“L’État, c’est moi”
Me nació esta preocupación ante muchas noticias de los medios y de algunos personeros del régimen que han dicho, que la salud del presidente socialista-comunista Hugo Chávez es “cuestión de Estado”. En ello hay mucha coincidencia con la de su amigo y mentor ideológico Fidel Castro, cuya salud también ha sido y sigue siendo precaria. ¿Se da cuenta, paciente lector, lo que quiere decir? La salud de una persona es “cuestión de Estado” cuando justamente, por ocupar el cargo que ocupa, debería ser de una transparencia absoluta y no permanecer en secreto y los informes médicos clasificados como si fueran temas militares o diplomáticos de vital importancia para la seguridad de la nación.
La coincidencia se da no solo en ese secretismo, sino que ambos son dictadores, gobiernan con mano de hierro y una represión brutal. También es el caso de otros dictadores en el pasado que cuando se operaban o se enfermaban no se sabia nada hasta muchísimos días después), no importando que fueran de izquierdas o derechas. Todos están hechos de la misma fibra, todos recurren a los mismos métodos, todos son grandes ególatras que se sienten ungidos no por la voluntad de la ciudadanía, sino por la Historia, así con mayúsculas, que le ha encomendado la tarea de transformar el mundo. Pero no será la Historia, sino simplemente el tiempo y el cumplimiento de los ciclos vitales el que se encargará de desclasificar tales documentos, cuando la salud de tales personajes haya dejado de interesar a nadie. Estos mandatarios confunden todo en su delirio de poder absoluto: su salud, sus negocios particulares, su fortuna privada y los fondos del Tesoro, los bienes públicos y los bienes privados, hasta su propia persona. Es una versión modernizada de la frase de Luis XIV (los historiadores afirman que es una imprecisión) que dijo: “L’État, c’est moi” (El Estado soy yo). Mayor claridad, imposible. Chávez, nuestro presidente socialista, se operó en Cuba el 20 de junio dicho por el mismo y estuvo allá desde el pasado día 10 de junio, fecha en que llegó al final de una gira que incluyó Brasil, Ecuador y Cuba. Aquí los médicos le “descubrieron” un
“absceso pélvico” que era necesario operar de urgencia. De acuerdo al diccionario de la Real Academia significa “Acumulación de pus en los tejidos orgánicos internos o externos”. Si nos pinchamos un dedo con un alfiler, se puede formar allí un “absceso”, pero para eso no nos vamos a Cuba ni estamos internados más de veinte días sometidos a “un proceso de recuperación y tratamiento médico sumamente estricto” como informaron las autoridades venezolanas y él mismo presidente en cadena nacional de radio y televisión, al suspender la III Cumbre de América Latina y el Caribe anunciada para los días 5 y 6 de este mes, coincidiendo además con la celebración del bicentenario de la independencia de Venezuela.
Días atrás, el hermano mayor de Hugo Chávez, Adán, en una reunión provincial con miembros del partido oficial del chavismo (Partido Socialista Unido de Venezuela) dijo a los presentes: “Sería imperdonable limitarse tan solo a lo electoral y no ver los otros métodos de lucha, incluso la lucha armada, para obtener el poder, que es instrumento indispensable para aplicar y desarrollar el programa revolucionario”. Según confesión del propio Hugo Chávez “Adán tiene una gran responsabilidad en mi formación”. Vaya formación: violencia, intolerancia e irracionalidad para imponer a los demás todo aquello que yo creo. Y para los que no comparten mis ideas, en los cementerios habitualmente suelen haber largos paredones ciegos.
Chávez, con autorización expresa del Congreso, donde tiene mayoría, siguió gobernando a Venezuela desde un punto desconocido ubicado en Cuba; no se sabe en qué hospital se encontraba y mucho menos la localidad donde estaba. Mientras tanto el malestar crece en toda la colectividad venezolana, ante tantas disimiles opiniones de los medios nacionales e internacionales, como también las especulaciones en torno a su verdadero estado de salud. Tanto que tuvieron que pasar un vídeo en el que aparece Chávez conversando con Fidel. Y el vicepresidente Elías Jaua hizo el siguiente comentario: “Hemos visto un testimonio para la historia: dos gigantes conversando”. No dijo nada sobre los motivos que justificarían su ingreso en la historia. No todos los caminos son iguales y mucho menos son aceptables.
Ayer reapareció Chávez en Venezuela, con una alocución de media hora frente a sus partidarios, ministros y miembros de la armada nacional. Un mensaje emotivo manipulador de las emociones del pueblo, describiendo que estuvo 4 días en terapia intensiva, pero que gracias a Dios, al manto de la Virgen, a la ciencia y a su voluntad ahí estaba para dar la lucha a la enfermedad y vencerla. Cabe una pregunta, ¿con 14 días de operado una persona con cáncer puede con una sonrisa dar una alocución emotiva en el llamado balcón del pueblo e inmediatamente elegantemente vestido y con una sonrisa de oreja a oreja recibir a los Cancilleres de otros países? No se que pensar ni que responder. Responda usted amigo lector.
Por: Zenair Brito Caballero
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