HomeElecciónesFREDDY LEPAGE: La quinta baraja: el comodín de Chávez

FREDDY LEPAGE: La quinta baraja: el comodín de Chávez

Aquí y ahora

 

En la pasada columna me referí a cuáles serían las cuatro posibilidades electorales de Chávez, tomando en cuenta la circunstancia que está viviendo, que no depende en buena parte de él. Para ello consideré distintos escenarios posibles, en atención a los limitados liderazgos existentes en el entorno chavista.

Ahora bien, independientemente de lo que sea, a Chávez, todavía le queda una quinta carta en este juego entrampado en que se encuentra Venezuela. De todos es conocido que siempre ha jugado con las cartas marcadas, lo que le da ventajas adicionales y posiciones superiores a las de sus contrincantes. Siempre ha jugado sobre seguro, siendo, a la vez, juez y parte. O sea, el ventajismo ha sido, independientemente de cualquier circunstancia, el sello de su proceder.

Hoy, nuevamente, ha hecho gala de ello, al lograr que el sumiso y obsecuente Consejo Supremo Electoral fije un calendario electoral a su leal saber y entender. No hace falta ser un avezado en política para comprender que las fechas aprobadas por el ente comicial han sido acomodaticias, a los fines de beneficiar al caudillo único de la hoy disminuida revolución bolivariana.

Vistas las cosas así, el Consejo Nacional Electoral es una especie de mono de la baraja: el comodín que sirve para todo, transmutado en una especie de mandadero del comandante, con máscara de autista para cumplir eficientemente sus instrucciones. Un árbitro parcializado que no tiene pudor a la hora de actuar y tomar decisiones, despreciando, olímpicamente, las opiniones de las organizaciones políticas de oposición y de la sociedad en general.

Hagamos algunas consideraciones referidas al almanaque electoral que no fueron dejadas, precisamente, al azar.

Primero vamos con la elección presidencial, fijada, arbitrariamente, para el 7 de octubre de 2012, rompiendo, así, la tradición de tantos años de democracia convertida en norma.

Esto tiene que ver, obviamente, con dos condicionantes.

Por un lado, el factor tiempo de la enfermedad del Presidente que, en este caso, tiene mucho de envite; y, por el otro, la previsión ­muy significativa, por cierto­ de que si la cúpula chavista pierde las elecciones, la entrega del poder será varios meses después (en enero de 2013), y dará tiempo, así, para hacer caída y mesa limpia o, como se dice en criollo, “raspar la olla”. Amén de borrar y desaparecer los registros de la corrupción y terminar de hacer inauditable la administración pública. Sencillamente, dejar atado de manos al próximo gobierno democrático.

También, separando los comicios presidenciales de los regionales, Chávez obliga a todos sus gobernadores a romperse el pecho por él ­así no lo quieran­ porque, se sabe por experiencias pasadas, quien gane las presidenciales, obviamente, dos meses después arrasa en las regionales. Ante la probabilidad real de que Chávez pierda las elecciones, serían muy pocos (o ninguno) los gobernadores con chance real de repetir.

De otra parte, la fecha para la escogencia de gobernadores y diputados de los consejos legislativos estadales se ha fijado para el 16 de diciembre de 2012. Momento obviamente incómodo por aquello de las merecidas vacaciones decembrinas a que tienen derecho los venezolanos. Esto fue hecho pensando en que lo que queda de la clase media vernácula (antichavista) aprovecha la ocasión para echarse un viajecito el interior y, los más pudientes, al exterior.

Y, por último, quedarían las de concejales para el 14 de abril de 2013…


Por: FREDDY LEPAGE
@freddyjlepage
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EL NACIONAL