Aquí y ahora
La enfermedad de cualquier jefe de Estado se quiera o no causa inquietud, conjeturas y todo tipo de comentarios; esto ocurre en función de la posición política de cada quien y los intereses que la sustentan.
En el caso de Chávez, la situación no es diferente. Más bien, se profundizan y acentúan las habladurías, habida cuenta del secretismo en que se ha mantenido el diagnóstico clínico y el posible tratamiento a seguir.
Hasta ahora, los únicos conocedores de la verdad se reducen a un minúsculo círculo, integrado por los hermanos Castro, algunos miembros de la alta jerarquía política cubana y los médicos tratantes (cubanos y españoles). Todos los demás, incluido el pueblo venezolano, son poseedores de informaciones parciales, sesgadas e intencionadas, la mayoría de ellas dadas por el propio Chávez y algunos funcionarios del régimen.
El domingo pasado el portal www.reportero24.com daba cuenta de un interesante y amplio reportaje sobre el cirujano español García Sabrido, que operó a Fidel Castro y ahora, según la crónica del diario El Mundo de España, habría hecho lo propio con Hugo Chávez. Estas incisivas, agudas y enjundiosas investigaciones periodísticas intentan indagar más allá de lo públicamente conocido. Al fin y al cabo, esa es la razón de ser del periodismo independiente.
El propio Chávez se ha visto obligado a negar enfáticamente que, gracias a su enfermedad, tenga que entregar el poder y así dar paso a un proceso de transición política, como, “supuestamente”, lo están tramando la oposición y la contrarrevolución y hasta gente de su propio partido, en el cual, por cierto, la lucha por una posible sucesión es a cuchillo y sin tregua…
Por cierto, a propósito de estas declaraciones del Presidente, se me antoja que lo prudente y sensato es que la MUD y los sectores contestatarios sigan su propia estrategia electoral, tal como fue inicialmente trazada, con los ajustes pertinentes y necesarios. Sería un grave error actuar con base en supuestos o en cálculos políticos apresurados. En circunstancias como la que vive el país, el sentido común indica que lo mejor es darle tiempo al tiempo…
La gravedad o no de la enfermedad que padece Hugo Chávez se sabrá en el transcurso de los días por venir…
Por más esfuerzos propagandísticos y de contrainformación que se hagan, la realidad saldrá a relucir en cualquier momento…
La prestigiosa revista The Economist y agencias de noticias como Reuters y BBC Mundo, han hecho análisis y predicciones razonables sobre las secuelas internacionales y domésticas del padecimiento de Chávez. Recientemente The Economist, ha publicado un trabajo sobre las consecuencias que para la economía cubana tendría una era posterior a Chávez. La publicación señala que el Gobierno cubano se ha visto obligado a plantearse un “plan B”, para mantener su economía a flote, en el caso de que la isla pierda el fundamental apoyo económico (algunos dicen que mayor que el de la antigua Unión Soviética) que recibe de Venezuela.
En suma, son muchas las miradas escrutadoras que se centran en el estado de salud de Chávez y los posibles corolarios políticos, económicos, comerciales y geopolíticos que se puedan derivar. De allí que, allende nuestras fronteras, la comunidad internacional (sobre todo los países del Alba y otros socios políticos y comerciales) esté tan interesada y al mismo tiempo preocupada. Por ello hacen todo tipo de pronósticos sobre el futuro de nuestra tierra…
Por: FREDDY LEPAGE
freddylepage@cantv.net
@freddyjlepage
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