¿Enfermo? Lo pongo en duda,
Chávez no tiene credibilidad

 

El general Guaicaipuro Lameda marcó distancia con la política militar del presidente Hugo Chávez luego de ser director de la Oficina Central de Presupuesto y presidir la industria petrolera del país.

La fricción se desató en noviembre de 2001, cuando el Jefe del Estado anunció que la revolución que lidera es armada. Dos meses más tarde, Lameda concluyó su servicio profesional en la institución castrense. Su solicitud de salida obedeció a la disconformidad con la línea de Chávez y el riesgo de caer en desobediencia.

Casi una década después y dedicado en la actualidad a la asistencia gerencial privada, el general Lameda no pierde de vista la situación del país y la vida dentro de los cuarteles. Por ese análisis afirma que “la ansiedad que se vive en el país por la salud del Presidente se siente también en la Fuerza Armada, que es una réplica del país. La ansiedad en la Fuerza Armada y en los mandos militares por la situación política, el futuro del país y la salud de Chávez, si podrá o no gobernar, puede generar conspiraciones”.

Examina el panorama apoyado en una tesis sobre seguridad interna que realizó en 1997 y que le valió el premio Presidente de la República, pues ilustra la situación actual y su relación con los militares.

“La incertidumbre genera una ansiedad tal, que si no es satisfecha puede ocasionar que la sociedad atente contra las instituciones que la originan, eso se daría en la Fuerza Armada”, argumenta.

— ¿Hay condiciones para una conspiración en los cuarteles?

– No diría que hay condiciones, pero el propio Gobierno no informa con claridad sobre el estado de salud del Presidente. Si el sistema no la proporciona, la gente busca estabilidad frente a la inseguridad, porque quiere vivir en tranquilidad y paz.

— ¿A qué obedeció la ratificación del Alto Mando militar?

– Todas las decisiones recientes del Presidente están vinculadas con el viaje a Cuba y el ambiente sobre su enfermedad. Hacer cambios en este momento daría señales al movimiento que lo apoya y serían inconvenientes para el proceso interno. Todo en medio de las dudas acerca de su enfermedad.

– ¿Usted no cree que Chávez está enfermo?

– Lo pongo en duda, el Presidente no tiene credibilidad.

No digo que no existe la enfermedad, pero el manejo de la situación genera dudas.

Cuando el Presidente habla dice lo que le comenta Fidel Castro. Lo lógico es que hubiera partes médicos, pero no se sabe nada de especialistas. Se habla de tumor sin especificar y de quimioterapias cuando ha dicho que está mejor. Uno se pregunta si detrás no hay un asunto de contrainteligencia.

– ¿Considera pertinente que en el segundo retorno de Chávez a Venezuela fuera recibido y reverenciado por cadetes de la Armada?

– Este tipo de situaciones debe responder al Manual de Ceremonial y Protocolo Militar. Lo que vimos rompe con esa formalidad y corresponde a la satisfacción de egos personales. No se arrodillan ante el imperio ni ante la nación sino ante mí. No diría que el Presidente lo pidió sino que algún liderazgo militar se puso en posición servil.

– ¿Cómo interpreta el cambio en el lema “Patria, socialismo o muerte” y la inclusión de la palabra viviremos?

– La Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional señala que el cobarde no puede ser militar y aquí se aprecia falta de valentía. El militar jura y es capaz de morir por la patria. Me gustaría más que el Presidente jurara morir por la revolución, sería más honesto. ¿El cambio es porque te dio miedo la muerte? ¿Hacías recitar a los demás algo en lo que no crees? ¿Cuántas otras hipocresías están de por medio?

– ¿Afectó la moral de la FAN la ausencia de Chávez en los ascensos de generales y almirantes?

– No lo creo. En la Fuerza Armada hay claridad sobre el concepto de que los mandos nunca mueren. Aunque correspondía al vicepresidente Elías Jaua como Presidente encargado y Comandante en jefe de la FAN ascender a los oficiales, no al Ministro de la Defensa. Este episodio no afecta el mando, la incertidumbre viene ahora por una firma electrónica, soy o no soy. Si el Presidente entra en el quirófano, quién toma una decisión estratégica. Un país debe tener claridad conceptual sobre cómo ejercer el mando en situación de crisis.

– ¿Qué lectura hace de la situación actual en los cuarteles?

– La Fuerza Armada está muy distanciada de lo que es una institución de este tipo en un sistema democrático. Dan fe de ello las demostraciones de sus líderes y de los líderes del poder público. El lunes, en la celebración del aniversario de Caracas, el Presidente contó que cuando fue a visitar a Bolívar en 1810, Urdaneta controlaba el poder porque tenía a la Fuerza Armada subordinada a él. Aquí se revela el control de la FAN como objeto de gobierno y es donde tenemos que marcar la diferencia fundamental. La institución militar no debe asumir ni participar en política para impulsar una fuerza que busca imponerse a otros. Cuando tenemos eso se trata de una dictadura militar.

— ¿Hay una dictadura militar en el país?

– El Presidente ha dicho que se apoya en la Fuerza Armada. Cuando un general dice que la FAN no reconocerá a otro presidente que a Chávez, el secretario general de la OEA, José Manuel Insulza, hace un llamado a la ponderación y Chávez asciende a general en jefe al militar (Henry Rangel Silva), entonces la FAN respalda una tendencia política. Igual que el resto del país, la institución militar debe retomar el sendero moral y cumplir su función constitucional para garantizar la independencia y soberanía de la nación, y asegurar la integridad del espacio geográfico.

— ¿Qué otros elementos integran su diagnóstico militar?

– Hay fallas en la organización y el liderazgo. El liderazgo se fundamenta en la meritocracia y la dedicación del militar al servicio exclusivo de la nación.

No puedes trabajar en otra cosa, pero hay una gran distorsión porque el liderazgo se asume por demostraciones de lealtad al proceso revolucionario. Se rompe la línea de mando, hay oficiales que no reportan a sus superiores sino directamente al Presidente.

Actualmente se ejerce un comando por logias cuando la Fuerza Armada es una organización con estructura vertical.

— ¿Cómo se insertan las Milicias en la FAN?

– La Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional de marzo de 2011, al establecer a las Milicias abre un campo para llevar al país prácticamente a una guerra civil. En la exposición de motivos se dice que son para sostener al socialismo. Tienen armas, igual que la FAN, pero van por caminos distintos.

— ¿Tiene algún sentido estratégico la noción de Guerra Popular de Resistencia?

– No está claro el concepto. A los militares nos enseñan que antes de enfrentar a un enemigo debe definirse quién es, su naturaleza y su composición.

* Ficha personal:

. GENERAL DE BRIGADA RETIRADO
· DEL EJÉRCITO . EX PRESIDENTE DE PDVSA
· EX DIRECTOR DE LA OCEPRE

Por: SOFÍA NEDERR
snederr@el-nacional.co
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