¿Es posible ser un símbolo
sexual venezolano…?

■ Mujeres fatales, como Diosa Canales, explotan los estereotipos femeninos que disparan el deseo.

Todas las miradas se juntan en la espera. Hasta que ella aparece y regala, mientras se abre paso, una sonrisa como de felicidad en suspenso. “Estoy clara en lo que hago y conozco los límites de lo que me propongo”, afirma la joven de 24 años de edad que hace poco generó una viva polémica en la red, al anunciar que se desnudaría en twitcam, y sus seguidores, que entonces llegaban a 23.000, esa noche pasaron a una legión de 445.000.

De madre católica y papá evangélico, Diosa Canales está decidida a convertirse en símbolo sexual que trascienda más allá de los límites de esta república bolivariana. Con la firme y honesta convicción de que su cuerpo es su mejor arma, esta joven andina, de modesta estatura que le impidió ingresar al Miss Venezuela, posee otros atributos como el canto y la ejecución de algunos instrumentos, ya que su padre es músico.

El libro que viene a lanzar es parte del plan para imponerse entre los hombres que subordinan los razonamientos a la emoción.

“Diosa Canales no es una mujer sensual sino abiertamente sexual; es decir, va más allá de la mujer amada para convertirse en la amante ideal y que, por lo tanto, más que complacer con su entrega, también reta y actúa en forma mucho más activa para desafiar y poner en peligro al hombre que la pueda conquistar”, explica el psiquiatra y sexólogo Roberto de Vries, quien ve en la llamada femme fatale la simbología del poder femenino que se genera en el sexo y la sexualidad, así como del erotismo y que, por tanto, “también representa el ideal de placer, al tener todo lo que un hombre aspira tenga la mujer que elija como compañera: belleza, capacidad amatoria y reproductora”.

De Vries señala que una femme fatale, tal como lo indica su nombre es una hembra que atrae sexualmente al macho pero que, al mismo tiempo, representa, como en otras especies animales, el reto continuo, lleno de peligros, que puede llevar a la muerte, de enfrentarse a una mujer que, es arriesgado conquistar.

Diosa al desnudo:

La polémica sobre Diosa Canales se trasladó de las redes sociales al “atrevimiento” de El Nacional por publicar Soy tu Diosa, Confesiones, libro que mezcla frases de la artista con fotos en diversas poses.

Diosa Canales se frota las manos y espera que el libro añada más leña al fuego de la controversia. ¿Puede esta joven ser motivo de estímulo sexual? De Vries dice: la libido masculina se puede mantener, recuperar y optimizar con este tipo de imágenes que llevan al máximo los estereotipos del deseo sexual.

Eso estimula el poder sexual masculino que quiere utilizar el sexo para poder satisfacerse sexualmente pero también, ser capaz de satisfacer.

El placer del escándalo. Diosa Canales lo admite: su estrategia es polemizar. “Que los hombres que me ven desnuda se conmocionen y que las mujeres envidien mi atrevimiento”, es su deseo, porque para ella “desnudarse es un arte”.

En su caso, ocurre un fenómeno, Diosa Canales es admirada también por la comunidad gay de ambos sexos.

Los tuits que recibe a diario así lo confirman.

Si abrigara planes de candidata, ganaría en cualquier primaria. “Pero la política no es mi interés; tanto oficialistas como opositores me han contactado para hacerme parte de sus equipos, pero yo me niego, porque mi compromiso es con el público”, enfatiza e ilustra con picardía de niña su ideología al tomar sus senos con ambas manos: “Mira, esta es capitalista y esta, socialista”.

Surge entonces la pregunta si esta joven, que se inspira en Iris Chacón, es pornografía o erotismo con marcado tinte comercial.

“Para mí esto no es, para nada, pornografía; llamémoslo erotismo de profundo contenido de sensualidad”, responde De Vries.

El experto dice que para muchas personas, en las que se incluye, la pornografía se reduce a la exposición intencional y permanente tanto de genitales en primerísimos planos que, además se encuentren estimulados.

“Uno termina reconociendo rápidamente cuando una realidad es pornográfica de la que está hecha con alto erotismo y que, por otra parte, no hay que confundir con el arte erótico que, viene a ser la presencia de un erotismo que genera, además de estimulación sexual, un sentimiento estético”.

Para el sexólogo, en el fenómeno Diosa Canales hay pornografía y hay erotismo y dentro de cada una de ellas existe la posibilidad de encontrar vulgaridad o arte.

De esta manera hay una pornografía vulgar y una pornografía artística y también un erotismo vulgar y un erotismo artístico.

“Ella tiene que definir si va a ser un erotismo vulgar o, por el contrario, un erotismo artístico y que, demostrará cómo decide ella manejar su gran belleza, atractivo y capacidades eróticas”, señala De Vries Diosa Canales sonríe cuando se le pregunta por el futuro.

Sabe que en una década serán menos los hombres que volteen para mirarla. Por ahora su cuerpo es su talento. “Nada como una mujer desnuda para simular inocencia”, dijo en una ocasión Henry Miller.

Por: ELIZABETH ARAUJO
SEXO SIN TABÚ
Salud | Sexo
EL NACIONAL