Se levantó la mesa de diálogo y se
cumple una semana de la toma
■ Reos aseguran que les cortaron suministro eléctrico.
■ La ministra Varela advirtió que no negociaría con secuestradores.
Las negociaciones entre los reos que lideran el secuestro de 52 empleados de La Mínima del Internado Judicial de Carabobo, en Tocuyito, se paralizaron el jueves en la tarde, indicaron ayer familiares de los afectados.
Luego de que el jueves se produjeran los primeros traslados de reclusos hacia otro penal y liberaran a tres de los secuestrados, la mesa de diálogo se trancó. En las inmediaciones de Tocuyito, los familiares mostraban su angustia por la falta de información y porque no se comunicaban con sus parientes desde hacía 24 horas. Ayer la toma de rehenes arribó a una semana.
Algunos familiares lamentaron que el coordinador nacional de las Orquestas Sinfónicas Penitenciarias, Lenín Mora, fuera sacado de las negociaciones porque gracias a su labor se consiguieron los mayores alcances. Fuentes indican que el acuerdo contemplaba la liberación de tres rehenes por cada diez reclusos trasladados a diversos penales.
Uno de los reclusos informó que después de que se rompieran las negociaciones, les quitaron la electricidad y eso afectó las refrigeradoras en las que almacenan la poca comida que, al parecer, les queda.
Huelga de hambre:
Los parientes de los secuestrados exigieron la presencia del director general de Regiones y Establecimientos Penitenciarios, Reinaldo Rangel, quien les ha dado información en esta última semana.
María Quevedo, familiar de una secuestrada, relató que su hermana no ha podido asearse ni cambiar su ropa en toda la semana, mientras que Alberto Cárdenas indicó que llevaba más de 24 horas sin tener noticias sobre su hermano retenido. Familiares anunciaron que de no obtener respuesta oficial sobre lo que ocurre en el interior la cárcel, podrían comenzar una huelga de hambre en las próximas horas.
Voceros tras las rejas:
Ayer los presos de Tocuyito, que mantienen secuestrados a 52 trabajadores de prisiones, enviaron su segundo “comunicado oficial a la opinión pública nacional e internacional”, en el que informaban sobre la situación que se vive en ese penal desde hace una semana.
“Hacemos de conocimiento público que el día de ayer se rompió la mesa de diálogo…”, decía el mensaje. Esa fue la única información a la que tuvieron acceso los medios de comunicación.
Ninguna autoridad del Ministerio del Servicio Penitenciario ofreció detalles de lo que estaba ocurriendo en el penal, ni explicaciones acerca de por qué se había roto el diálogo. La incertidumbre, al igual que en caso de Rodeo, era todavía mayor entre los familiares de los reos y de los rehenes. El silencio gubernamental no sólo afecta a los medios, a protagonistas y víctimas de este tipo de conflictos, sino que además propicia que los reclusos se conviertan en “voceros oficiales”, un papel peligroso que no les corresponde.
Varela: Dudo del secuestro:
La ministra de Servicio Penitenciario, Iris Varela, expresó que duda de la veracidad del secuestro que se mantiene en Tocuyito, donde 52 funcionarios están retenidos desde hace una semana por los pranes, entre ellos Wilmer Brizuela, alias “Wilmito”, antiguo líder de la cárcel de Vista Hermosa.
“Dudo de ese secuestro porque ese personal que estaba allí, brindándole custodia a esos internos, ¿cómo es que les abrieron las rejas si no tenían por qué hacerlo? Esa es una cárcel de máxima seguridad. Entonces yo creo que allí hay complicidad de algunas personas y eso lo estamos investigando”, dijo.
Agregó que Brizuela, que solicita su regreso a Vista Hermosa, no tiene derecho a “absolutamente nada” porque está cometiendo un delito adicional en Tocuyito: “Lo que está haciendo allí es un secuestro y yo con secuestradores no negocio. No vamos a negociar con ellos.
La posición del ministerio ha sido clara: ellos que depongan las armas y liberen a las personas secuestradas”. Al consultar a la ministra, que ayer recorrió Vista Hermosa, sobre la petición de los reos de esta prisión de que retornen a “Wilmito”, dijo: “¿Cuáles internos, quiénes son, cómo se llaman? Yo no sé quiénes son los que aquí tienen contactos con esas personas que utilizan objetos que están prohibidos en estas instalaciones. Toda persona que tenga contacto con ellos, de alguna manera, está involucrada con las mafias. Es lamentable y grave que los periodistas asuman que tienen contacto con ellos”.
Por: TIBISAY ROMERO
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