Juan Correa regresa una
Odisea de un venezolano
■ Esta noche, 22 de Octubre de 2011, hemos sido testigos de excepción de un evento inusitado en la historia de la inmigración venezolana a los Estados Unidos de America.
Miami.- Un drama familiar prolongado por mas de 2 años, gracias a Dios, al esfuerzo de una determinada madre y el concurso de muchas personas conscientes y con la causa de la reforma migratoria como misión en la vida, llegó esta noche a su fin en la puerta E del Aeropuerto Internacional de Miami.
Juan Correa, luego de haber pasado 3 horas en el inefable “cuartico” finalmente puede abrazar a sus padres, hermanos, abuela y demás familiares que lo esperaban ansiosos desde tempranas horas de la tarde con globos de bienvenida, flores y sobre todo con el corazón henchido de emoción y de impaciencia. Habían pasado mas de dos años desde aquel terrible día en que fue arrestado en la frontera con Canadá, puesto bajo custodia de las autoridades de inmigración y finalmente deportado a Venezuela.
El empeño y la determinación de su madre, la activista Helene Villalonga, Presidenta de AMAVEX y la ayuda de varias personas que convencidas como estaban de lo injusto de la medida de deportación, movieron cielo y tierra hasta lograr su objetivo.
Lo verdaderamente inusitado de este caso es que se revocó la medida de deportación y a Juan se le otorgó nuevamente una visa para entrar a los Estados Unidos. Juan y su familia, como es el caso de muchos venezolanos que buscan la legalidad para permanecer en los EEUU fue victima de estafa por parte de un abogado inescrupuloso que recibió dinero y nunca realizó los trámites por ante el Estado americano para que la familia Correa pudiera permanecer legalmente en el pais. Eventualmente este abogado perdió la licencia para ejercer la profesión.
Sin embargo, el daño causado quedó hecho y la familia Correa tuvo que recorrer un arduo camino frente a jueces, cortes de inmigración, marchas, visitas y petitorios a Representantes al Congreso hasta lograr que el caso de Juan fuera revisado y se lograra su reingreso a los EEUU.
“¿Que cómo me siento? no tengo palabras, no te puedes inmaginar la felicidad que siento en este momento!!” exclamó Helene, luego de abrazar fuertemente a su hijo.
El caso de Juan Correa sienta un precedente importantísimo para la resolución de otros casos similares; herramienta para la jurisprudencia que podrá ayudar a otros que por desgracia se encontraron en el camino con personas inescrupulosas, cuya etica es totalmente discutible y lucraron a costa de la necesidad y el sufrimiento.
A esta hora, la familia Correa celebra, aliviada y feliz por la reunión; atrás ha quedado la angustia, las noches de insomnio y los sinsabores de las decepciones. Auguramos a Helene, nuestra gran amiga y a Juan así como al resto de su familia dias de paz y un brillante porvenir; la justicia tarda, pero llega. Solo la determinación rompe todas las barreras.
En detalles:
Helene Villalonga, La heroína valenciana que impulsa la ley de ajuste venezolano.
El guayoyo de hoy es con la madre del primer joven que EEUU deportó a Venezuela y logró regresar legalmente a Estados Unidos. Estas noticias que nos eran ajenas y que solo relacionábamos con los cubanos, son ahora nuestra realidad. De hecho, han sido decenas de venezolanos deportados y Juan Correa, el hijo de Helene, fue el primero de los tres casos existentes de deportación que han logrado reunificarse legalmente con su familia en Estados Unidos. Estos tres casos han contado con el auxilio de AMAVEX -Asociación de Mujeres y Madres Venezolanas en el exterior- organización sin fines de lucro que fundó Helene, luego de su travesía.
La historia comenzó en el año 2000 cuando Helene, su esposo, sus tres hijos y su hermano, salen huyendo de los escuadrones de muerte de Carabobo: todos tenían una sentencia de muerte. Llegan juntos a EEUU. El hermano de Helene debe regresar a Venezuela y es asesinado. Simultáneamente, Helene y su familia protagonizan un verdadero viacrucis, tras ser víctima de una mala asesoría y luego de ser estafada por abogado.
23 años entrevistando y pocas historias me han tocado el alma como ésta. Recarguen el guayoyo, lean y aprendan las lecciones que la inmigración de Helene y su familia, nos deja.
Helene, llegas en el año 2000 huyendo de una situación dramática en Venezuela y cómo es que no te dan un asilo político como a tantos otros?
En aquel entonces ese camino no era tan claro como lo es ahora. Aun así yo fui a la oficina del congresista Lincon Díaz Balart pero toda esa situación de los escuadrones de la muerte en Carabobo no era conocida a escala internacional. Ellos no me pudieron ayudar. Yo vine a solicitar asilo a los tres años. Fui a la iglesia de la Biscayne en la 23 y allí no me hicieron un trabajo adecuado. Yo tenía con qué obtener un asilo desde un principio. Mi hermano tuvo que regresar a Valencia por asuntos personales de peso, su esposa estaba esperando su segundo bebé y en Guanare había una epidemia de Dengue, él la mandó para protegerlos y cuando se quiso reunir con ella, fue asesinado. Sin embargo, a mí no me dejaron demostrar eso en mi expediente de inmigración.
¿Te niegan el asilo y por eso deportan a tu hijo?
Si, resulta que por una mala sustanciación de mi expediente me dictan una orden de deportación a pesar de que tenía pruebas más que suficientes para obtener esa protección. Ellos ni siquiera me informaron que yo tengo orden de deportación. Pensando que mi proceso iba encaminado, mi hijo viaja hacia Canadá pues se ganó una beca en ese país, gracias a su índice académico. Cuando está casi en la frontera, lo detiene la policía fronteriza, investigan la placa que estaba a mi nombre y ven que tengo una orden de deportación. A mi hijo lo detienen y permaneció preso por dos meses aquí en EEUU, un joven que jamás había cometido tan siquiera una infracción de tránsito y luego lo deportan a Venezuela.
Y en Venezuela tú y todos los tuyos tenían una sentencia de muerte no?
Claro por eso huimos. Imagina mi desespero, mi angustia como madre. Ahí comienzo a estudiar leyes, a buscar ayuda de abogados -al primero de ellos por cierto le pagué 1000 dólares y se desapareció- Yo tenía que demostrar en la Corte de Apelaciones que mi proceso fue mal llevado, que mi hijo corría peligro en Venezuela porque ya mi hermano había sido asesinado enviándome a mí y a los míos un mensaje claro. De hecho, mi hijo estuvo siempre escondido en Venezuela, cambiándose de casas para no ser descubierto. Sin embargo Juan fue agredido luego de una actividad que lideré en Miami, en Enero del 2011 denominada “Tómate una foto contra la Dictadura”, le dieron con una cacha de revólver en la cabeza y le dieron un mensaje, que me dijera que regresara a Venezuela porque ya lo habían ubicado a él.
¿Cómo logras que Juan regrese a EEUU?
Con la ayuda del abogado Gabriel Couriel, el apoyo de congresistas como Ileana Ros-Lehtinnen, Luis Gutierrez y Mario Diaz-Balart y mi insistencia. Mi esposo y yo participamos activamente en el proceso de la apelación. También somos muy creyentes. Siempre confiamos en Dios y en mi virgen. Lo cierto es que logramos demostrar que efectivamente huimos de Venezuela porque nuestras vidas corrían peligro, producto de una violencia extrema de origen político, que no era hampa común. El juez nos aprueba el asilo y en él acoge a toda mi familia incluyendo a Juan. Ahí inmediatamente pedimos el I-730-(Beneficio de familiar de asilado/refugiado) para Juan.
Pueden ver en YouTube (Juan Correa regresa a casa) el emotivo grito de Helene cuando abraza a su hijo, que regresa a casa luego de desafiar la muerte en Venezuela. Hoy en día Juan es graduado de literatura y escribe su autobiografía y desde ya yo me autonombré su relacionista público, para llevarlo a todos los medios de comunicación posibles, porque los venezolanos necesitamos que Juan le cuente al mundo lo que puede llegar a vivir un inmigrante que es víctima no sólo de la realidad hostil en su país, sino también de un proceso de inmigración mal llevado.
Luego de este tortuoso trance migratorio, Helene se certificó paralegal y asesora a sus clientes en sus procesos migratorios, para luego facilitarles la adaptación también. Además, adoptó a todos los venezolanos sin estatus legal en EEUU y lucha por ellos impulsando dos iniciativas legales, una a través del Ejecutivo, solicitando un Alivio de ley como lo es la Acción Diferida D.A.V.A. y la otra es un Proyecto Ley de Ajuste de Estatus Venezolano, del congresista Carlos Curbelo.
Ha emprendido una campaña informativa a través de asambleas de ciudadanos donde orienta sobre este Proyecto y recoge firmas para demostrar el número de ciudadanos que apoyen estas dos iniciativas. Ha recorrido varios estados divulgando su lucha y ganando adeptos que colaboren. El próximo 9 de octubre a las 4 pm en el hotel Aloft Doral de Miami, dará inicio al encuentro con inmigrantes venezolanos “Me Vine Demasiado”, donde se recolectarán firmas para apoyar ambas cruzadas.
¿Cómo podemos ayudar los venezolanos en EEUU, Helene?
Firmando la carta que da sustento a ambas peticiones. Escriban y llamen a sus representantes de distrito en el Congreso y el Senado solicitando que apoyen el Proyecto de Ley de Ajuste de Estatus Venezolano que dará Alivio migratorio a nuestros hermanos que están en las sombras, para que puedan vivir dignamente y de manera legal.
Tú más que nadie puede aconsejar a los venezolanos que emprenden el camino de la inmigración. A ellos qué les dices?
Que se asesoren bien, que investiguen a los abogados que escogen para ver si están inscritos en la Barra de cada estado; que no mientan: el americano cree en la palabra y cuando sepa que estamos inventando casos de asilo o forjando matrimonios, seremos una comunidad incómoda y no la comunidad de gente pro activa profesional y trabajadora que de verdad somos; no recomiendo que acudan a la iglesia pero si lo hacen pidan la copia de su expediente, investiguen, llévenle el pulso Día a Día a su proceso y caminen con la fe puesta en Dios.
Por: paulsfeir
Via: wWW.RadioNeXX.com
“La Voz de la Libertad”