HomeLAUREANO MÁRQUEZLuis Alfredo Rapozo: Gritando a los cuatro vientos

Luis Alfredo Rapozo: Gritando a los cuatro vientos

La revolucion polariza la
vida de lo venezolanos

 

El gobierno acosa a la población que le adversa y su discurso va dirigido a sus seguidores: Chávez ha gobernado para sus allegados dividiendo el país y marginando a un sector importante de los venezolanos.

“Si no estas apoyando al proceso revolucionario, debes olvidarte de conseguir empleo con el Estado. Ni te molestes en llevar el currículo de vida para optar y competir a un cargo.”-eso le decía una funcionaria del Ministerio de Tierras a su sobrino que quería poner al servicio del Estado su recién lograda profesión de Ingeniero Agrónomo-.

Igualmente, sucede si un concejo comunal no es afecto al gobierno. Para que una comunidad logre una reivindicación, asistencia, o apoyo de los entes gubernamentales, entonces debe estar cercano al proceso y sus miembros deben manejar la jerga revolucionaria, ponerse su franelita roja y ofrecer un volumen cautivo de votos disponibles en cualquier templete electoral. -A una líder comunal de La Pastora en Caracas, le estaban exigiendo su inscripción en el partido de gobierno, como paso de simpatía y amistad con la revolución-.

Este comportamiento –por así decirlo- se repite en todas partes, incluso, para los refugiados, damnificados, que esperan por una vivienda. Si estos cristianos abren la boca quejándose de su infortunio y criticando la ineficiencia del gobierno, entonces eso equivale a un suicidio, porque quedan marginados como unos verdaderos parias.

Y la vida dentro de los Ministerios no es menos tensa. Los funcionarios de carrera que se han mantenido trabajando para el gobierno han vivido un “vía crucis” digno de ser reconocido en algún momento, como una alta capacidad de resistencia y lucha por sobrevivir dentro de un aparato burocrático inhóspito, represivo y limitante.

Dicho lo anterior, es oportuno plantear una primera conclusión y no es otra que el gobierno se conduce chantajeando en un comportamiento corrupto que utiliza descaradamente el aparato del Estado para someter y dominar a la población con tal de imponer sus criterios –incluso por encima de la ley-.

Utiliza –el gobierno-el miedo de perder un empleo; un contrato, un beneficio, un derecho y hasta una propiedad como forma de sometimiento. Sin embargo, esa gestión no queda incólume. La factura la guarda la gente para expresarla en el mejor momento posible, sobretodo cuando el desgaste de esta política revolucionaria, polariza terriblemente la vida del venezolano que lucha contra la inseguridad, el costo de la vida y la incertidumbre de perder la libertad, las propiedades y los derechos universales del hombre ante un sistema déspota y sátrapa que pretende devorarse la vida en paz y los elementos democráticos.

La segunda conclusión que me parece muy interesante, es que este, es un gobierno perverso. No creo que en Venezuela haya existido un gobernante que iguale a Chávez en ese sentido.

Solo nombraré la persecución judicial contra varios venezolanos como a la juez Afiuni y la obstaculización de la justicia contra sus allegados; el manejo de la ley electoral para su provecho y la destrucción del aparato productivo como ataque a una supuesta burguesía nacional. Es una perversión que se justifica para mantenerse en el Poder a toda costa porque el gobierno de Chávez es profundamente antidemocrático y eso hay que decirlo a todas luces y a los cuatro vientos poniendo en guardia a la población que lucha por defenderse de un autócrata.


Por: Luis Alfredo Rapozo
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo