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ELIZABETH ARAUJO: Mala noticia

"No parece ser ese el miedo que ahora lo desvela y le asalta en mitad de la noche, obligando a sus espalderos a reforzar la guardia..."

“La suerte está echada, y Chávez
mejor que nadie lo sabe…”

 

El gobierno mantiene una cruzada contra los medios, inventando cualquier excusa para sacar de circulación a los medios de comunicación que la noche del 7 de octubre de 2012 ofrecerán la noticia que a Hugo Chávez desde hace un buen rato no lo deja dormir.

Digámoslo de una vez: Hugo Chávez se siente acorralado. No sólo está tocado por una penosa enfermedad que lo transformó físicamente y le impide ser el mandón de otros años cuando, vestido de militar, trataba de infundir el miedo en sus adversarios, sino que además se siente atenazado por una equis en su agenda: 7 de octubre de 2012.

La sucesión de torpezas y atropellos de su proyecto político, acumulados a lo largo de estos 12 años, parece indicarle que pese a que su popularidad aún se mantiene, son cada vez menos los venezolanos que apostarían a elegirlo nuevamente, tal y como lo indican las encuestas que lo ensalzan como gran líder, incluso de manera sibilina, hasta las mediciones fantasmas de Jesse Chacón.

De modo que retornar con la estrategia del terror contra los medios radioeléctricos independientes parece ser hoy la fórmula conveniente, justo cuando muchas de esas emisoras de radio están por renovar la concesión para transmitir y un silencio administrativo, rayano en la crueldad, de parte de Conatel se impone como una espada sobre sus cabezas.

Bastaría con recordar el cierre de 34 emisoras de radio, ordenado el 1º de agosto de 2009 por el director de Conatel, Diosdado Cabello, al considerar “que no cumplían con los requisitos legales para operar”, para que los reflejos condicionados actúen a favor del silencio.

Es en ese escenario de miedo compartido (el de Chávez, porque el final de su mandato se acerca, y el de los radiodifusores al ver peligrar sus empresas), cuando sucede la salida de la periodista Marta Colomina, de su espacio matutino en Actualidad 90.3 FM, así como meses antes había ocurrido la detención del editor de 6to Poder, Leocenis García, en una situación tan absurda que los mismos fiscales sienten vergüenza de los argumentos que esgrimen para acusarlo.

En el caso de Marta Colomina, cuya honestidad profesional y aporte como docente son inobjetables, queda al desnudo el plan de torcerle el brazo a circuitos radiales que han cosechado una importante audiencia y se caracterizan precisamente por el equilibrio informativo.

A no dudarlo si Maripili Hernández y Martín Pacheco forman parte del staff de libres conductores de sus espacios de opinión en esas emisoras, contrario a lo que podría sostener Frasso o Ernesto Villegas en su condición de periodistas de medios al servicio del Estado. Es en este contexto de presiones y chantajes como Hugo Chávez pretende remontar la cuesta de la credibilidad perdida.

Por supuesto que no escapa la obscena multa impuesta a Globovisión, forrada también en otra cantinflérica acusación que pone en ridículo al actual director de Conatel, y es posible que Indepabis, Seniat y hasta MinSalud se sumen a esa cruzada contra los medios, inventando cada cual la excusa más peregrina para sacar de circulación a medios de comunicación que la noche del 7 de octubre de 2012 ofrecerán la noticia que a Hugo Chávez desde hace un buen rato no lo deja dormir. Pero la suerte está echada, y Chávez mejor que nadie lo sabe.


Por: ELIZABETH ARAUJO