La maldición Tascón continúa
cobrando nuevas víctimas
Muchos venezolanos conocen los horrores que generó aquella lista que dejó a miles de venezolanos en la calle. También todos saben cómo los dirigentes chavistas promovidos por el discurso de odio del mismo Presidente se burlaban de la desgracia de aquellas familias quienes prácticamente quedaron en la calle.
Pareciera que esta lista continúa llevándose gente con ella, pero esta vez no a los trabajadores honestos de la patria de Bolívar, sino a los responsables de destruir y regalar las riquezas a países extranjeros sin importarles en lo absoluto el sufrimiento que el pueblo de Venezuela esté pasando.
Pero en realidad; ¿quién fue Tascón? Luis Tascón fue uno de los fundadores del Movimiento V República. Fue un personaje quien dejó un mal recuerdo en el corazón del pueblo venezolano. Este actor político fue un verdadero revolucionario de convicción que criticó en varias ocasiones a muchos dirigentes del entorno del Presidente. Como dice en su libro Ramón Hernández; “Chávez y el PSUV forman un dúo demagógico sin horizonte esperanzador, cuya base ideológica se apoya en la corrupción y el terrible culto a la personalidad, un cáncer incurable”.
¿Cáncer incurable? Con la partida de Tascón, pareciera que su maldición continúa cobrando nuevas víctimas. No sólo se ha llevado al general traidor Muller Rojas, también este muerto se ha llevado al revolucionario Luis Ceballo Lobos, al provocador Guillermo García Ponce, al gobernador Willian Lara de Guárico, a la anárquica Lina Ron, al vendepatria del contralor Clodosbaldo Russián y ahora con esta dolorosa noticia sobre el cáncer que padece el presidente y que ha sido ratificada por él mismo, muy pronto seremos todos testigos del lamentable adiós del presidente Chávez.
Castigo o no. Como una de esas tantas leyendas del campo, Tascón se ha convertido en una especie de personaje vengador que regresa para castigar a los traidores de la revolución y ahora busca llevarse a la presa mayor. Es una sombra que le quita el sueño a miles de rojitos. Es un relato como el de la loca de Ejido o el Silbón. Es una especie de inquisidor quien desde su muerte vaga sin descanso persiguiendo no a los hombres infieles para matarlos como lo hace La Sayona, sino persiguiendo a sus ex compañeros de partido quienes han engañado al pueblo con falsas promesas, robando los tesoros del Estado y regalando las riquezas al exterior.
Por: ORLANDO JOSÉ BRUZUAL ROJAS
obruzual@hotmail.com
OPINIÓN | EL UNIVERSAL
lunes 11 de julio de 2011