“Cada día soy menos religioso,
pero más cercano a Dios..”
— Usted dice que logró su sueño en el maratón de Nueva York. ¿Qué sueña para Venezuela?
– Trabajo en equipo.
— ¿Sería otra hazaña el haber sido el primer judío que es invitado “al canal de todos los venezolanos”?
– Por encima de todas las cosas, somos seres humanos.
– ¿Serviría de mediador entre Israel y Venezuela?
– No es mi trabajo ni mi responsabilidad mediar allí.
– Un reportero de Telesur comentó que lo suyo era un alarde…
- Alguien comentó por ahí que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
– ¿El verdadero alarde?
– Adelantarse a los acontecimientos. No ganarse los triunfos.
– ¿Qué es ser fuerte?
– Tener conciencia de tus debilidades y posibilidades.
– ¿La verdadera debilidad?
– No reconocer en el otro una posibilidad que es para ti también.
– ¿La fortaleza del país?
– ¡Wow!, su gente.
— ¿Y la debilidad?
– Esa necesidad de creer más en sí mismo.
– ¿La fortaleza suya?
– Tener la capacidad de amar el instante, lo sencillo.
— ¿Qué lo pone a correr?
– La vida misma, en movimiento.
– ¿Dónde guinda sus medallas?
– (Risas) No las guindo, las regalo; los sueños no se forjan de metal, sino compartiéndolos.
– ¿El esfuerzo nacional necesario?
– Enfocar las buenas noticias.
– ¿Se esfuerza la población?
– No soy quién para evaluar eso. Aunque estoy dispuesto a ayudar a cualquiera a superarse.
— ¿Su referencia de superación?
– Mi papá, que se construyó de la nada.
– ¿Entre el Central Park y Parque Central?
– Hemos entrenado alrededor de los dos.
– ¿Entre el café colombiano y el venezolano?
– ¡Wow! Estoy muy orgulloso de nuestro café. Sin embargo, tengo la posibilidad de disfrutar de la diversidad, que es fundamental para trabajar en equipo. Todo depende con quién y del momento.
– ¿Qué tipo de entrenamiento ameritan Gobierno y oposición para trabajar en equipo?
– No me siento en la capacidad de hablar de lo que no conozco. No soy político ni conozco de política, sino de humanidad.
– ¿Cómo sobrelleva la hostilidad citadina?
– Sin sombra no hay luz. Vivo Caracas con profundo amor.
– ¿Un deporte indeseable?
– La tauromaquia.
– Como economista, ¿el ejercicio para un buen rendimiento de la economía?
– Si cada venezolano cree más en sí mismo, las expectativas de la economía crecerán automáticamente.
– ¿Hasta dónde ha llegado su contacto con el mundo?
– Con mi mundo, muchísimo.
— ¿Qué lee?
– Novelas, literatura antigua, poemas. Leo sin querer poseer las letras, pues las letras entran y cuando salen ya están transmutadas.
— Tantas apariciones en canales internacionales, ¿le toca la vanidad?
– Hay que celebrar con humildad.
— ¿Su palabra prohibida?
– Prohibir.
– ¿Un hobby?
– Música en vivo, el cine, la salsa.
— ¿Un defecto?
– Puede ser tan importante como mi fortaleza. Querer ser excelente a veces puede ser muy virtuoso como también defectuoso si no aplicamos la armonía.
– ¿Qué le diría a Dios?
– Dos palabras: gracias y perdón.
– ¿Visita la sinagoga?
– No con mucha frecuencia, pero sí con mucha pasión.
Cada día soy menos religioso, pero más cercano a Dios.
– ¿Qué lo entristece?
– Ver un potencial desperdiciado.
– ¿Ha superado la prueba la Constitución nacional?
– No tengo ni idea de lo que me estás preguntando. Te repito, si quieres saber de humanidad, y no de política, te respondo.
– ¿Le afectó el haber sido rechazado en 2010 por la Organización del Maratón de Nueva York?
– Fue una caída más, de las cuales uno se va levantando.
— ¿El aprendizaje de su vida?
– Si eres humilde ves la vida en su justa medida.
— ¿Un agradecimiento especial?
– ¡Uyyy!, a cada uno que apuesta por sí mismo, ya que lo está haciendo por mí.
– También ha volado en parapente, surfeado y subió al pico Bolívar, ¿aspira a la Presidencia?
– Te repito, no soy ni político, ni abogado, ni esas cosas.
Cuando quieras saber de humanidad me avisas. Somos atletas, gente de posibilidad, y en ese sentido nos debemos a todo el mundo.
– ¿Ni-Ni?
– No, yo tengo mi posición: ser atleta, inspirador, profesional en lo que hago, como consultor, coach, y de estas formas me debo a la sociedad.
– ¿Qué podría aportar al país?
– Amor. Mucho amor.
— ¿Tendrá la población la resistencia suficiente para llegar a la meta democrática?
– Sería muy arrogante de mi parte hablar por el país.
Cuando me preguntan sobre temas tan absolutos tenemos la arrogancia suficiente y la humildad insuficiente de trabajar por nosotros mismos. Si cada uno se ocupa de su propia vida podremos empezar a crecer.
– ¿Su próxima marca?
– Superar esta entrevista (sonrisa).
— ¿Qué pasaría en Venezuela si la clase política se dedicara a practicar algún deporte diariamente?
– No sólo la dirigencia, si lo practicáramos todos nos contagiaríamos de puro éxito.
* MAICKEL MELAMED: ATLETA Y ECONOMISTA.
Por: JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA
jolguerr@gmail.com
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