HomeElecciónesBEATRIZ DE MAJO: Entre nosotras

BEATRIZ DE MAJO: Entre nosotras

Sobredosis

 

Las injurias, improperios y ofensas proferidas desde el programa La Hojilla en contra de quien ha sido un ícono en la vida pública de este país, María Teresa Castillo, me lleva a dedicarle este espacio a todas las mujeres que hemos sido mancilladas, sin rubor ni límite ninguno, desde el programa referido, que se transmite desde un canal del Estado, con pleno soporte de parte de las autoridades de la emisora estatal que lo acoge, del órgano de supervisión del canal y de la propia Presidencia.

Sería muy desproporcionado, arrogante incluso, pretender que las otras mujeres vejadas y expuestas al escarnio público por el conductor de ese espacio pudiéramos gozar de la estatura que ha exhibido María Teresa a lo largo de sus más de 100 años de vida. Compartimos con ella, sin embargo, la condición de mujeres, y de mujeres batalladoras, con ideas propias y valientes. Sin duda, María Teresa es un ser irrepetible que dejará un surco profundo en el país en más de un terrero: la cultura, las artes, la política, la batalla por la libertad.

Nos une a ella la admiración por su trayectoria, por el valor de su legado y la condición de mujer que compartimos.

La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia entró en vigor en marzo del año 2007 durante el gobierno de Hugo Chávez para complementar a nuestro Código Penal con normas específicas que se ocuparan de garantizarle al género femenino la protección que le debe el Estado y para asegurarle que cualquier tipo de violencia en su contra sería perseguido y castigado con el peso de la ley. Doy por seguro que el Presidente de la República, al estampar su firma sobre ese instrumento legal, debe haber pensado no sólo en las que son objeto de violencia física, sino de esa otra más sutil, más inteligente y, por lo tanto, más perversa forma de agresión que también desvaloriza a la mujer, la hace objeto de desprecio social, la lesiona en su respetabilidad, la coloca en condición de minusvalía.

No me atrevo a mencionarlas todas, pero son muchas las profesionales que por explicitar ideas propias en el campo de lo político han sido objeto de la agresión cáustica y destructiva de quien ha contado con la patente de corso otorgada por el Gobierno al poner en sus manos, sin censura alguna, un instrumento de un medio de comunicación de alcance nacional para perpetrar sus crímenes.

En todas ellas hay que pensar cuando deploramos la agresión malvada en contra de María Teresa Castillo. Porque al igual que María Teresa lo habría hecho si sus años lo permitieran, a ninguna ha conseguido silenciar, amilanar o desactivar. Están hechas de una pasta que el conductor de La Hojilla desconoce. Son de las que, tarde o temprano, harán valer los derechos que Hugo Chávez, su presidente, les otorgó cuando rubricó la ley que les garantiza una vida libre de violencia.


Por: BEATRIZ DE MAJO C.
bdemajo@cantv.net
Política | Opinión
EL NACIONAL

1 COMMENT

Comments are closed.