“Pronto llegará el
día de mi suerte..”
El autócrata busca llegar a fondo, hacerse sentir en su inutilidad y radicalizar su proceso, que así lo llama, ¿de cara a la campaña electoral?, muy posiblemente; ¿para no llegar a octubre?, descabellado, pero no del todo; ¿con el fin de garantizar una sucesión a dedo?, menos improbable que las elecciones. “Vamos a llegar a fondo, les vamos a ocupar las fábricas y las empresas, las vamos a nacionalizar y, señores burgueses capitalistas, no se van a salir con la suya, mejor cooperen” (Hugo Chávez, en cadena de radio y TV el 25/11/11).
Hay prisa, y probablemente sea la nomenclatura cubana la más apurada, para anotar todas las carreras posibles y garantizar ventaja en el juego, con o sin mecenas; porque un proceso radicalizado, que haya logrado superar, de cualquier modo, el escollo electoral (sin duda, el objetivo a vencer), les puede garantizar la continuidad y el control de la patria única, con dos dictaduras y…
¿dos comandantes? “Pronto llegará / el día de mi suerte / sé que antes de mi muerte / seguro que mi suerte cambiará” (Willie Colón / Héctor Lavoe).
Entretanto, miente, algo que sabe hacer muy bien, y celebra las más de 100.000 viviendas (no) hechas este año, poco después de que mintiera (con más recato) su ministro para la Reconstrucción Socialista, Francisco Sesto, quien habló de la entrega de 4.523 casas entre enero y noviembre, 1.475 casas menos que las anunciadas 2 meses atrás (la mala memoria del embustero es proverbial). “¿Qué te pasa a ti / qué te pasa a ti?” (Bobby Capó / Ismael Rivera).
Y alborota la economía, promueve especulación y desata una ola de compras nerviosas con una Ley de Costos y Precios que justifica toda clase de atropellos y no resuelve el problema de escasez de productos de la dieta diaria. “Ojalá que llueva café en el campo / ojalá que llueva, ojalá que llueva / ojalá que llueva café” (Juan Luis Guerra).
Me lo imagino en Miraflores: después de llamar a VTV para que repitan sus palabras en (…) y de recomendar al de La Hojilla que insista en lo de “premajunches”, fastidiado de él mismo y con ganas de joder a alguien, acude al organigrama que tiene en el escritorio y comienza a cambiar ministerios y ministros; funde industrias básicas con industrias ligeras y regresa la minería al ministerio de petróleo que ahora se llamará de Petróleo y Minería (de vaina no se vuelve a llamar de Minas e Hidrocarburos). “Con la mano arriba / oy, oy, oy, oy / con la mano abajo / ay, ay, ay, ay / con la mano al frente / uy, uy, uy, uy” (Mauro Endara).
Por: PEDRO LLORENS
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