Uno de los niños, de 7 años de edad,
está internado en terapia intensiva
■ La mujer, que prestaba servicios en el Hospital Pérez Carreño, está detenida en la Comisaría del Cicpc en Catia.
■ A la emergencia del hospital Vargas llegó Eumis Carolina Tovar Martínez, de 28 años, con sus tres hijos, la mañana de ayer.
■ La mujer, quien es enfermera del hospital Pérez Carreño, había inyectado a los niños, de 6, 7 y 12 años, una fuerte dosis de dos antidepresivos con la intención de envenenarlos y causarles la muerte.
Ayer en la mañana, Eumis Martínez, enfermera de 28 años de edad que trabaja en el Hospital Miguel Pérez Carreño envenenó a sus 3 hijos de 12, 7 y 6 años de edad: les inyectó el antidepresivo Neurotin de 300 miligramos y les suministró el ansiolítico Bromazepan de 6 miligramos.
La abuela de los niños y madre de la enfermera, Eustaquia Martínez, se percató de la situación y llevó a los niños al Hospital José María Vargas con la ayuda de unos vecinos.
Al llegar al centro asistencial los médicos decidieron trasladar al niño de 7 años al Hospital J. M. de los Ríos al niño, pues es el que está más dedicado de salud.
Extraoficialmente se supo que el pequeño permanece en terapia intensiva. El diagnóstico del personal médico es reservado. Los otros dos niños están fuera de peligro en el Hospital Vargas.
Madre admite desequilibrio:
Eustaquia Martínez dijo que aunque su hija vive con ella y los niños en un apartamento en la urbanización Bolívar de San José de Cotiza, nunca tuvieron una buena relación.
“Ella me odia, siempre me tuvo rabia, toda la vida, y no se por qué”, expresó.
Admitió que la enfermera tiene desequilibrio y que siempre la regañaba por llevar amigos y amigas al apartamento para ingerir licor y escuchar música a alto volumen. “Últimamente se veía más desequilibrada”, afirmó. La madre de los niños fue detenida por funcionarios de la Policía Nacional y posteriormente fue entregada a una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Esta recluida en una comisaría de la policía judicial en Catia.
Presumen que la madre quiso que no sufrieran:
El presidente de la Sociedad Venezolana de Psicología de la Salud, Gilberto Aldana, dijo que de acuerdo con el modus operandi utilizado por la enfermera para atentar contra la vida de sus hijos, la mujer intentó matarlos sin que sufrieran.
“Lo más probable es que buscó una muerte piadosa para los niños. El hecho de ser enfermera le permite conocer las reacciones que puede tener una persona si le suministra Neurastin o Bromazepan, y lo peligroso es que si le da una cantidad inadecuada le produce mucho sueño y puede quedar dormida y no despertarse más”, destacó el especialista.
Aldana sugirió que la mujer tiene que ser sometida a exámenes para evaluar sus condiciones psicológicas: “Esta enfermera sin duda tiene desequilibrios mentales, pero se debe determinar si son producto de depresiones personales, presión social o de problemas económicos.
Quizá si se sentía fracasada, consideró que sus hijos no merecían vivir en ese estilo de vida y por eso atentó contra ellos”.
Agregó que el caso debe servir de reflexión a los profesionales de la salud: “Es muy importante que los médicos y enfermeras tengan salud mental y que tomen en cuenta los cuidados necesarios que se deben aplicar. Además de que son responsables del bienestar de los pacientes, tienen acceso a medicamentos y tratamientos que pueden acabar con la salud de cualquier persona”.
Por: ANGÉLICA LUGO
alugo@el-nacional.com
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