“Cuando hay un ataque, los primeros
en morir son los guardaespaldas”
■ Debido a las altas tasas de criminalidad, la demanda de escoltas en Venezuela ha subido 70% en los últimos años.
■ Un guardaespaldas gana tres veces más que un funcionario policial, informó Omar Fernández, de la Sociedad Interamericana de Guardaespaldas.
Omar Fernández, representante de la Sociedad Interamericana de Guardaespaldas para el país, afirmó que la alta exigencia de servicios y los sueldos atractivos han hecho de esta profesión un destino natural de los funcionarios que egresan de los cuerpos policiales.
Observó que hace cinco años era raro verlos en los colegios privados, salvo en los casos de hijos de gobernantes. Ahora no hay plantel en los que estos profesionales no estén presentes.
Actualmente explicó un agente puede ganar alrededor de 3.000 bolívares mensuales, mientras que un escolta devenga, en promedio, 9.000 bolívares cada mes.
Se desconoce cuántos guardaespaldas hay en el país, pues no existe un gremio o despacho público que haya logrado un registro confiable. Las personas que solicitan los servicios con más frecuencia según Fernández son los jefes o enviados de empresas transnacionales y sus familiares, quienes también se encuentran en una situación de riesgo. Pero el mercado se ha ampliado. Actualmente, por ejemplo, las estrellas del deporte y del mundo artístico exigen guardaespaldas como requisito para venir al país.
También se prestan servicios temporales. Hay extranjeros que los solicitan para trasladarse desde el aeropuerto de Maiquetía hasta Caracas. Fernández señala que hay grupos de personas que los contratan para que los trasladen y acompañen a fiestas privadas y eventos deportivos o artísticos. Por una noche pueden cobrar, en promedio, 3.500 bolívares.
Adiestramiento necesario:
Fernández sostiene que los policías deben reentrenarse para convertirse en escoltas, pues requieren de un cambio de actitud.
Mario Falcone, instructor mexicano experto en artes marciales, indicó que el policía va hacia el foco de los problemas para atacarlos, mientras que el escolta debe dedicarse a proteger a la persona que lo contrata.
Falcone fue el instructor central de un curso de 4 días en el que participaron 18 escoltas.
El entrenamiento incluyó sesiones teórico-prácticas sobre defensa personal contra armas blancas y de fuego, uso de bastón extensible, desenfunde táctico y tiro.
Varios alumnos de Falcone han muerto en México en el ejercicio del deber. De todas estas experiencias, el instructor ha sacado una gran conclusión: “Cuando hay un ataque, los primeros en morir son los guardaespaldas. Son los primeros que quitan del camino”.
Riesgo del oficio:
Este año han sido reportados en Caracas 9 incidentes violentos en los que han participado guardaespaldas. De estos sólo 2 estaban en ejercicio; uno ocurrió el 19 de febrero cuando 2 espalderos protegieron a una señora que iba a ser robada en la salida del centro comercial Lomas de La Lagunita.
El asaltante, que fue identificado como Víctor Torres, de 23 años de edad, recibió 14 tiros.
En otros cinco casos, estos profesionales han sido víctimas del hampa, entre ellos, el agente de Policaracas José Manuel Pérez, de 24 años de edad, que formaba parte del grupo que protege al moderador del programa La Hojilla, Mario Silva.
En los últimos casos conocidos las víctimas fueron Carlos Suárez, adscrito a un despacho de la Organización de Naciones Unidas en Caracas, y Anthony Hernández, que formaba parte del equipo que protege al diputado Jesús Faría.
El 3 de septiembre, un trabajador de la estación de servicio Texaco, en Los Chorros, murió al recibir un disparo en la cabeza en un enfrentamiento a tiros entre dos escoltas que repelieron el intento de robo de una camioneta Toyota Autana. El asalto no se consumó, pero Simón Rojas, de 51 años de edad, perdió la vida.
Por: JAVIER IGNACIO MAYORCA
jmayorca@el-nacional.com
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