HomeElecciónesZenair Brito Caballero: ¡Como se ha perdido la cultura democrática en Venezuela!

Zenair Brito Caballero: ¡Como se ha perdido la cultura democrática en Venezuela!

Gracias a la política, se fracturan
los afectos y se evapora la amistad

 

En los países sensatos, sesudos y equilibrados, donde las sociedades son civilizadas y cultas, la política y la democracia son formas de manifestación de la voluntad popular, que se ejercen con total sobriedad y ponderación.

En ese tipo de países, que cuentan con el apalancamiento social y económico de la empresa privada y donde afortunadamente el Estado no es el primer empleador, la participación ciudadana se exterioriza, al ejercer el derecho al voto, de forma tranquila, concienzuda y sin apasionamientos enfermizos.

Los votantes concurren a las urnas sin apremios de ningún tipo, guiados por un deber superior y despojado de cualquier interés particular, entre otras cosas porque no requieren de la actividad política para devengar su sustento.

En Venezuela esto no existe, no hay una democracia real, simple y sencillamente porque la voluntad de nuestros electores no es impulsada por el bien común, sino por abominables intereses mezquinos, que van desde una lámina de zinc, unos bloques, una bolsa de comida, un artefacto electrodoméstico o un bulto de cemento, hasta un jugoso contrato público.

Pero amigos lectores, la democracia no consiste en votar y nada más -el Egipto de Mubarak y la Venezuela del teniente-coronel así lo confirman, por dar solo dos ejemplos-; dicha forma de gobierno se perfecciona en la medida en que el querer de las masas se encuentre descontaminado de cualquier condicionamiento o talanquera que le predetermine o direccione. Es así como nuestro facsímil de democracia -porque eso es lo que es- termina siendo, a la postre, tan imperfecta y tiránica como una dictadura.

Las campañas políticas venezolanas se han caracterizado por estar enmarcadas y contaminadas con la injuria, la calumnia, los epítetos y la mala fe. Desprovistos, al contrario de lo que debería ser, de ideas y planteamientos sobre lo fundamental que ayuden a construir un mejor futuro para los venezolanos.

Nuestros debates electorales se han convertido en los últimos años en vertederos de odio, en carnicerías humanas y rines de linchamientos, donde poco importan la amistad, la familiaridad y la honra del prójimo.

Gracias a la política, se fracturan los afectos y se evapora la amistad y el cariño. Infaustamente, en la política nacional lo que está en juego no son las soluciones para el adecuado manejo de la cosa pública o el bienestar de lo menos favorecidos que tanto proclaman, sino exorbitantes presupuestos que son como un botín de estratagema, con el que se queda quien más cruel, bajo y sucio se muestre.

La política en Venezuela es una actividad envilecedora y delincuencial, pero depende de cada uno de nosotros transformarla en un ejercicio de la inteligencia, en el foro de los debates y los principios, donde la ética y la moral sean un valor y no una desventaja,

En un escenario en el que no haya lugar para los mediocres y ladrones, y eso solo podemos lograrlo a través del voto inteligente, serio y libre, eligiendo candidatos honestos e idóneos -porque los hay-, votando por aquellos que les convengan a la Nación, a la sociedad y a la administraciones locales, por aquellos que observen un comportamiento público y privado intachable y que cuenten con la preparación política, gerencial, académica y la experiencia necesarias para dirigir los destinos de nuestra nación, estados, pueblos y ciudades.

Hoy hay que actuar con responsabilidad y a conciencia para rechazar de plano las mafias politiqueras y los carteles de contratistas que desangran el patrimonio público. No dejemos que aquellos que tienen cartas marcadas e intereses subalternos decidan por nosotros.

Votemos a conciencia, premiando las iniciativas de progreso y la continuidad de aquellos programas de gobierno que han generado bienestar y desarrollo y castigando las propuestas desacertadas, oportunistas y demagógicas de los pseudo izquierdistas socialistas-comunistas. “ABRAMOS LOS OJOS AMIGOS LECTORES”.


Por: Zenair Brito Caballero
britozenair@gmail.com
@zenairbrito