dice de manera muy imprudente el 8 de noviembre del año pasado que ‘la FAN no tiene lealtades a medias sino completas hacia un pueblo, un proyecto de vida y un Comandante en Jefe. Nos casamos con este proyecto de país… ‘ Y segundo, Rangel Silva junto con el general Hugo Carvajal es la permanente comidilla dentro de los cuadros militares por sus “supuestas vinculaciones con la narcoguerrilla”. El amigo se refería a que ambos aparecen en la lista del Departamento del Tesoro de EEUU, el cual, a través de su Departamento de Control de Activos Extranjeros, aplica la famosa Ley Kingpin. Con la aplicación de esa Ley EEUU -y con él la mayoría de los estados democráticos- tienen identificados a 1.070 ciudadanos de países sospechosos de ayudar, proteger o estar relacionados con narcotraficantes, por lo cual se les bloquean todos sus bienes ubicados en jurisdicción americana. Pero es tan fuerte y valorada esta Ley, que señala que le está prohibido a cualquier tercero vincularse, hacer negocios, manejar activos con las personas que se señalen.
Es tan grave ser sospechoso de vinculación que las penalidades criminales son entre $5 y $10 millones con 30 años de prisión. Bueno, en esa lista hay tres venezolanos con su respectivo numerito: 384, para Hugo Armando Carvajal Barrios; 385, para Henry de Jesús Rangel Silva y 366, para Ramón Emilio Rodríguez Chacín. Los tres aparecen con fecha 12 de septiembre del 2008. De este asunto hablan en cuarteles y fuertes militares desde hace tres años y en medio de la enfermedad presidencial, la lucha intestina dentro del PSUV, el inicio de la campaña, la mala gestión de servicios, con una inflación que golpea a los más pobres, la delincuencia desatada y encuestas -propias y ajenas- que ponen en entredicho la permanencia en el poder de la opereta del Socialismo Siglo XXI, viene el propio Presidente a designar a Rangel Silva como ministro de la Defensa. ¿Sabía Diosdado de la designación de Rangel? ¿Sabía Rangel de la designación de Diosdado? ¿Hasta donde podrán apenas respirar Giordani, Jaua, Maduro, Aristóbulo, Ramírez y demás miembros de la corte mirafloriana si se formaliza una alianza dura Cabello-Rangel Silva? Dejo a usted, amable lector, la oportunidad de dar las respuestas a todas estas interrogantes. Yo, por ahora, me voy a releer “Confidencias imaginarias de Juan Vicente Gómez”, de Ramón J. Velásquez (Ediciones Centauro, 1979), pues presiento que voy a encontrar alguna luz para entender la dinámica de cómo se nos están presentando los acontecimientos. Feliz Año.
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NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
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martes, 10 de enero de 2012