Merece estar en lo más
alto de popularidad
■ Está a la altura de los grandes gerentes del mundo.
Casi 70% de popularidad, más de 58% de aprobación de gestión. Más de 48% de intención de voto. Es decir, después de casi 13 años Chávez es un gerente fuera de serie. No es un presidente, es un gerente en la línea de los grandes: Iacocca, Jobs o Gates. No nacen muchos superdotados así. El país tiene suerte de tener a uno de los más grandes del siglo pasado y del presente.
De los grandes hay películas, manuales y sistemas completos. Hay un vacío en ese sentido. Algún experto en gerencia moderna tendrá que escribir el de micomandante. Por lo pronto veamos algunos ejemplos de la gerencia chavista en acción.
Para la criminalidad, el reinado de la delincuencia en el socialismo pirata, Chávez ha lanzado 10 planes. El último, como los otros, militar y cuartelero. Los Guardianes del pueblo. Anote la fórmula. Para la escasez de productos agrícolas o procesados, el maestro se inventó un mecanismo genial que se resume en una palabra: exprópiese, acción que va acompañada de medidas complementarias sobresalientes, como asaltos de tierras, tomas de fincas, tomas de empresas. Para la salud del pueblo, inventó un sistema que pasa por quitar a otros gerentes del medio y asumir directamente la dirección de todos los centros hospitalarios del país. Además, importó a lo mejor de la ciencia cubana y graduó sus propios médicos. El resultado tiene al mundo impresionado.
En vivienda, ni en 100 años aparecerá otro genio así. A la falta de construcción del capitalismo y gobiernos anteriores, expropió cementeras, ferreterías y hasta a Sidor. También mandó a expropiar casas, terrenos, estacionamiento y solares. París se quedará atrás en urbanismo cuando el genio termine. Para la inflación se apoyó en otro sobresaliente, Jorge Giordani. Inventó una fórmula infalible: agarra la plata del petróleo y la gasta toda aquí o afuera. Gasto público sin producción interna. Todo importado. Ley de costos y controles. Un ganador. Para el empleo confisca, persigue y atemoriza al empresario. Para el sistema eléctrico nombra altos mandos y ministerios en manos de lo mejor disponible y con planes a prueba de iguanas. Para vialidad tapa huecos y pone parches. Increíble.
Forma equipos como ninguno. Ni los japoneses podrán igualar técnicas como las de Chávez. Crea equipos gigantes, une a naciones enteras. A punta de insultos, agresiones, gas del bueno, groserías. Y muchas mentiras. Inigualable. Contra la corrupción fortaleció las instituciones de control y penalización. Es infalible. No falla.
Venezuela es afortunada. El genio gerencial es propio y quiere ser eterno. Ninguna otra nación podrá beneficiarse de sus habilidades.
Lástima por ellos.
Por: ELIDES J. ROJAS L.
erojas@eluniversal.com
@ejrl
EL UNIVERSAL
miércoles 23 de noviembre de 2011
