HomeElecciónesEl Editorial: Las petrocasas; ¿Duerme el Presidente?

El Editorial: Las petrocasas; ¿Duerme el Presidente?

Las petrocasas…

 

Desde su lecho de enfermo, el Presidente de la República tuvo tiempo ayer seguramente para leer el demoledor trabajo de investigación publicado por este diario en el cuerpo dominical Siete Días, sobre las petrocasas, ese programa anunciado años atrás, tanto por el jefe del Estado como por los medios de comunicación oficialistas. Pero de aquellas hermosas promesas de entrega de viviendas a los sectores populares por la vía rápida y promoviendo, de paso, la autoconstrucción socialista, poco queda.

Lo medular del trabajo de investigación presentado por El Nacional sobre este asunto es que no se levanta sobre denuncias o quejas, sino que desarrolla una hoja de ruta destinada a descubrir por qué lo que era en principio una buena idea terminó convertida en un desastre, con todas las nefastas consecuencias para aquellos que creyeron, desde el Presidente para abajo hasta llegar a los que no tienen casas, que era posible desarrollar un proyecto viable y esperanzador.

Y lo peor es que el proyecto de las petrocasas hubiera sido viable si se hubiesen tomado en cuenta las opiniones de los arquitectos afines al proceso. Pero no se les consultó, y cuando quisieron agregar ideas con base en sus propias proposiciones y experiencias, fueron desoídos y despreciados por la burocracia que no quería para nada que se le destetara de sus vínculos con los constructores “bolisocialistas”.

En la investigación publicada en Siete Días no se acusa a nadie porque no tiene sentido señalar a alguien en especial, pero se pone de relieve cómo un proyecto de tanta importancia para la población venezolana va perdiendo progresivamente utilidad y eficacia pública en la misma medida en que el Gobierno se sabotea burocráticamente a sí mismo. Es algo insólito, porque el problema de la vivienda en los sectores populares no tiene enemigos en la oposición pero, para asombro de todos, sí los tiene en el Gobierno.

Perecerá extraño lo que decimos, pero ni uno solo de los proyectos de las petrocasas ha sido boicoteado por la oposición. Lo que se ha exigido es el cumplimiento en las etapas de entrega, la seguridad de que los materiales utilizados no sean tóxicos para quienes habiten las nuevas viviendas y que los suministros lleguen en los términos de las promesas de los funcionarios.

Pero ¿qué ha sucedido? Las promesas oficiales se han ido estirando al punto de que los pobladores que aceptaron el reto socialista de construir sus propias casas han terminado por hacer lo que todo venezolano inteligente y práctico hace: sustituir al Gobierno por su propia capacidad de encontrar materiales de construcción y agregar arena donde debería ir cemento.

Al Presidente de la República se le excusa de lo que pasa en el país porque nadie le informa a tiempo, pues, bien le viene leer estas quejas de quienes siguen creyendo en la posibilidad de construir por sí mismos sus casas.


Por: Redacción
Política | Opinión
EL NACIONAL