Iris Varela nuestra
flamante ministra
Hace unas semanas cuestionábamos la designación de Iris Varela como ministra de Servicios Penitenciarios, cargo creado para atender la crisis carcelaria, luego de 12 años de anarquía, el Presidente se iluminó y creó dicho despacho.
No nos defraudó la exdiputada ahora ministra, ya deja ver el amplio conocimiento que tiene del tema carcelario y sobre todo de las competencias que tiene el ejecutivo, sorprende que una parlamentaria que tuvo más de 10 años cobrando un sueldo para elaborar y conocer las leyes venezolanas no tenga idea de hasta dónde pueden llegar sus competencias.
Ahora resulta que el problema se resuelve con algo tan simple como suspender el ingreso de quienes cometen delitos a los establecimientos penitenciarios. Cuando menos debemos decir que esto no es una competencia de una ministra, pues quien decide quién va a la cárcel o no, nunca puede ser un funcionario ejecutivo sin competencia jurisdiccional.
La decisión de enviar a una persona a la cárcel debe estar sustentada por un proceso judicial, en donde se garantice un juez natural para quien es imputado y que la decisión de privar de la libertad a alguien sea consecuencia de un procedimiento previamente establecido y que garantice la justicia.
Pero hoy nuestra flamante ministra, que nada sabe de esto, simplemente decide suspender el ingreso de personas a los establecimientos penitenciarios, es decir, en nuestro país un ministro les da órdenes a los jueces, quienes no pueden ordenar el traslado de personas que cometen delitos a los establecimientos destinados a ello.
En Venezuela una crisis de hacinamiento penitenciario se soluciona con algo tan populista e irresponsable como la suspensión de ingresos de personas al sistema penitenciario, sin importar si esas personas pasan o no por un proceso judicial conforme a la ley.
Cobra cada vez más fuerza aquella hipótesis de la falta de independencia del Poder Judicial, pues una ministra es quien gira instrucciones a los jueces que hoy garantizan los derechos humanos de los ciudadanos venezolanos.
Iris, la mandamás, es quien decide si una persona puede o no ser trasladada a un establecimiento penitenciario, así está el país, los ministros deciden sobre los jueces, la justicia depende de un decreto de nombramiento de algún cargo ejecutivo.
Por: JORDY ENRIQUE MONCADA CARTAYA
jordyenrique@gmail.com
@JordyMoncada
EL UNIVERSAL
viernes 12 de agosto de 2011