26.7 C
Caracas
Thursday, November 21, 2024
HomeElecciónesAlexander Cambero: El cáncer y el juicio de la historia

Alexander Cambero: El cáncer y el juicio de la historia

Un video de la televisión
cubana lo trajo de vuelta

 

Un mensaje en horario estelar, para tratar de apaciguar los ánimos de sus inconsolables seguidores. Su discurso no pudo disimular una voz quebrada por un infinito dolor; mostrándose débil ante quienes lo creen la divina reencarnación de Terminator. Unas palabras rebuscadas para trazar un cuadro esperanzador ante la dura realidad de un cáncer extirpado que fue negado hasta que las evidencias pudieron más que la mentira oficial. Un agresivo agente que llegó hasta la próstata del héroe de Sabaneta, para hacerlo sufrir toda una odisea que se complica con los deseos de perennidad que anida en su alma ansiosa por el estrellato. Saberse derrumbado en una cama de hospital, derruyéndose su imagen de hombre vital. Sabiendo que hasta su propia familia anda conspirando para mantener sus privilegios. Anhelan seguir lactando de la ubre oficial que los sacó de humildes pueblerinos hasta llegar a transformarse en supermillonarios.

Algunos están haciendo cálculos con respecto al futuro sin el tutelaje de Hugo Chávez. Se dice que varios de ellos andan en reuniones permanentes, y hasta se comenta, que las llamadas telefónicas entre dirigentes fundamentales del PSUV y sus contactos de la Mesa de la Unidad son a diario. Quieren preservar su poder en un futuro gobierno de las fuerzas opuestas al totalitarismo. Es sospechoso que un alto funcionario del régimen estuviera a pocos metros de donde se realizaba una reunión estratégica de la mesa.

El hombre esperó hasta altas horas de la noche y se marchó después de recibir un mensaje de texto. ¿Cuál era su misión? ¿Alguna extraña coincidencia o un cuadre definitivo que tendrá repercusiones próximamente?

La revolución apela al viejo manual comunista, muestran al líder en las mejores condiciones posibles para evitar la desbandada; lo presentan como si la enfermedad fuera un mal superado en su totalidad, así tenga a pocos metros de las cámaras de televisión un verdadero hospital ambulante, la clave es dar la sensación de fortaleza y no de debilidad; para el marxismo clásico sus protagonistas tenían que guardan una relación directa con su filosofía. Es decir, si la misma pondera un abrupto rompimiento con el orden establecido no puede estar encabezada por alguien enfermo, y menos, cuando esa ideología responde no a una visión espiritual sino que todo se condensa en las leyes del materialismo histórico que reniega de la existencia de Dios.

Sus timoneles deben ser hombres de hierro con un puño que aplasta resueltamente a sus adversarios. La proyección de un ser humano ensimismado, con un rostro en donde se notan evidentes signos de angustia, no guarda relación con el prototipo que vende el totalitarismo en su antiquísima receta.

Las problemas de salud no son una nimiedad, al no enfrentase de manera rápida, puede traer funestas consecuencias en la calidad de vida del paciente. Creerse intocable es un grave error que puede conducir al ataúd.
Veremos los próximos acontecimientos. La vida continua por sus veredas complejas, la sociedad democrática tiene elementos como mostrarle al país un liderazgo comprometido con la causa de la libertad. Ojala mejore el presidente, la inmensa mayoría queremos verlo salir de Miraflores no en un féretro, anhelamos derrotarlo en las urnas electorales.

Eso si, pagando por sus múltiples negocios en donde se ampara la corrupción. Los deseos de su restablecimiento total no deben servir para perdonar a su gestión. Reiteramos hacemos votos por su salud, sin hipocresías o show mediaticos para ser exentos por los mecanismos intimidadores del gobierno, es ridículo tratar de rasgarte las vestiduras para que te crean y te dejen tranquilo por un tiempo. Cuando exista justicia equilibrada tendrá que llegar al banquillo de los acusados.

¡De eso no se librará tan fácil ¡ ni siquiera el cáncer tiene el derecho de consentir perdones automáticos. El juicio de la historia tiene sus propias reglas. El desbaratamiento de Venezuela no debe quedar sin que paguen los culpables.


Por: Alexander Cambero
alexandercambero@hotmail.com
@alecambero
03 Julio, 2011