¿En dónde quedó la
racionalidad…?
Esta semana se produjeron hechos que ya no sorprenden a la opinión pública pero que sin duda, marcan el camino de la senda por la que transita Venezuela. Cualquier grosería se convirtió en garante de la Libertad de Expresión, mediante el aval de la “justicia” que determinó que sancionar a una persona por utilizar un término soez es violentar el derecho que tiene a expresarse. Un mensaje claro para quienes deseen denunciar cualquier injuria en alguna institución judicial.
Es la misma justicia que está recibiendo instrucciones de la Fiscalía General de la República para prorrogar la detención de la juez María Lourdes Afuini, sin que hasta el momento haya sido juzgada y con el agravante de una salud deteriorada, por la presencia de quistes en la axila y el seno. Henry Vivas es otro que enfrenta el peso de la impunidad, sufriendo en carne propia la impotencia al ver su salud en condiciones críticas, mientras que los familiares de Iván Simonovis continúan luchando para alcanzar la medida humanitaria.
Mientras esto ocurre, en las redes sociales -medios informativos alternativos- se conoció el fallecimiento del actor cómico Juan Carlos Adrianza en un accidente automovilístico ocurrido en el estado Guárico, en donde se producen constantemente accidentes viales y se ha denunciado el pésimo estado de las carreteras. A la desagradable noticia se suma la decepcionante acción de algunos “ciudadanos” que inescrupulosamente se atreven a subir fotografías de cadáveres sin importar el dolor de familiares, amigos, sin ni siquiera pensar que cualquiera puede ser víctima de un accidente de tránsito, mucho peor las miles de personas que siguen estas cuentas ¿en dónde quedó la racionalidad?, las autoridades no hacen nada al respecto.
Pero lo poco que quedaba en la capacidad de asombro de los venezolanos fue sepultada ante el espantoso caso de la tortura y el asesinato de un menor de 5 años de edad, en Guanare, estado Portuguesa; los habitantes de la zona protestaron para exigir la tan anhelada justicia con un saldo de negocios saqueados, quemados y 6 heridos, luego de esta acción fueron imputados los presuntos responsables ¿Había que llegar a estos extremos?
A dos semanas para que celebremos el nacimiento de Jesús y el cierre del año 2011, es necesario una autorreflexión de todos los ciudadanos, para impedir que nuestro insólito universo expropie la racionalidad y permita la recuperación de nuestra sociedad, el cual es vital si deseamos promover el cambio en la nación, dependerá en principio de nuestro aporte, no permitamos que tanta impunidad, atropellos y falta de valores en algunos casos, se consoliden como situaciones cotidianas, porque en esencia nunca han sido las características predominantes en los venezolanos, o al menos esa era la visión antes de enfrentar este proceso de transformación. Demostremos que sí podemos ser referencia en el mundo, aún hay tiempo.
Por: ORIAN BRITO PEÑA
orianjesusbrito@gmail.com
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EL UNIVERSAL
sábado 10 de diciembre de 2011