Artillería de Oficio
Sin ningún complejo, el presidente Chávez, una vez más, expresa su más profunda admiración por figuras del terrorismo: llámese Rául Reyes por quien pidió un minuto de silencio cuando murió en el bombardeo a su campamento de las FARC, o el venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos el Chacal, quien cumple cadena perpetua en Francia y es juzgado por otros 4 atentados perpetrados en los años ochenta, que causaron más de 11 crímenes.
Este lunes, junto al canciller brasileño que se mantuvo como un convidado de piedra, Chávez hizo una apología del Chacal y lo calificó de “digno continuador de las más grandes luchas”. Sólo en Venezuela los discursos panegíricos sobre terrorismo del máximo líder no causan ningún estupor, será porque los venezolanos estamos tan distraídos con los distintos procesos electorales o que nuestras urgencias cotidianas, como la búsqueda infructuosa de medio kilo de café o de un pote de leche, nos dejan sin capacidad de reacción alguna.
Desde que irrumpió Chávez en el poder, hace ya trece años, nos ha restregado sus relaciones con algunos de los más buscados: Marulanda, el Mono Jojoy, Raúl Reyes, Sadam Hussein o Muamar Gadafi.
Todos convertidos en ídolos caídos en el muladar de la historia. Así que su admiración y defensa de Carlos el Chacal es coherente con lo que ha venido exponiendo desde que asumió la Presidencia.
En abril de 1999 le dirigió a su “querido compatriota”, preso en la cárcel de La Santé de París, una desconcertante e hilarante carta de solidaridad.
Se trata de un asesino confeso que ha perdido la cuenta de sus crímenes: “Entre 1.500 y 2.000”, calcula Carlos el número de muertes, entre ellos “no fueron más de 200 las víctimas civiles” confesó a Valentina Oropeza en Siete Días de El Nacional y con la clara intención de minimizar sus asesinatos, afirma que “Fidel mató más gente que yo”. No es un récord de crímenes, pero, sin duda, Carlos puede exhibir en su prontuario un excelente promedio. Chávez no sólo está enterado de semejantes atrocidades, la diferencia con el resto de los mortales es que las perdona y justifica.
En noviembre de 2009, en un acto con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, el presidente Chávez presentó a Carlos como un soldado de la Organización para la Liberación de Palestina, OLP: “Que nos representó a todos nosotros en la lucha por la liberación del pueblo palestino”, y criticó a la policía francesa por secuestrarlo en el Sudán y llevarlo a Francia donde paga “injustamente” condena perpetua.
A raíz de esas declaraciones el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia informó: “En cuanto tuvimos conocimiento de las declaraciones del presidente Chávez, hicimos una firme aclaración ante el embajador de Venezuela. La justicia francesa condenó a Carlos a cadena perpetua por crímenes muy graves, por terrorismo y asesinatos. Él es responsable de la muerte de varios franceses. Carlos nunca será para nosotros más que un terrorista”.
Ilich Ramírez Sanchez, se encuentra en este momento, como monstruo que es, sentado en el banquillo de los acusados, despojado de todo su poder mortífero. Sin embargo, Chávez pretende devolvérselo al repatriarlo. Le pondrá todo su empeño, como si se tratara de su última voluntad.
Tic tac
Primeros auxilios: el presidente Chávez, interesado en demostrar que está en buena forma, encabezó el sábado pasado un trote de cadetes en la Academia Militar. Después del recorrido, que duró aproximadamente cuatro minutos, tuvo que ser “estabilizado” en el Hospitalito de Fuerte Tiuna.
Por: MARIANELLA SALAZAR
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