“Saludos, apreciados amigos…”
El fin de semana recordaba cuando comencé a escribir esta columna, la euforia, la altísima cantidad de lectores, llenaba la Avenida Bolívar, pero el número de lectores fue disminuyendo, nos mudamos a la plaza O’Leary y finalmente terminamos encerrados en mi oficina. Me van a disculpar si estoy un poco lento esta mañana, acabo de llegar de la fiesta de despedida de Silvio Berlusconi. Berlusconi fue primer ministro de Italia, primer ministro que dura tantos años en el cargo envuelto en tantos escándalos. Berlusconi renunció entre pitas y abucheos de los presentes, lo confundieron con uno de los jueces que votó a favor de Pacquiao en Las Vegas.
La última vez que vi una pelea como la de Márquez y Pacquiao fue en un vuelo, Mimí y Henrique Lazo luchaban por el asiento con ventana. La última vez que vi una paliza como la de Márquez y Pacquiao fue la que le dio Tigres de Aragua a los Tiburones de La Guaira a comienzos de esta semana. Pacquiao ganó la pelea porque entre round y round enamoraba a los jueces contando chistes y cantando y bailando hip hop, técnica que es muy popular hoy en día en Venezuela. Mientras veía la pelea MárquezPacquiao una sola cosa pasaba por mi mente: ¡que a Maickel Melamed no se le ocurra!, ¡que no se le ocurra! El Presidente dijo que la burguesía vive pendiente de todo lo que él hace, “tienen chavitis aguda” dijo, luego se puso a hablar de Imperio.
Si cada vez que su hijo saca malas notas amenaza con sustituirlo por Rodríguez Araque, usted tiene “chavitis aguda”. Si reúne a la familia en la casa para tratar un tema serio y en lugar de eso se pone a contar anécdotas con tragavenaos, usted tiene “chavitis aguda”.
Si un mesonero le entrega la cuenta y usted le responde “enrolle su cuenta bien enrollada y métasela en el bolsillo”, usted tiene “chavitis aguda”. Si llega tarde a casa, su esposa lo espera molesta en la sala y usted le echa la culpa a los 40 años de democracia anteriores, usted tiene “chavitis aguda”.
Yo tengo “chavitis aguda”, cuando el público asistente a mi monólogo se está quedando dormido anuncio que estamos en cadena nacional.
Un nuevo equipo se suma a la Liga Profesional de Beisbol de Venezuela: Submarinos de La Orchila. Entiendo lo del “autobús del progreso” de Henrique Capriles Radonski, ¿pero un submarino? ¿A quién se le ocurre hacer campaña bajo el agua? El Presidente dijo que detectaron un submarino cerca de La Orchila, probablemente lo llevaron para allá porque lo querían matar, al submarino.
No es necesario que canten “Ahí viene María”, con escuchar el tiroteo ya uno sabe que se acerca María Corina Machado. Después de lo sucedido con María Corina en el 23 de Enero, si yo fuera Capriles Radonski cambiaría el autobús por “la tanqueta del progreso”.
Pensarán que estoy inventando pero no, ayer llegué de 14º en la lista de comentarios en Twitter sobre el desempeño de Pastor Maldonado en Abu Dhabi. La mala: Pastor Maldonado llegó en el puesto 14 en Abu Dhabi. La buena: ¡la Cruz Roja quiere patrocinarlo! Algo hay que reconocerle a Pastor Maldonado, ha sabido mantener el promedio en 14.
¿Vieron el debate de los candidatos de la Mesa de la Unidad? Divertido el saludo del moderador a los participantes: “Currutacas, currutacos todos”. El debate estuvo bien organizado, me encantó el opening musical con Dudamel y Calle 13.
Entre otras normas quedó claro que los participantes tenían prohibido disparar al podium de María Corina Machado. Hay que aceptar las cosas como son, Diego Arria los fregó a todos cuando preguntó quién se acordaba del programa de radio El Bachiller y Bartolo. Todavía Pablo Pérez no entiende el mensaje, no comprende por qué fue el único que en lugar de silla le pusieron una bicicleta de spinning.
Tal como se esperaba, en el duelo de la sonrisa sostenida resultó ganador Leopoldo López. Una vez más Henrique Capriles Radonski no supo contestar por qué terminó con Erika de la Vega. Increíble, cinco participantes en el debate y Pastor Maldonado volvió a llegar en el puesto 14, ¡no sé cómo lo hace! ¿Vieron el juego de fútbol entre Bolivia y Venezuela? Interesante, para anotar gol cada selección tuvo oportunidades de 60 segundos. Evo Morales pasó todo el partido de mal humor, le gritaba a la gente que se sentara porque no veía nada. En el Táchira confeccionaron una bandera de 150 m x 40 m, casi tan grande como los huecos en la carretera a oriente.
Piensan elevar la producción de tomates a más de 300.000 toneladas, habrá tanto tomate que los colocarán en las carreteras como “ojos de gato”. Habrá tanto que Didalco Bolívar le echará tomates a Ismael García en lugar de tierra.
Habrá tanto tomate que la gente se caerá a piñas sólo por variar. Habrá tanto tomate que tendrán que importar 300.000 toneladas de queso mozzarella con la Misión Capresa.
¡Llegó la Navidad!, lo sé porque ayer dos renos intentaron voltear el autobús que transportaba a María Corina Machado; lo sé porque me preguntaron a qué candidato apoyaría para las primarias y respondí “si es Kreisel es excelente”; lo sé porque Hoyo de la Puerta fue rebautizado hasta finalizar la temporada como Bollo de la Puerta.
Nos leemos en Twitter @LuisChataing.
Por: LUIS CHATAING
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