No obstante el CNE no
presenta el cronograma
Después de 12 años de gobierno del Presidente Hugo Chávez, la oposición venezolana decidió de manera definitiva asumir formalmente el poder. La resolución la tomó una vez que acordó hacer un llamado a la unidad nacional y convocar a sus mejores dirigentes para que postularan sus nombres, a los fines de elegir en elecciones primarias a un candidato presidencial el 12 de febrero del próximo año. Y al mismo tiempo, prepara y organiza desde ya el plan de gobierno que habrá de ejecutar el nuevo Presidente de la República a partir de Enero de 2013, conjuntamente con los diferentes sectores que integran la sociedad venezolana.
Mientras todavía el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha decidido ni presentado el cronograma electoral del próximo año, que según la tradición venezolana se acostumbra tomar el mes de diciembre como fecha para las elecciones presidenciales, la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que agrupa a las organizaciones políticas de oposición, designó ya la Comisión Electoral que habrá de coordinar toda la actividad relacionada tanto para los comicios de la elección primaria de la elección del candidato presidencial como para la elección del nuevo Presidente de la República y los nuevos gobernadores de estado. Actualmente instala las Juntas Electorales Regionales. Este empuje programático y organizativo muestra la disposición política de la oposición venezolana para la toma del poder. Avanza y tiene un objetivo definido y muestra tener mayor deseo y entusiasmo que los demás por ir a la contienda electoral.
A raíz de los últimos resultados electorales, donde la oposición salió favorecida con los votos que negaron la reforma a la Constitución propuesta en referéndum por el gobierno del Presidente Hugo Chávez, luego la elección de gobernadores y alcaldes, y últimamente la elección de los diputados a la Asamblea Nacional con un 52% a su favor, pero desfavorecida en la proporcionalidad de diputados, el CNE y las organizaciones políticas oficialistas, han mostrado en los últimos tres años un desaliento a la celebración de elecciones en los organismos laborales, universitarios, estudiantiles, académicos, colegios profesionales y hasta en los organismos sindicales de las propias empresas del Estado. Y donde no han encontrado razones para no asistir y participar, han resultado derrotados.
La oposición venezolana, dentro de su estrategia política, evita autodefinirse como tal, porque considera que su acción de gobierno debe ir mucho más allá de la llamada oposición, y por lo tanto se autodenomina Unidad Nacional y estima que su proyecto de país debe incluir a todos los venezolanos, profundizar la descentralización, lo que significa fortalecer la autonomía de los gobiernos regionales y municipales, indistintamente de la posición política de sus gobernantes. La idea general es aplicar realmente en Venezuela el concepto de Estado federal descentralizado, tal como lo contempla la Constitución Nacional en su Artículo 4. Esta posición, la libertad ciudadana, la seguridad de las personas y los bienes y la autonomía de los poderes en Venezuela, en especial el poder judicial y el poder legislativo, ubicarán a nuestro país a la altura de los estados modernos y lo aleja para siempre del infuncional y agotado poder centralizado. A la oposición le falta camino, pero lleva buen paso en la preparación del nuevo gobierno.
Por: Lenín Valero
Periodista leninvalero1@hotmail.com
@valeromarquez