“Ahora ni siquiera hacen bien el
‘mandao’, siempre los pescan..”
Los políticos que han dirigido nuestros destinos en los últimos 13 años francamente han quedado en deuda con la ciudadanía venezolana y de cada uno de sus Estados. Por ello, antes de alabar y crear personajes como acostumbramos en torno a nuestra historia política, debemos preguntarnos ¿Por qué nuestros políticos terminan investigados o sancionados pero no condenados?
Un ejemplo de ello es el que le acaba de ocurrir con Didalco Bolívar, ex Gobernador del Estado Aragua exiliado en Perú, supuestamente por corrupción durante su gestión, el cual ha llegado al país a entregarse para denunciar irregularidades de su antiguo compinche en el Partido Podemos el Diputado Ismael García.
En nuestro mundo político sabemos, que son muy pocos los que pueden levantar la mano y decir: actué con honestidad, modestia, pundonor, decencia, dignidad, vergüenza y responsabilidad. Hay desaprobaciones por celebración indebida de contratos, falsedad, en fin, un rosario de delitos que tendrían con vergüenza a cualquiera, encerrado en su casa.
Pero en este país no, por el contrario son premiados y escogidos nuevamente para otorgarles la bendición a nuevos cargos. No solo porque son de partidos de izquierda o de derecha, o de los nuevos partidos, pero siempre se les sataniza con un discurso de doble moral.
Es que nuestra dirigencia colapsó y viene arrastrándose desde cuando ejercían los anteriores gobernadores afectos al gobierno rojo-rojito, muchos de ellos ahora diputados a la Asamblea Nacional o en altos cargos del gobierno socialista-comunista, los cuales han dejado muchas dudas y expedientes en Fiscalía con su proceder, pero engavetados.
Nuestra clase dirigente entró en una carrera desmedida y voraz por ambición de poder y riqueza, pero también por complicidad de la ciudadanía que se acompleja por dinero y se arrodilla ante personas que no tienen ningún fundamento moral para regir nuestros destinos.
Estos políticos son tan tontos que ni siquiera hacen bien el ‘mandao’, siempre los pescan las entidades de control y terminan sometidos al escarnio público. Ser político se ha convertido en un descrédito, por culpa de aquellos inescrupulosos que tomaron esta ciencia para su beneficio personal, sin pensar en una ciudadanía que se muere de hambre, desempleo y muchos problemas que nos agobian a diario.
Debemos pensar en alternativas con mujeres y hombres jóvenes que le apuesten a algo diferente. No podemos decepcionarnos de la política, porque a través de la política, nacen procesos beneficiosos de cambio para la sociedad.
Sin embargo, debemos actuar con cautela y analizar programas y propuestas, porque de lo contrario pueden surgir prodigios como algunos precandidatos a las primarias de la oposición, que están tomando fuerza, amparando su discurso en la desigualdad de clases y planteando una lucha frontal contra la corrupción.
Y como vienen de una franja que es muy grande y poco estructurada, pueden ser vistos como los adalides que nos va a sacar adelante y a moralizar la República, como dice un eslogan, que entre otras es bueno, “aunque no cuenten con la preparación política y gerencial necesaria para tomar las riendas de una nación con tantos problemas como Venezuela”
No se trata de generar odios amigos lectores, aquí lo que hay que hacer es un balance con franqueza, de cómo se encuentra nuestra dirigencia y lo que se puede hacer en el futuro para renovar de la mejor forma, la política en Venezuela hoy tan desprestigiada.
Por: Zenair Brito Caballero
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