Artillería de Oficio
Cada vez que el Presidente recibe una sesión de quimioterapia en La Habana, lo asalta Zaratustra, aparece acompañado por Fidel Castro. A nadie se le puede escapar que el dictador caribeño fue marcado por las enseñanzas del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, a través del profeta Zaratustra, creado a su imagen y semejanza, y para quien las masas debían gritar al ritmo de su ruidoso látigo o, de lo contrario, obedecer y callar. Como es lógico, calificaba la democracia de estúpida y degradante. De esos postulados se nutrieron el fascismo, el nazismo y todos los totalitarismos.
Durante 52 años de Revolución cubana, Fidel Castro ha estado en la eterna lucha del bien (Cuba), contra el mal (Estados Unidos), enseñada por Zaratustra. En buena medida, la obsesión de Castro por satanizar a los enemigos es herencia de Nietzsche, que ahora legó en su predilecto discípulo, Hugo Chávez y, entre sesión y sesión de quimioterapia, le ha medicado como terapia alternativa para la náusea y el vómito, una buena dosis de filosofía nietzscheana.
Cada vez que Chávez regresa de una terapia en La Habana, sale de la antigua cueva de Zaratustra, imbuido con sus máximas filosóficas e investido por las virtudes del superhombre, poderoso, despiadado y autoritario. Así es como se muestra durante esta etapa del tratamiento: al principio cuando informó desde La Habana que le habían extirpado un tumor con células malignas, parecía aceptarlo con humildad, pero reacciono rápidamente influenciado por Zaratustra.
En efecto, para Nietzsche, la humildad no significa más que una bajeza, una debilidad de instintos, propia de quienes se dejan llevar por una moral de esclavos. Así que, a medida que ha avanzado el tratamiento y la manipulación mediática, Chávez ha hecho tal berrinche con su enfermedad que se ha trastocado en un abuso insufrible de poder, y ha permitido incluso que los cadetes perdieran todo decoro cuando lo recibieron al regresar de una de sus terapias y se postraron de rodillas como si fuera un Dios.
En ese sentido, más que el superhombre anunciado por Nietzsche, Chávez se parece más al cruel emperador romano Calígula, al que nadie podía acercársele sin un velo en la cabeza y tenían que arrodillarse a sus pies. Precisamente por tener tantas carencias morales, el Presidente ha sido presa fácil de la más abyecta adulación.
El video por los 40 años de su ingreso en la Academia Militar, transmitido en cadena nacional, el lunes en la noche, alcanzó un extremo francamente patológico. El endiosamiento de Hugo Chávez lo ha hecho perder toda percepción de la realidad y por eso toma decisiones equivocadas que perjudican a todos. Chávez ha labrado su desgracia por creer en los aduladores que le alimentan su ego insaciable. Debería releer a Bolívar, que fue muy explícito contra la adulancia: “La única libertad que no se debe consentir en la república es la libertad de la lisonja, porque ésta establece una escuela fatal donde se pierde toda noción de moral y dignidad”, en vez de estar leyendo al indigesto Zaratustra.
Tic tac
Calypso de El Callao. El director de operaciones del grupo Rusoro Mining, ingeniero Roman Amosov, mantiene informada a la directiva en Moscú de los incidentes presentados en el yacimiento aurífero Increíble 6.
Los rusos no entienden que con tanta producción de oro la empresa esté endeudada. Hablan de corrupción interna y mala administración. El pasado viernes 22 de julio, el ingeniero Amosov estuvo a punto de ser linchado cuando se acercaba al portón 1. La Guardia Nacional rescató al ingeniero disparando al aire para dispersar a la muchedumbre.
Por: MARIANELLA SALAZAR
msalazar@cantv.net
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