Estudiantes pueden permanecer
hasta un año fuera del país

■ Varias universidades auspician programas para que los alumnos se formen en el exterior.

Daniel Vásquez llegó de Alemania en marzo, luego de formar parte de los 100 alumnos de la Universidad Católica Andrés Bello que desde 2006 se han beneficiado del programa de movilidad estudiantil que coordina esa institución.

El estudiante de Ingeniería Civil, que se formó en el área de gerencia, reconoce que ser parte de un programa de intercambio no es una decisión que se toma a la ligera, que los requisitos son muchos y que implica una gran responsabilidad. “Lo más difícil fue vencer la barrera del idioma. Me enfrenté a una cultura totalmente distinta y tenía que vivir solo; pero cada día se ponía mejor la experiencia”, relató.

Son muchas las ventajas del intercambio, indica María Teresa Leonardi, responsable de la Dirección de Relaciones Institucionales de la Universidad Metropolitana, y enumera las siguientes: “Permite contrastar marcos de referencia académicos, ampliar las perspectivas personales y profesionales en distintos ámbitos: sociocultural, lingüístico, económico, geográfico, histórico. Además, representa para el estudiante una oportunidad de aprendizaje excepcional, dado el intercambio de culturas, la enseñanza en un marco de diversidad y la valoración en perspectiva del entorno de origen”.

Reconocimiento de las asignaturas:

Quien opta por esa alternativa puede pasar de seis meses a un año fuera, y no necesariamente debe cursar la misma carrera. No en todos los casos las materias que cursa son reconocidas en el país.

Modesto Graterol, director de Relaciones Interinstitucionales de la Universidad del Zulia, sostiene que hay muy poca preocupación de los estudiantes sobre si se les darán equivalencia o no de las materias. “Ellos se sienten reconocidos al ser considerados estudiantes internacionales. En el caso de esta universidad sí son convalidadas, bien sea como electivas o como pasantías, para romper con el síndrome de que se está perdiendo el tiempo. Un estudiante en esta condición gana tiempo, experiencia e intercambio cultural”, dijo.

Esa fue la visión de Tábita Luis, quien salió del país en 2007. En ese momento era estudiante de Relaciones Industriales en la UCAB y decidió cursar electivas de varias carreras en la Universidad Iberoamericana de México.

“Para obtener la reválida, mis notas tenían que pasar primero por una universidad pública; me pareció que iba a ser muy complicado y por eso estudié materias distintas. No perdí un año, invertí en una formación más integral”, subrayó.

Problema presupuestario:

Nancy Rivas, directora de Relaciones Interinstitucionales de la Universidad de los Andes, indicó que el control cambiario y la restricción del presupuesto universitario han limitado las posibilidades de intercambio estudiantil en esa institución.

“Recibimos más estudiantes del exterior de los que enviamos porque el joven debe cubrir casi todos sus gastos. En años anteriores se les facilitaban ayudas, pero actualmente existe una norma de austeridad y para otorgar ese beneficio cada solicitud debe contar con la aprobación del Vicepresidente de la República, tramitada a través del Ministerio de Educación Universitaria”, explicó.

En el caso de LUZ sucede lo contrario. Graterol sostuvo que reciben menos estudiantes de los que envían debido “a la peligrosidad del país y a la asimetría en cuanto a los beneficios que pueden ofrecer.

En este sentido el estudiante venezolano resulta favorecido con mejores servicios o infraestructura”.

Un estudiante de intercambio debe asumir los gastos de pasaje, residencia y manutención durante su estadía en el país de destino. Por ello Grisel Torres, coordinadora de Intercambio en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, afirma que se trata de una decisión de familia: “Aquí orientamos, incluso, a los padres y nos mantenemos en contacto constante durante el proceso de preparación y mientras el estudiante está afuera”.

Vásquez asegura que es un sacrificio que vale la pena.

Divisas:

La Providencia 055 de Cadivi regula lo concerniente a la obtención de divisas destinadas a la manutención, matrícula y seguro médico para estudiantes, inscripción en el Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas; presentación ante el operador cambiario de la planilla obtenida, con copia de la cédula de identidad vigente; original, debidamente legalizada, de la constancia de estudio o actividad de formación y, de ser el caso, copia de la visa del estudiante, copia del acta o constancia de matrimonio o concubinato, copia de la carta de invitación de la institución patrocinante del evento académico o copia del convenio institucional que ampara la actividad de capacitación, formación e intercambio académico en el exterior.

La autorización de adquisición de divisas deberá ser obtenida antes de que se realice la actividad académica.

Por: EMILY AVENDAÑO
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