Las apuestas comienzan
en unos u$10.5 millones
La propiedad de Star Island cubre un exuberante acre, con una piscina desbordante y vistas de la Bahía de Biscayne y del horizonte de la ciudad de Miami.
La residencia contemporánea de nueve dormitorios fue una vez propiedad del rapero Vanilla Ice, aunque este dato histórico no está en la propaganda de la venta.
Los actuales propietarios, el empresario venezolano Claudio Osorio y su esposa Amarilis, están tan cargados de deudas en su caso de bancarrota federal que deben subastar su propiedad frente al mar el 3 de noviembre. El precio inicial es de $10.5 millones.
La pareja -otrora miembros del jet set que organizaron eventos para recaudar fondos para los candidatos presidenciales Hillary Clinton y Barack Obama- están tan escasos de fondos que dejaron de pagar su hipoteca hace mucho tiempo, según documentos judiciales. En los últimos tiempos, han estado haciendo sus compras en Marshalls y en Target, los grandes almacenes para las masas.
Se espera que la inminente venta de la fuertemente hipotecada propiedad de los Osorio en Star Island -junto con la cabaña de esquí de la pareja en Colorado y su residencia en un condominio para turistas en Suiza- genere millones de dólares para pagar el dinero pendiente a los bancos y otros prestamistas. A Osorio se le permitiría quedarse con una porción de las ganancias de Star Island, posiblemente $500,000 o más.
También es probable que queden unos pocos millones de dólares más para pagar a los enojados inversionistas de la fracasada empresa de Osorio, InnoVida Holdings, una firma productora de materiales de construcción de alta tecnología.
Pero aquí está la última vuelta de tuerca: De acuerdo con un nuevo plan de reorganización de la bancarrota, a Osorio, de 52 años, se le permitiría reasumir el timón como presidente de InnoVida, que pasaría a denominarse SPV.
En el plan, el acosado empresario se ha comprometido a pagar a los acreedores y los inversionistas, que exigen un total de $50 millones.
Su abogado de bancarrota, Geoffrey Aaronson, consideró el plan como un “esfuerzo de buena fe” en los documentos judiciales. Aaronson no respondió a una pregunta por correo electrónico acerca de la acusación hecha por un inversionista, de que la compañía de Osorio, InnoVida, todavía está infectada con el “fraude”.
Osorio se hizo de un nombre en la década de 1990, cuando operó un negocio de distribución de computadoras con sede en Miami, que fue incluido en la lista de Fortune 500. El negocio quebró en el 2000.
Cinco años más tarde, lanzó InnoVida, la empresa fabricante de paneles de compuesto de fibra para viviendas asequibles en todo el mundo, incluyendo Haití, devastado por el terremoto. Pero la empresa, que contaba con el ex gobernador de la Florida, Jeb Bush, como miembro del consejo, fue cerrada en marzo pasado por un fideicomisario de bancarrota.
El nuevo plan de bancarrota, después de meses de empecinadas negociaciones entre el abogado de Osorio, el fideicomisario nombrado por la corte y los acreedores, ha sido recibido con frialdad por algunos inversionistas. Entre ellos, el empresario Chris Korge, de Miami , que obligó a InnoVida a la quiebra después de perder $4 millones.
“Nos sentimos inmensamente escépticos ante la idea de que a esta empresa infectada de fraude se le puede o debe permitir que continúe bajo una reorganización”, dijo el abogado de Korge, Kendall Coffey, un ex fiscal federal de Miami. Coffey, junto con otro abogado de su firma, Benjamin Brodsky, obtuvo en una corte estatal un fallo contra InnoVida y los Osorio por $4 millones, en beneficio de Korge.
“La promesa de reembolso parece atractiva, pero altamente improbable”, añadió Coffey. “El enfoque debe estar ahora en el conocimiento de toda la verdad, así como en la búsqueda de la plena responsabilidad”.
Gran parte de ese atractivo ha sido generado por la próxima subasta de la propiedad de los Osorio en Star Island, el principal activo de la pareja.
La subasta en vivo se llevará a cabo en la propiedad de los Osorio, en 15 Star Island Dr. Los compradores potenciales deben presentar sus ofertas de por lo menos $10.5 millones para el 1ro. de noviembre, presentar prueba de fondos suficientes para comprar, y un depósito de garantía de $500,000.
“Hemos tenido un poco de interés, pero el 1ro. de noviembre se sabrá el desenlace, cuando se abran las [primeras] ofertas”, dijo Lamar Fisher, cuya compañía de subastas de Pompano Beach fue nombrada por un juez de bancarrota para gestionar la venta, junto con “The Jills”, corredores de bienes raíces que se especializan en propiedades de lujo. Fisher estima que alrededor de 50 personas han expresado su interés hasta el momento.
Como quiera que la propiedad se venda en la subasta, sólo puede producir tanto dinero porque los Osorio potenciaron gran parte de su valor durante la última década, incluyendo la toma de un par de hipotecas por un total de $7 millones.
Durante meses, el fideicomisario de la quiebra, Mark Meland, parecía decidido a liquidar todos los activos de los Osorio para salvar algún dinero para los acreedores e inversionistas, que van desde BankUnited, que tiene la hipoteca de la propiedad de Star Island, hasta Carlos Boozer, jugador estrella de los Bulls de Chicago, que formó parte de un grupo de jugadores retirados y activos de la NBA que invirtieron $5 millones en InnoVida.
Boozer, Korge y otros inversionistas han acusado a Osorio de la utilización de la mentira, el fraude y el robo para sostener su lujoso estilo de vida y el de su esposa, sin apoyar a InnoVida.
Meland y su equipo legal llamaron inicialmente el plan de reorganización de Osorio “una farsa” en documentos de la corte, porque InnoVida no tenía fondos operativos o proyectos viables en ningún lugar del mundo.
Pero el equipo de Meland ha aprobado provisionalmente el plan general, ya que “en el plan del señor Osorio, la mayor parte de sus bienes personales -incluyendo la propiedad de Star Island- se venderán y pagarán a los acreedores’’, dijo el abogado del fideicomisario, Michael Budwick.
Mientras tanto, Meland seguirá investigando las transferencias de dinero de Osorio, de InnoVida a sí mismo y al extranjero, y considerará futuras demandas, si es necesario, para recuperar más dinero, dijo Budwick.
Un abogado del comité de inversionistas de InnoVida dijo que el plan de reorganización por bancarrota es digno de ponerse en práctica, y preferible a la liquidación.
“Si podemos llegar a términos aceptables [con Osorio] … creemos que hay una posibilidad de cobrar mucho más en la reorganización “, dijo Linda Jackson.
Los Osorio y su abogado, Aaronson, calcularon en documentos judiciales que la venta de la residencia de Star Island, la cabaña de esquí en Telluride, y el condominio de lujo de Crans-Montana, Suiza, generará más de $4 millones. La venta de la fábrica de InnoVida en Miami agregaría alrededor de $500,000.
Por otra parte, Osorio dijo que cuenta con un crédito potencial de $2 millones por parte de un interés chino, Green Energy Ltd.
Su nuevo plan empresarial propone recomenzar donde se quedó InnoVida, reviviendo los negocios de fabricación en Haití, los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Turquía.
En los próximos cinco años y medio, Osorio proyecta que la nueva compañía, SPV, será capaz de “generar fondos suficientes para pagar” las reclamaciones de los acreedores, $50 millones, de acuerdo con el plan de reorganización presentado en el tribunal.
Eso parece mucho pedir, sobre todo si se toman en cuenta los antecedentes.
En febrero, Osorio dijo a The Miami Herald que InnoVida tenía entre $100 y $200 millones en activos totales, incluyendo $25 millones en efectivo disponible.
Pero esa imagen de la situación financiera fue hecha añicos por Meland, el fideicomisario de la quiebra. Después de tomar el control de InnoVida, el fideicomisario tuvo conocimiento, por parte de Osorio, de que éste no tenía “las fuentes de fondos” para pagar los gastos de funcionamiento de la empresa. El fideicomisario también descubrió que las cuentas corporativas de InnoVida con Wachovia, en Miami, y con el Royal Bank de Canadá en las Islas Caimán, tenían saldos menores de $100,000.
Sin embargo, los registros de la compañía mostraron que InnoVida había depositado decenas de millones de dólares en efectivo en esa cuenta en el extranjero.
El fideicomisario acusó a Osorio de apropiación indebida de dinero, de dar falso testimonio y de no entregar los registros bancarios. Meland aún está investigando lo que Osorio pudo haber hecho con todo ese dinero en el extranjero.
No fue la primera vez en que Osorio había sido acusado de duplicidad.
En enero pasado, las autoridades suizas pidieron la ayuda del subprocurador federal de Miami para una investigación criminal sobre Osorio, acusando a éste y a otros de defraudar a prestamistas de Suiza en la década de 1990. Como director de la empresa de distribución de computadoras CHS Electronics, con sede en Miami, Osorio convenció a bancos de Suiza, para que le prestaran a la compañía la suma fundamental de $220 millones. La compañía se declaró en bancarrota en el 2000.
Durante la primavera pasada, las autoridades suizas volaron a Miami para interrogar a Osorio. El caso sigue bajo investigación.
Por: JAY WEAVER
jweaver@MiamiHerald.com