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Thursday, November 21, 2024
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Elides J. Rojas: El doble discurso del chavismo

SOBRE LA MARCHA 

 

Los contrastes, el doble discurso, la dualidad, la doble cara. Es parte de la conducta normal del chavismo. No hay chavismo verdadero sin una de estas cualidades. En realidad no son exclusivas del chavismo, pero en un batallón de hombres nuevos que supuestamente vinieron agarrados del sable del jefe para salvar al mundo, la cosa es más notaria.

Chávez pide que la gente ande desnuda y pasando hambre, pero él mismo se lanza la gran carrera capitalista, y sin quererlo se lo dice al país, al confesar que llegó a pesar más de 120 kilos; es decir un comelón que pide sacrificios a la gente. Tiene avión, tiene dólares en efectivo, tiene médicos de cabecera, se va a otro país a hacerse tratamientos médicos, buenas cenas, buenos almuerzos. Tiene una cuerdita a la que le regala plata sin mirar la cuenta. Tiene carros, camionetotas y hasta helicópteros. Y no solamente él. Toda su familia está empatada en este festín del billete gordo. Fincas, viajes, paseos, asistencia a costosísimos conciertos de estrellas internacionales. Aviones de Pdvsa para ir al Caribe o al Imperio. Helicópteros de la Armada para ir a la Orchila. Whisky y hielito en la piscina de la finca o en la playita militar. Eso es vida.

Se la pasan con el tejemaneje de ahorrar para el pueblo, de no gastar demasiado en tonterías imperialistas y consumistas. Puro cuento. Un bono de 10 millones mensuales para todos los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia es, al menos, un indicio de cómo funciona esta movida en la administración chavista. De dice una cosa y se hace otra. Es lo que ocurre con las marchas y concentraciones del oficialismo. Eso es una orden que sale de Caracas y el billete rueda en efectivo por todo el país. Autobuses, camionetas, busetas, gente. Logística y comida. Millones y millones de bolívares. Todo para complacer al jefe. Que vea mucha gente, que se sienta el rey. Que haga la ola y saque los binoculares. La verdad, que en este punto a la gente le importa muy poco o nada la revolución. Lo bueno es la fiesta, la cerveza y el centro comercial. Eso es lo que se ve. Se han reportado terribles accidentes en medio de borracheras y regresos nocturnales. Han dejado gente botada y hasta derrumbes de tarimas con heridos. Lo realmente importante es mover a la masa. Seguridad y dinero es lo de menos. Doble discurso.

Se lanzan un sermón, lleno de pavosidades bolivarianas, hablando de milagro agrícola, de soberanía alimentaria, independencia frente al imperio, el fin del rentismo petrolero, el gran arranque de la diversificación de la economía. Paja, simplemente paja. La verdad es que hacienda que toman hacienda que se convierte en un peladero. Se comen las vacas, acaban con los potreros, venden los tractores. Un barbarazo revolucionario. En este momento hay que importar hasta el café para Chávez. No se produce suficientemente nada. El retroceso es de 100 años. Pero desde el comandante hasta el último peón del proceso se divierten enfranelados de rojo haciendo el discurso del poder popular, la lucha de Zamora y todo ese cuento de la libertad y que la tierra es de quien la trabaja. Más discurso. La realidad está llena de containers.

Y así se le va la vida a este proceso. Entre cuentos y cuentos. Entre discursos y realidades.


Por: Elides J. Rojas L.
Twitter: @ejrl
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