El euro cumple 10 años
pero nadie lo celebra

■ Temen colapso de la moneda única.

■ Países ceden soberanía para asegurar supervivencia de la moneda única.

■ La crisis económica acabó con la estabilidad y el crecimiento en la eurozona.

■ La divisa europea cerró el año 2011 en su nivel más bajo desde que salió a la circulación hace 10 años.

■ “El proceso de fusión monetaria fue muy acelerado para algunos países que no tienen la disciplina fiscal necesaria para que el sistema funcione”, sostiene Luis Boggiano, investigador del IESA.

■ En marzo de 2012 se aprobará otro tratado, el cual obligará a las naciones signatarias a mantener el déficit fiscal por debajo de 5% y, según analistas, a ceder soberanía.

El cierre del mercado de divisas en Europa en 2011, ocurrido el pasado viernes en la última jornada de transacciones del año, no pudo tener un resultado más revelador. El euro quedó en su nivel más bajo de los últimos 10 años, la tasa de cambio frente al dólar bajó hasta 1,2958, cifra inferior a la “barrera psicológica” de 1,30, con la que el mercado festejó con ironía y por todo lo bajo el décimo aniversario de la moneda única europea conmemorado el primer día de 2012.

El día de Año Nuevo de 2002, centenares de miles de europeos coparon los cajeros automáticos para tener en sus manos los primeros billetes comunitarios; diez años después, la incertidumbre sobre el futuro de la eurozona, agobiada por la crisis de la deuda, enfrió el ánimo para la celebración del cumpleaños, hasta el punto de que la Comisión Europea descartó conmemorar la fecha. “Eso no quiere decir que no estemos orgullosos de nuestra moneda única. Creemos que sigue siendo uno de los mayores logros de la historia europea”, dijo el portavoz comunitario Olivier Bailly.

A partir de la adopción del euro, devino un período de estabilidad y crecimiento de las economías de los países signatarios. La homologación de las tasas de interés abarató el crédito en el continente, países como Grecia e Irlanda colocaban papeles soberanos en condiciones similares o más ventajosas que las de Alemania y Francia. La deuda pública y privada comenzó a crecer en forma desproporcionada hasta que en 2008 la crisis financiera global dejó ver con claridad las imperfecciones de la unión monetaria europea. Vino entonces la recesión, hasta que entre 2010 y 2011 Grecia, Irlanda y Portugal se quedaron sin dinero para honrar los vencimientos de sus bonos públicos y fueron necesarias rescates financieros superiores 300.000 millones de euros, aportados por la eurozona y el FMI, para atajar la crisis. Cuando la posibilidad de impago se extendió a España e Italia, demasiado grandes para un rescate, la sombra del colapso sistémico se proyectó sobre la moneda única europea.

Las declaraciones alarmantes se sucedieron. Nouriel Roubini, premio Nobel de economía, calificó de probable la separación de la eurozona si se daba la salida de un país como España e Italia. El economista jefe de Citigroup, William Buiter, dijo que la separación sería caótica, y llevaría a la depresión global. “Abramos los ojos: el euro y Europa están al borde del precipicio”, declaró el creador del euro y primer presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, para quien la eurozona fue defectuosa desde su creación, pues no se tuvieron en cuenta las debilidades y los desequilibrios en las diferentes economías.

Unión o soberanía:

Las dificultades financieras que padeció Italia en los meses finales de 2011, que llevaron a la caída de Silvio Berlusconi, marcaron un punto de inflexión en la crisis de la eurozona. Con una deuda cercana a 1,9 billones de euros, no existe la posibilidad de financiar un rescate para Italia como se hizo con Grecia y Portugal, lo que obligó a los líderes europeos a plantear en la última cumbre de Bruselas, realizada a comienzos de diciembre, la redefinición de los tratados para incluir normas estrictas en el manejo fiscal de los países miembros que pongan límite al desequilibrio entre ingresos y gastos.

“Creo que el proceso de fusión monetaria fue muy acelerado para algunos países que no tienen la disciplina fiscal necesaria para que el sistema funcione”, sostiene Luis Boggiano, investigador del Iesa, experto en finanzas.

Para Boggiano, el hecho de que cada nación mantenga su autonomía en el manejo presupuestario y pueda decidir independientemente sobre el manejo de su déficit, atenta contra la estabilidad del euro, pues un incumplimiento de compromisos denominados en esa moneda por algún país arrastraría a todos los demás.

El acuerdo sellado en la cumbre de Bruselas, rechazado por el Reino Unido, conducirá a la redacción de un nuevo Tratado del Euro que deberá ser aprobado en marzo. El pacto obligará a las naciones signatarias a mantener el déficit fiscal por debajo de 5%, medida que es vista por sus detractores como una cesión intolerable de soberanía, pues significaría el control colectivo de los presupuestos nacionales.

2011 horrible:

En los últimos días, en vez de felicitarse por el cumpleaños del euro, los responsables políticos europeos prefirieron llamar a sus conciudadanos a enfrentar los desafíos para salir de esta crisis inaudita, según expresión del presidente francés Nicolas Sarkozy, reseñada por AFP. De acuerdo con la canciller alemana Angela Merkel, 2012 puede ser más difícil que el “año horrible” que acaba de vivir la zona euro. Al comenzar el año, cuando los gobiernos deberán volver masivamente a buscar financiamiento en los mercados, Grecia se juega su supervivencia financiera en difíciles negociaciones con los bancos previstas para reducir en 50% sus deudas.

Debido a las reticencias de Alemania para pagar, la Eurozona no ha conseguido dotarse de un escudo suficientemente sólido para ayudar al mismo tiempo a varios países del tamaño de España o de Italia.

En Fráncfort, el Banco Central Europeo difundió en su portal de internet un breve video para recordar lo benéfico del euro.

“Durante la pasada década, la moneda única se convirtió en el símbolo de la integración y de la cooperación” en Europa, según el presidente del BCE, Mario Draghi. “Los ciudadanos de la eurozona pueden estar seguros de que el BCE seguirá fiel a su mandato de mantener la estabilidad de los precios”, prometió Draghi.

Por: ALBERTO COVA
acova@el-nacional.com
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